Pese a que todavía queda un año para las elecciones municipales y autonómicas, los datos de intención de voto hablarían ya de un importante batacazo del PP en los comicios, en los que perdería la mayoría absoluta que ostenta actualmente tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento, según publica una encuesta de Metroscopia para El País.
En el caso de la Comunidad, en manos populares desde 1995, PSOE e IU, con 31 y 27 diputados respectivamente, necesitarían el apoyo de los 18 parlamentarios de UPyD para ocupar el puesto de gobierno, mientras que en el consistorio (en manos populares desde 1991) bastaría con la suma de PSOE e IU para que el PP pasara a ocupar la oposición.
Según la encuesta realizada a 1.200 personas de la región y 600 de la capital entre el 24 y el 28 de abril, con una intención de voto del 36,7% y 7,3 puntos menos de participación que en las elecciones de 2011 (61%), el PP perdería de haber elecciones hoy 19 de sus 72 escaños, mientras que los socialistas contarían con 5 menos -de 36 a 31-. Por su parte las principales subidas las protagonizarían IU, que pasaría de 13 a 27 diputados, y UPyD, que variaría de 8 a 18. Un 10,5% de los votos, además, quedarían en blanco o se repartirían entre un abanico más amplio de partidos.
En cuanto a la valoración de los líderes regionales y municipales, Metroscopia señala que los votantes del PP aprueban la gestión de Ignacio González (64% de respaldo) y desaprueban la de Ana Botella (54% de rechazo), mientras que los votantes socialistas desaprueban la labor de Tomás Gómez (49% de rechazo y 36% de respaldo) y aprueban la de Lissaveztky (47% y 38% respectivamente).
La situación sería especialmente complicada para la alcaldesa de Madrid, quien "carece prácticamente de apoyos entre los ciudadanos independientemente del partido al que voten", ya que el 79% desaprueba su gestión. Su consuelo podría ser que el 58% de los votantes populares creen que la situación general de la ciudad es buena, y que el 60% la ven bien gestionada.
Por último el sondeo remarca que contando con un 60% de participación, PP y PSOE saldrían perjudicados al ser votados sólo por los "fieles".