La estrategia diseñada por Génova para la recta final de las elecciones al Parlamento europeo no termina de convencer a dirigentes autonómicos y locales del partido. La agenda manejada por el jefe de campaña del PP y vicesecretario general de Organización y Electoral, Carlos Floriano, no contempla grandes mítines, salvo el cierre de campaña, a diferencia del despliegue que realizaron los populares para los anteriores comicios europeos. La comparativa con las últimas elecciones generales o autonómicas es aún más reveladora.
El arriolismo está más presente que nunca en el diseño de esta campaña, caracterizada por un perfil tan bajo que no tiene precedente. La apuesta por microactos y mítines de bolsillo no ha sido bien acogida entre barones de esta formación, que admiten en privado su descontento con este planteamiento. Según fuentes del PP consultadas por este diario, "no hay razones de peso para cambiar lo que ha venido funcionando; no rodearnos del mismo número de militantes que en 2009 supone dejar de mostrar músculo", recalcan.
En este sentido, las mismas fuentes subrayan que "nos estamos jugando ya las elecciones regionales y municipales de 2015", por lo que "no caben signos de debilidad, máxime cuando sabemos que en el PP hemos hecho bien las cosas para remontar el vuelo". Además, remiten al CIS preelectoral de la pasada semana, que da al PP una ventaja de 2,7 puntos sobre el PSOE, para lanzar mensajes de optimismo.
No obstante, el plan diseñado por la dirección popular, con Floriano bajo la supervisión de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha hecho levantar las sospechas, incluso dentro del partido, sobre el miedo del PP a no llenar auditorios. Un temor al pinchazo debido a la galopante desafección ciudadana hacia la clase política, fenómeno que vaticina una abstención histórica el próximo 25 de mayo.
"No caben ostentaciones en época de crisis", es el argumento más repetido en Génova, pese a que la financiación para gastos electorales ha subido este año un 27,9%
Desde Génova desmienten este extremo categóricamente y alegan cuestiones de austeridad. "No caben ostentaciones en época de crisis", es el argumento más repetido. El equipo de campaña no ha informado del presupuesto con que cuenta para organizar estos actos, pero sí ha deslizado que realizar macromítines en determinados lugares supone un desembolso importante. Algo que resulta llamativo cuando los grandes partidos, tras un recorte histórico del 41% en su dotación el año pasado, disponen de un 27,9% más de financiación pública: 84,25 millones de euros, esto es, 18,5 millones más que los 66,25 fijados para 2013.
De momento, a falta de confirmación de algunos enclaves, aún no hay constancia de que el PP vaya a llenar una plaza de toros o un pabellón de amplio aforo en esta campaña. En cambio, en las anteriores elecciones europeas la candidatura de Jaime Mayor Oreja abarrotó, por ejemplo, el coso taurino de Valencia o el complejo deportivo Os Remedios en Ourense. En el primero de los casos, dirigentes con mando en el PP de esta región, entre ellos la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, habían apostado fuerte por "no contagiarnos de las debilidades del PSOE" y repetir cita con el albero.
En cambio, el aparato apeló al ahorro (el acto en el coso de la calle Xàtiva rondaría los 200.000 euros) y el próximo día 21 los populares se darán cita en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Este lugar tiene un aforo de 6.000 personas sentadas, la mitad que el de la Plaza de Toros (12.000). Desde finales de los años ochenta el PP valenciano viene celebrando el acto electoral principal en este albero (sólo en un par de ocasiones recurrió al Estadio de Mestalla, pero por mayor capacidad aún).
El pabellón Os Remedios de Ourense reunió hace cinco años al doble de simpatizantes populares que se darán cita en Vigo este miércoles
El hecho de acabar así con esta tradición en las filas de los populares valencianos ya está generando malos augurios sobre los resultados de las elecciones autonómicas y locales de la primavera de 2015. Precisamente, los sondeos no son nada buenos para el PP en esta región, donde el nombre de Alberto Fabra para ser candidato a la Generalitat aún no está confirmado. Es más, se espera batalla interna, con un perfil al alza, la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso.
En cuanto a la cita gallega de este miércoles, la dirección popular ha previsto que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pida el voto a sus paisanos en un acto familiar, con un máximo de 1.500 asistentes. En los comicios de 2009, el líder del PP eligió otro lugar, pero con el doble de capacidad: el pabellón Os Remedios de Ourense, con un aforo para 3.000 personas.
Asimismo, miembros destacados del PP de Madrid también reconocen de puertas para dentro que esperaban un acto más vistoso y multitudinario que el del pasado sábado en el centro cultural Conde Duque de la capital, donde sólo hubo espacio para unos mil fieles. Como otra opción llegó a plantearse el Palacio Municipal de Congresos Juan Carlos I, pero fue descartada.
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