El presidente del Partido Popular ha aprovechado sus largas caminatas en su refugio navideño de Galicia para despejar algunas de las principales dudas que planean en este momento sobre su partido. Quién será el director de campaña de las elecciones de mayo y quiénes serán los candidatos por Valencia y Madrid. Hay nervios en Génova, nadie lo disimula, porque también se ha hablado de algún refuerzo y alguna incorporación en el cuartel general. Hay una gran duda instalada entre los principales responsables de la familia popular. Se fueron de vacaciones sin tener ni idea de los planes del presidente y vuelven en la misma situación.
La maquinaria electoral
Mariano Rajoy ya tiene decidido el nombre de quien liderará la maquinaria de su formación de cara a las elecciones de mayo
Ana Mato fue la directora de campaña de las anteriores municipales y autonómicas en las que el partido consiguió una implantación territorial sin precedentes desde la restauración democrática. Las pensiones, congeladas por el PSOE fueron el eje central del discurso de los populares. Ahora toca cambiar de director de orquesta y de estrategia. El mensaje ha de ser la recuperación, la lucha contra la corrupción y, por supuesto, la defensa del orden constitucional, tal y como quedó establecido en la reunión de los altos mandatarios del PP en el encuentro de La Granja. Mariano Rajoy ya tiene decidido el nombre de quien liderará la maquinaria de su formación de cara a la importante cita de mayo, donde está en juego la continuidad de muchos barones territoriales al frente de sus respectivos gobiernos autonómicos. Antes de Navidad, el presidente del Gobierno anunció, en un encuentro secreto con sus principales dirigentes, que reforzaría la comunicación tanto en Génova como en Moncloa y que se sumaría activamente a la agenda electoral del PP.
En el Gobierno ha reclutado a José Luis Ayllón para reforzar al equipo de comunicación, un hombre de Soraya con muchos años de experiencia política. Pero en el partido, la pata más importante en tiempos de urnas, tan sólo se ha producido un movimiento de piezas, la sustitución del portavoz del grupo parlamentario, Alfonso Alonso por Rafael Hernando, un activo polemista, buen dialéctico y excelente encajador, ideal para la batalla del día a día. Pero falta por despejar la duda de quién llevará la batuta. En Génova están los incombustibles Floriano, Arenas y González Pons como cabezas visibles del cuadro dirigente de los conservadores. Pero quizás Rajoy opte por alguna sorpresa. Este es un año electoral y el partido necesita refuerzos y quizás sorpresas.
Los cabezas de cartel
También quedará desvelada la duda sobre quién encabezará la cabeza de cartel para municipales y autonómicas. Madrid y Valencia son objeto de todo tipo de cábalas y quinielas. Hasta ayer mismo se jugueteaba con la posibilidad de que Sáenz de Santamaría fuera animada a abandonar el Gobierno para dar el salto al Ayuntamiento madrileño. Rumores alentados por quien no la quiere bien, ya que la vicepresidenta no acaricia ni de lejos esa posibilidad. Su puesto está junto al presidente, en la Moncloa, donde ha demostrado una capacidad de trabajo y una habilidad en la gestión por todos reconocida.
Esperanza Aguirre tiene todas las papeletas para la alcaldía de Madrid, pero su relación con Rajoy es manifiestamente mejorable
En Valencia, la continuidad de Alberto Fabra está en entredicho. Ni siquiera su posible pareja de 'ticket' electoral. La alcaldesa Rita Barberá, lo quiere. Su gestión en la ciudad ha dejado mucho que desear pero es cierto que recibió la peor de las herencias posibles. Hasta hace unos días todavía tenía imputados en su grupo parlamentario. También en Madrid el puesto para competir por la alcaldía está pendiente de decisión. Esperanza Aguirre tiene todas las papeletas pero su relación con Rajoy es manifiestamente mejorable. Las encuestas internas apenas despejan dudas, ya que no hay un nombre claro que permita confiar en la victoria. Aquí también puede haber sorpresas.
Comité Ejecutivo
Donde no las habrá, seguramente, es en el candidato a la comunidad, puesto que el actual presidente, Ignacio González, se ha ganado a pulso la posibilidad de continuar. El silencio de quien debe decidir, del 'dedo divino', sin embargo, es hermético. Ni siquiera los supuestamente aludidos conocen qué pasa por su cabeza. El día 12 está convocado un Comité Ejecutivo donde puede verse la luz entre tanta tiniebla. Y a finales de mes, en la Convención Nacional, ya se sabrá quien ha sido designado para controlar las riendas durante la campaña. De seguirse los plazos anunciados por el presidente, no será hasta febrero cuando se despejen las dudas sobre las listas electorales, por más que los afectados en el posible baile de nombres reclamen con insistencia una solución al enigma.
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