Javier Arenas va diseñando poco a poco la parte de su futuro político al menos en la parte sobre la que tiene poder decisorio. Después de pillar a muchos de sus compañeros del PP andaluz con el pie cambiado tras anunciar su decisión de no aspirar a la reelección como presidente de los populares en la región, tiene previsto reducir al mínimo su presencia en Andalucía y dejar a medio plazo su escaño en el Parlamento andaluz, según indicaron a Vozpópuli fuentes próximas al también vicesecretario del PP.
Estos mismos medios afirman que “psicológicamente ha cerrado su etapa andaluza”, aunque admiten que, dando por seguro que no iba a volver a aspirar a la presidencia de la Junta de Andalucía por quinta vez, sí se quedaría el tiempo suficiente en la presidencia del partido para “tutelar” el proceso de sucesión. De hecho, los presidentes provinciales le habían pedido que continuara y ese fue al acuerdo al que llegó en principio con su jefe de filas, Mariano Rajoy, muy poco dado a que se le abran en canal procesos internos. De hecho, la presión de los barones provinciales para asegurar su continuidad, al menos por el momento, “era una manera de impedir que surgieran problemas en torno a un nuevo liderazgo, porque el suyo no lo contestaba nadie”.
Finalmente, Arenas consideró que “no tenía sentido encabezar de nuevo el partido para un periodo de uno o dos años. Lo consideraba un error y su presencia una intromisión que hubiera impedido un debate más abierto”. Ese es el mismo plazo de tiempo que manejan para su abandono del escaño autonómico, de uno a dos años. El electorado popular andaluz no entendería una espantada de alguien que no solo acaba de ser elegido, sino que ha ganado las elecciones, salvo que Rajoy le buscara otro destino.
"Javier es un dirigente de presente y de futuro del PP", apuesta un ministro
“Javier es un dirigente de presente y de futuro del PP. Le necesitamos más que nunca”, afirma tajante un miembro del Gobierno que defiende que su papel adquirirá mayor protagonismo como vicesecretario de Política autonómica y municipal sin necesidad de asumir otras responsabilidades orgánicas en el partido. En este sentido recuerdan que “viene la reforma más importante, la de las administraciones públicas que hay que pactar con el PSOE” y ahí le dan un papel muy relevante. De hecho, Arenas ya ha participado en reuniones con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, y es el que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de acometer un recorte en el número de concejales en España, tal y como adelantó este periódico. Asimismo, podría asumir parte de la negociación con los socialistas, en concreto, con un viejo conocido, Gaspar Zarrías, antigua mano derecha de Manuel Chaves y secretario de políticas municipal del PSOE.
Por su parte, el alcalde de Sevilla y vicepresidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, aseguró ayer que "de momento, no tengo nada preparado para presentarme" a la Presidencia del PP-A en el próximo congreso Regional del PP-A, después de que Arenas haya dejado en sus manos la organización de la cita congresual. En declaraciones a la Cope y a Onda Cero, recogidas por Europa Press, el primer edil sevillano insistió en que, "de momento, el único compromiso que tengo políticamente con mi partido es llevarlo hasta el Congreso y a eso me voy a dedicar". Mucho más lejos fue ayer el portavoz económico del PP en el Congreso, Vicente Martínez-Pujalte, quien expresó su deseo de que Arenas forme parte del ejecutivo en caso de que Rajoya borde una remodelación de su gabinete ministerial por entender que que "sería un excelente ministro".
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