Mohammed Yassin Amrani se daba largos paseos por las calles de Barcelona durante el presente confinamiento y se grababa con su móvil dando voces por la vía pública, lanzando mensajes contra Marruecos, su país de origen. Las imágenes, a las que ha tenido acceso Vozpópuli, corresponden a unos días antes de que la Guardia Civil le arrestara en el marco de una operación antiyihadista. Se le acusa de querer atentar en la ciudad condal siguiendo las órdenes de varios miembros de Estado Islámico que le habían captado para hacer la yihad en España.
Ahora este joven de 33 años ha sido detenido por el Servicio de Información de la Guardia Civil en una casa del barrio barcelonés de El Raval acusado de un delito de terrorismo. Según las fuentes antiterroristas consultadas, su vida personal facilitó la captación. Llevaba más de diez años viviendo en Cataluña en los que ha atravesado etapas de auténtica marginalidad, durmiendo en bancos o la playa. Encadenaba siempre trabajos precarios.
Había sido expulsado de su última vivienda. Actualmente estaba alojado en una casa okupada por una compañera suya del último bar en el que había trabajado como camarero y chico para todo. La compañera, también marroquí, vivía en ese domicilio de El Raval con otra familiar y dos niños pequeños, uno de meses y otro de ocho años. A pesar de haber ocupado la vivienda, le cobraba al presunto yihadista 300 euros al mes, según las mismas fuentes.
Caminando por el barrio Gótico
Aunque su situación era desesperada, se negaba a regresar a su país. En uno de los vídeos sobre sus paseos, se ve cómo una furgoneta de la Policía Nacional se pone a su misma altura. El presunto terrorista les enfoca y dice: “Catorce años de emigración, catorce años en Barcelona. Viene el condor (sic) y dice, ¿por qué no bajáis a Marruecos? Marruecos os lo hemos dejado a vosotros amigo, nosotros estamos viviendo bien”. Consta otro vídeo más corto en el que apenas entona una canción y pasea por calles del barrio gótico de Barcelona.
Los investigadores creen que sus compañeras de piso no conocían el carácter radical de este arrestado. Cuando los agentes del Instituto Armado irrumpieron a primera hora del viernes 8 de este mes en la casa el sospechoso no presentó ninguna resistencia. La Guardia Civil ha hallado evidencias del vínculo directo de este presunto yihadista con al menos tres miembros activos de Estado Islámico que ejercían sobre él una gran presión para atentase en España. Le llegaron a recriminar que ya tendrían que haber hecho alguna acción.
Lo que alertó especialmente a los investigadores fue saber que el detenido ya había hecho llegar a sus contactos en Estado Islámico un juramento de lealtad. Según las fuentes antiterroristas consultadas no era un vídeo testamental al uso, sino una declaración de fidelidad que el grupo terrorista usaría en caso de atentado para amplificar la acción.
Lobo solitario
Los investigadores tienen el convencimiento de que estaba decidido a llevar a cabo una acción terrorista propia de lobo solitario. Además de su difícil situación personal, ya arrastraba una radicalización de base. Desde al menos el año 2016 mantenía contactos con elementos llamados foreign fighters (combatientes extranjeros). Son los ciudadanos residentes europeos que abandonaron sus países y se marcharon a Siria para enrolarse en las filas de Estado Islámico.
A juzgar por las conversaciones que mantenía con ellos, al menos uno de sus dinamizadores tenía que ser reciente, según los investigadores. Lo creen así porque de algunas de las charlas se desprende que el yihadista de Barcelona estaba a prueba. La acción a la que le empujaban de manera insistente sus contactos sería similar a los ataques que se han registrado en las últimas fechas en otros puntos de Europa cumpliendo los mandatos de la propaganda que Estado Islámico sigue difundiendo entre sus seguidores a pesar de la pandemia mundial.
De esas conversaciones también se deduce que el detenido tuvo un paso ligado a las drogas y el alcohol porque sus contactos terroristas hacían numerosas alusiones a purificarse haciendo la yihad. Sobre los objetivos, llegaron a verbalizar numerosas acciones. Como adelantó La Razón, uno de los planes que barajaban era atacar con un dron durante un clásico entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid en el Camp Nou sin llegar a pormenorizar el ataque. También le propuso acudir a una comisaría y atacar a policías dentro de las acciones tipo que le ordenaban.
Para esta operación, el Instituto Armado ha contado con la colaboración de las autoridades marroquíes y el FBI de Estado Unidos. Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas indican que la participación de las autoridades norteamericanas siempre es de gran ayuda en lo que tiene que ver con rastreo de redes y actividades en Internet.
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