España

Patrimonio llevará a una próxima reunión la calificación de la casa fotografiada por Capa en la Guerra Civil

Un grupo de asociaciones pide que se declare Bien de Interés Patrimonial, pero hay opiniones que consideran que sería mejor una protección en el Catálogo de Madrid para poder construir un centro cultural o museo

La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid llevará a la próxima reunión del Consejo Regional de Patrimonio el expediente del edificio de la calle Peyronceliy 10, la casa de Vallecas que fue fotografiada durante la guerra por Robert Capa, y que una veintena de asociaciones quieren que se declare Bien de Interés Patrimonial.

La directora general, Paloma Sobrini, es partidaria de escuchar las opiniones de los expertos por lo que espera que en esta reunión se expresen más opiniones y alternativas antes de tomar una decisión.

Algunos expertos consideran que si se quiere respetar la fachada y hacer algo útil con ella no debe declararse Bien de Interés Patrimonial (BIP) o Cultural  o "porque eso sería dejarlo inmovilizado para el futuro" y tal y como está no sirve a ninguno de los objetivos, es decir como referencia histórica o como lugar de vivienda.

Ahora mismo viven 13 familias en malas condiciones por edificios que apenas han sido reformados

En la actualidad viven en ese lugar 13 familias en unas condiciones poco aconsejables pues se trata de unos edificios muy antiguos que apenas han tenido reformas. El Ayuntamiento se ha comprometido a incluir el edificio en su catálogo y ha impedido que el propietario tire la casa para construir un nuevo edificio.

La justificación para no dar la licencia es que se incumplieron algunas condiciones para la concesión del permiso. No se conoce si el propietario ha recurrido.

Algunos expertos señalan que "independientemente de quien se lo quede, habría que hacer un proyecto bonito de arquitectura integrada dándole un uso interesante y sostenible". "Y lo primero que habría que hacer es dar una vivienda digna a los inquilinos", añadieron las mismas fuentes.

Proteger el edificio 

Personas que conocen la Administración señalan que si se declarase BIC o BIP se mantendría la infravivienda y no sería de utilidad para nadie, incluidas las familias que viven en unas condiciones deplorables.

Técnicos en la materia señalan que si se aprueba con protección parcial en el Catálogo municipal se garantiza su permanencia y su uso compatible.

Todos los partidos del Ayuntamiento aprobaron hace meses una propuesta del PSOE en la que se pedía que se hicieran todas las acciones necesarias "para incorporar el conjunto de viviendas del número 10 de Peironcely al Catálogo de Bienes y Elementos Protegidos del Ayuntamiento de Madrid". 

Se pide "recuperar la historia del edificio, dignificar la situación de sus vecinos"

La misma declaración pedía que el Ayuntamiento de Madrid dictara las órdenes de ejecución de obras de conservación, o rehabilitación, necesarias para conseguir las condiciones mínimas de habitabilidad de las viviendas y que se diera una solución a las familias.

También se pedía apoyo para la plataforma #SalvaPeironcely10 que tienen como fin “recuperar la historia del edificio, dignificar la situación de sus vecinos y recuperar un entorno degradado y abandonado de la ciudad”.

En julio de este año la Fundación Anastasio de Gracia pidió a la Dirección General de Patrimonio la Declaración de Bien de Interés Patrimonial para que se protegiera el edificio “en su unidad, volumen y aspecto”.

Arquitectura neomudéjar

La fundación, apoyada por veinte asociaciones nacionales e internacionales, señalaba que además de ser la casa fotografiada por Capa "constituye una muestra única de arquitectura neomudéjar adaptada a la tipología de vivienda obrera, por lo que se solicitaba su inclusión prioritaria en el catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Madrid con protección estructural".

La directora general de Patrimonio Paloma Sobrini contestó que se trataba de una infravivienda que estaba muy deteriorada que ocultaba el ladrillo sin tener una tipología especial y animaba a los promotores a la inclusión en el catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Madrid, con las dos fachadas como elementos de restauración obligatoria.

Esta modificación permitiría una modificación de la tipología interior, previo realojo de los actuales inquilinos, algo fundamental para poder dotar al edificio de los usos culturales que pongan en valor el recuerdo histórico de lo acontecido.

El sábado pasado se celebró un acto en las puertas de la misma casa en el que el hispanista Ian Gibson leyó una carta a la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, en la que se pedía la máxima protección para el edificio.

 

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