España

La UDEF implica a un socio del exembajador de ZP en el saqueo de 4.000 millones a PDVSA

La Policía desgrana el mayor desfalco a la petrolera en el marco del cual tres jerarcas del chavismo se embolsaron 44 millones, entre ellos un exdirectivo de PDVSA imputado en la causa contra Raúl Morodo

La Policía ha diseccionado el gran saqueo a PDVSA en el año 2012. En un informe remitido a la Audiencia Nacional la UDEF explica cómo funcionarios venezolanos y jerarcas del chavismo propiciaron en el año 2012 un golpe al gigante del petróleo de 4.000 millones de dólares mediante un contrato de línea de crédito. Entre los salpicados por la operación se encuentra Juan Carlos Márquez Cabrera, un exdirectivo de la estatal, ya fallecido, que llegó a estar imputado en la causa contra el embajador de Zapatero en Venezuela, Raúl Morodo.

El oficio policial, que desvela Vozpópuli, se aportó en las diligencias abiertas en la Audiencia Nacional contra Morodo y otros jerarcas venezolanos por el presunto cobro de comisiones irregulares de PDVSA. Entre dichos ciudadanos se encuentra Márquez Cabrera. La UDEF se centra el rastreo de fondos del que fuera director ejecutivo de la petrolera y de como los mismos terminaron en Alcander, una consultora que también está bajo la lupa de la Justicia española.

Precisamente, el estudio de los fondos transferidos a esta consultora lleva a los agentes a dar con más detalles del saqueo más grande que ha sacudido PDVSA en toda su historia. Se trata de una operación de línea de crédito que se firmó con la empresa Administradora Atlantic en 2012. En el marco de la misma Cabrera -que se suicidó cuando comenzó la investigación en España- y otros dos exaltos cargos de PDVSA se embolsaron 44 millones de euros en mordidas. Los fondos siguieron su recorrido por distintas firmas pantalla hasta llegar, parte de ellos, a la consultora Alcander.

La UDEF sostiene que tres de los funcionarios de PDVSA se repartieron 44 millones con la operación de 2012

La Policía explica que el fraude de esta operación tiene su razón de ser en un complejo esquema de negocio que se enmascaró como un contrato de crédito. A simple vista la transacción parecía fácil: Atlantic entregaba su dinero en bolívares venezolanos (17.490 millones de bolívares) y PDVSA se lo retornaba tiempo después.

La singularidad es que lo hacía en dólares, de manera que lo parecía un préstamo entre sociedades, se convirtió en "un negocio cambiario encubierto". Lo "lógico", dicen los agentes, hubiera sido remitir las divisas al Banco Central de Venezuela para que fuera este operador el que efectuara el cambio, pero al hacerlo PDVSA obtuvieron un importante margen de beneficio.

"Enorme foco de corrupción en PDVSA"

"EL hecho de que PDVSA accediese a estos negocios cambiarios mediante el uso de líneas de crédito los años 2012 y 2014 supuso un enorme foco de corrupción que dio lugar a que los empresarios intervinientes para hacerse con estos contratos pagasen grandes sumas en concepto de soborno a los funcionarios de la petrolera", reza la UDEF. Como resultado de estas actuaciones encaminadas a beneficiar a los grandes grupos privados de Venezuela, se abrieron investigaciones penales en Estados Unidos, Andorra y en España.

El contrato permitió un cambio de divisas encubierto. Los empresarios pagaron en bolívares y recibieron el dinero de vuelta de PDVSA en dólares.

De hecho, la UDEF asegura que ha sido de "especial relevancia" la información remitida por el país norteamericano en relación a uno de los tres exfuncionarios que cobraron mordidas con el contrato. Se trata del que fuera director ejecutivo de finanzas PDVSA en ese tiempo, Abraham Edgardo Ortega. Éste se declaró culpable en 2018 de haber aceptado un soborno de 10 millones de dólares para facilitar el contrato de Administradora Atlantic. Tres años después fue condenado por estos hechos.

La información remitida por estos países ha permitido a la UDEF tirar del hilo hasta llegar a la antesala de este contrato. Tres meses antes de suscribirlo, en enero de 2012, el exviceministro de Energía de Venezuela Nervis Villalobos firmó un acuerdo con Atlantic. Se justificó en labores de consultoría, aunque la Policía considera que en el fondo el único motivo era aprovechar su influencia en el Gobierno de Hugo Chávez para facilitar la operativa que se iba a cerrar con PDVSA.

Días antes de la firma del contrato, se transfirieron 3,5 millones de dólares a una empresa creada adrede para esta operación y tras la que se escondía Carmelo Urdaneta. De esta forma se preparó el camino para que este exfuncionario del Ministerio del Poder Popular de Petróleo (también investigado en la Audiencia Nacional) pudiera cobrar su parte de mordidas con esta operación.

44 millones en mordidas

Una vez suscritos los convenios previos se selló el megacontrato entre Atlantic y el gigante del petróleo. Pero el negocio se subrogó en tiempo récord en otras dos sociedades: Violet Advisors y Welka Holding Limited. Se trata de firmas vinculadas a los jerarcas que se beneficiaron del 'pelotazo'. Tanto es así que Welka, del fallecido Márquez Cabrera, se creó ese mismo año con sede en Las Granadinas. Por ello la UDEF sostiene que Atlantic fue instrumental ya que los derechos se cedieron de manera "inmediata" a las otras empresas.

De los 44 millones, 25 fueron a parar a Carmelo Urdaneta; 7 para Juan Carlos Márquez Cabrera y 12 para el exdirector ejecutivo de PDVSA, Abraham Ortega

Además, la Policía advierte de que la cúpula de PDVSA al completo -incluido el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro- fue informada del negocio de préstamo, como así consta en un documento firmado por todos ello a fecha de 12 de marzo de 2012. Ello es determinante porque la letra pequeña del contrato permitía el cambio de divisas encubierto. El negocio ahí estaba en los tipos de cambio ya que ellos obtenían los dólares de PDVSA pagando mucho menos de lo que luego cobraran a los empresarios privados.

Además, la UDEF entiende que la firma clave de toda esta operación, Welka, se habría empleado exclusivamente para distribuir las mordidas de los tres funcionarios implicados. Todas ellas fueron a parar al CBH, banco suizo muy ligado a la esfera del chavismo. La información remitida por Ginebra detalla todo el traspaso de fondos entre estas sociedades.

De hecho, Welka canalizó mucho dinero en muy poco tiempo. El 4 de junio recibió una inyección de 70 millones de dólares y cuatro días después las transferencias a repartir entre los exaltos cargos de PDVSA. De los 44 millones de dólares, 25 fueron a parar a la cuenta de Urdaneta, 7 millones para Márquez y los 12 restantes los recibió Ortega (tal y como él mismo confesó ante las autoridades de Miami). Además, ese mismo 6 de junio se dio orden de pago de 16 millones de euros en favor de Vamshore Entreprises; firma detrás de la que se encontraba Nervis Villalobos.

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