El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estrena fundación: Avanza. Se trata de un nuevo laboratorio de ideas hecho a la medida del líder socialista, quien lo activó justo tras lograr la investidura. No obstante, fuentes cercanas al presidente explican que la idea llevaba "mucho tiempo" rondándole la cabeza. Este jueves, Sánchez presidió la primera reunión junto al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafa Simancas; la presidenta del PSOE, Cristina Narbona; la presidenta de la Fundación Pablo Iglesias, Luisa Carcedo; la secretaria de Política Internacional y Cooperación al Desarrollo, Hana Halloul, el director de comunicación del partido, Ion Antolín y el todavía embajador de España ante la OCDE, Manuel Escudero, que será el encargado de pilotar el proyecto.
El presidente, responsable de la Internacional Socialista, quiere aprovechar sus conexiones fuera de España para legar su impronta al partido a nivel ideológico. El núcleo duro de Moncloa se autopercibe a sí mismo como piedra angular de la nueva socialdemocracia, casi como conductor de la socialdemocracia occidental: "Toca actualizar el socialismo democrático", explican fuentes de la más estricta confianza del presidente. Sánchez buscará a personas ajenas al partido para alimentar su particular fábrica ideológica.
El propio partido lo explica así: “Se ha llegado a la conclusión de que el proyecto socialdemócrata es clave para la construcción europea: Europa no se entiende sin las aportaciones socialdemócratas y cuanto más se ha alejado de ellas, más desapego ha generado entre la ciudadanía. El análisis de la acción exterior, la gobernanza de la globalización y el multilateralismo también ha de contar con la perspectiva socialdemócrata. Así como la importancia del papel de la socialdemocracia en Europa y en el orden mundial para la construcción de la paz y la dignidad humana. El secretario general ha querido estar hoy [por este jueves] en esta primera reunión para dar todo su apoyo y remarcar la importancia de contar con espacios en los que participen personas que, siendo ajenas al PSOE, quieren aportar su conocimiento y talento a las ideas de progreso ante la ola reaccionaria que azota el mundo". Esa es la idea sobre la que pivota ahora la acción política de Sánchez. Es más, esta semana, en el Foro de Davos, el presidente ha querido contraponer su visión con la del recién elegido presidente argentino, Javier Milei. Sánchez quiere una némesis ideológica global que le permita alimentar la necesidad de su proyecto político. No por casualidad, durante su investidura, incluyó al PP y a Vox como síntomas de la ola reaccionaria que azota al mundo. Y sobre la que situó en la cresta al dirigente argentino.
La batalla de las ideas
"El 'think tank' entra ahora en una fase de estructuración en diversas áreas de pensamiento, dentro de las cuales se establecerán diversos grupos temáticos especializados. Durante la jornada de trabajo [de este jueves] se ha abordado el hecho de que la democracia es la mejor forma de gobierno conocida y es un proceso en constante evolución, pero no exenta de amenazas. Por tanto, abordar este ámbito de pensamiento requiere, al menos, tres perspectivas: profundización y mejora de la calidad democrática, protección y defensa de las democracias, y promoción de la democracia a nivel global", explica el partido.
Más allá de la pretensión de Sánchez de crear esta fundación para dar la batalla de las ideas, lo cierto es que el presidente ya se ve como una figura capaz de moldear la política y la ideología del partido. Las fuentes consultadas en el PSOE explican que, como hizo José Luis Rodríguez Zapatero con la Fundación Ideas, Sánchez busca "casi un 'think tank' de la Internacional Socialista" que él mismo preside. "Estas fundaciones sirven para para tener una posición política madurada y reflexiva que perdure en el tiempo", explica un secretario general autonómico.
El presidente se ve ya como un actor político con capacidad de impregnar cambios ideológicos a su familia política. No solo en España, en el mundo. Él mismo se congratula de ser un ejemplo por haber frenado la llegada de un partido como Vox al Gobierno. Y, por eso, quiere a expertos trabajando en ideas que le permitan fijar esos cambios. Una fuente con solera en el PSOE sugiera que Sánchez parece verse reflejado en la figura del ex primer ministro británico Tony Blair y su "nuevo laborismo", que llevó a la socialdemocracia a cotas de aceptación y poder inéditas en Reino Unido tras más de una década de conservadurismo y neoliberalismo con la firma de Margaret Thatcher.
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