Pedro Sánchez ha reventado las costuras de la liturgia parlamentaria. El presidente del Gobierno en funciones ha decidido no debatir con el candidato a la presidencia, el popular Alberto Núñez Feijóo, cuya investidura se está celebrando este martes en el Congreso de los Diputados. En su lugar, el aparato de Moncloa y Ferraz, todo uno, ha optado por que fuera el diputado socialista y exalcalde de Valladolid Óscar Puente quien replicara al jefe de Génova. Sánchez ha despreciado no solo a Feijóo, designado por el Rey, y al Congreso, sino a los ocho millones de españoles que le votaron el 23 de julio.
"La elección de Óscar Puente como portavoz en la réplica al candidato Feijóo es una forma de poner frente al espejo todas las contradicciones del líder del PP. De ganador a ganador, como bien ha dicho Puente, el castillo de naipes de la argumentación del PP cae sin remedio. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, intervendrá en su momento, cuando llegue el tiempo de su investidura", zanjan fuentes del Partido Socialista para explicar por qué por primera vez no es el líder del partido el que da réplica a un candidato a ser investido.
El PSOE quería lanzar un mensaje. El PP pide gobernar porque ha ganado las elecciones. Y Puente, que fue la lista más votada en las elecciones municipales del pasado mayo, no pudo reeditar su cargo como alcalde porque un pacto entre el PP y Vox le apartó del poder. Eso es lo que ha querido dejar patente el exalcalde de Valladolid y el propio Sánchez, quien ha estado muy sonriente durante la el turno del PSOE. " En una democracia parlamentaria, ser la lista mas votada no es ganar las elecciones. Usted sabe que hoy no va a ser investido y no está en condiciones de formar gobierno", ha dicho el representante socialista.
El recado a los históricos del PSOE
Puente, con tono chulesco, ha sido el instrumento empleado por Sánchez para reivindicar su poder en el PSOE frente a las duras críticas vertidas por la vieja guardia socialista -con Felipe González y Alfonso Guerra a la cabeza- por negociar una amnistía con los independentistas. El recado de Puente, cocinado por Ferraz, a los históricos del PSOE resuena en el Congreso: "El PSOE ha sido y será. No pierda el tiempo. Ninguno [en referencia a los exdirigentes] es ya representativo de este PSOE. Este PSOE ya se blindó hace años contra cualquier injerencia. Este PSOE no es de sus dirigentes, es de sus militantes. Y, por consiguiente, del pueblo [...] La mayor parte del tiempo la ha pasado [en referencia a Feijóo] buscando una rebelión en el PSOE. Pierdan toda esperanza", ha espetado.
"Puede que este PSOE no sea el mismo que el de hace 30 años. Pero no se pongan nostálgicos. Al de hace 30 años le hacían lo mismo. Aunque a alguno de los que lo dirigía entonces parece habérsele olvidado", ha disparado Puente. Ese ha sido el momento de júbilo de los diputados socialistas, con un encendido Sánchez aplaudiendo a rabiar. El presidente se siente legitimado para hacer cuanto sea por ser investido y se siente con el total control del partido a sabiendas de que sin él, ningún socialista está en condiciones de permanecer en el poder. Y eso implica, todo lo indica así, que los socialistas acaptan una amnistía a los dirigentes del procés pendientes de juicio.
La amnistía de marras, en efecto, ha sido el ariete con el que Feijóo ha hostigado a primera hora al Ejecutivo durante su discurso de investidura. El líder del PP ha sido contundente y ha advertido de que su aprobación pondría en cuestión la intervención del Rey Felipe VI tras el referéndum ilegal de Cataluña en 2017. Feijóo no ha dedicado, en su réplica, mucho tiempo a Puente: "No voy a participar en el club de la comedia". Para el PP, el presidente en funciones ha sido "cobarde", como le han gritado los diputados de la bancada popular. "Sánchez utiliza de escudero al exalcalde de Valladolid para no enfrentarse a Feijóo y evitar volver a perder un nuevo debate como el que le causó el presidente del PP en la última campaña electoral y ahorrarse, así, una nueva humillación. Sánchez puede soportar la humillación de Puigdemont, pero no la de Feijóo. Eso es demasiado para quien gobierna con arrogancia", explican fuentes de Génova.
Puente, a Feijóo: "Ha convertido este trámite en una auténtica farsa"
Para el PSOE, la investidura de Feijóo es "una auténtica farsa". Puente ha salido en tromba contra Feijóo por reclamar que, como fuerza más votada el 23 de julio, tiene "derecho" a gobernar: "Todo el mundo sabe que no tiene los apoyos para ser presidente y que dentro de poco tampoco los tendrá para seguir al frente de su partido", ha espetado Puente.
El diputado socialista ha arrancado con fuerza: "Señor candidato a jefe de la oposición, lleva dos meses apelando a su condición de candidato más votado para exigir formar gobierno. Y a mi me pasó lo mismo en Valladolid, donde gobiernan gracias a eso que ustedes han venido a llamar coalición de perdedores. Una coalición de perdedores con la que llegó al gobierno el señor Moreno Bonilla en Andalucía; la señora Ayuso en Madrid, también; el señor Martínez Almeida... El señor Mañueco, pionero de las coaliciones de perdedores y de los pactos con la ultraderecha".
La bajada de Puente a la tribuna de oradores ha sido el pistoletazo de salida de los murmullos. Se ha escuchado algún "miedo" que otro cuando la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha anunciado el nombre del orador por parte del PSOE. Ferraz guardaba con celo el nombre de quien intervendría. El presidente buscaba dar un golpe de efecto y ha logrado descolocar al PP. Aunque en Génova lo consideran un regalo.
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