Pedro Sánchez tiene fiesta este domingo. El presidente del Gobierno protagoniza a las 12.00 un gran mitin del PSOE en la Feria de Madrid (IFEMA) para romper la imagen de contestación en la calle que se ha procurado tras la ley de amnistía a los independentistas del procés con la que ha logrado mantenerse en Moncloa. El partido lleva desde la semana pasada, cuando Sánchez logró la investidura, "hablando de hacer un acto", según explican fuentes socialistas. La planta noble de Ferraz justifica así la arenga del líder: "Viene a cuento de que España tiene un gobierno de coalición progresista para cuatro años más".
El secretario general del PSOE ha fletado autobuses desde todas las federaciones de España para abarrotar el pabellón de la Feria de Madrid en el que Sánchez quiere darse un baño de masas. IFEMA cuenta con 200.000 metros cuadrados de espacios repartidos en doce pabellones y cinco espacios al aire libre con aforos que comprenden desde 5.000 hasta 35.000 asistentes. No obstante, el partido pretende congregar alrededor de 10.000 simpatizantes socialistas.
El número de invitados, a quienes se paga desayuno, almuerzo y cena, es toda una declaración de intenciones. El presidente, que lamenta la crispación que, según él, se ha instalado en la sociedad por el discurso de PP y Vox, busca un golpe de efecto tras más de 20 días de acoso a la sede federal y de varias protestas semanales contra la medida de gracia convocadas por los populares, por Vox y por Sociedad Civil. De hecho, el partido explica que Sánchez quiere ensalzar la labor de las casas del pueblo y agradecer a la militancia su compromiso con el pacto con Sumar y los independentistas.
Una catarsis de júbilo
Ferraz busca una catarsis de júbilo; un acto distinto que se parecerá más a una gran fiesta para reivindicar los últimos cuatro años de Gobierno. El presidente será el gran protagonista, aunque compartirá escenario con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y con la número dos y flamante nueva vicepresidenta cuarta, María Jesús Montero. En verdad, será un acto de exaltación el que "estarán todos y todas" los miembros del Gobierno y de la Ejecutiva socialista. También los nuevos ministros.
El partido planea el mitin también como una forma de dar carpetazo a la amnistía cuanto antes. Aunque no lo tendrán tan fácil, porque la tramitación parlamentaria va a ser larga y tortuosa. Es más, estará repleta de hitos que harán que se cuele de nuevo en la actualidad. Además, las instituciones europeas están vigilantes. Aunque el propio Sánchez dice estar tranquilo y convencido de que la ley será vista con buenos ojos por los españoles cuando comprueben que ha contribuido a desinflamar el problema catalán.
Un control total
Pedro Sánchez demostró este lunes con su nuevo Gobierno que Moncloa y Ferraz son suyos. El presidente ha premiado a dos de sus más fieles colaboradores, Félix Bolaños y Pilar Alegría, con un súper ministerio que aglutina Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes y con la portavocía respectivamente. Y suma a Óscar Puente en Moncloa para la guerra que se desatará esta Legislatura con cañonazos desde Waterloo, Barcelona y Madrid. El líder del PSOE no tiene un solo contrapeso. Ni en el partido ni en el Consejo de Ministros. El objetivo de Sánchez es que nadie vuele por encima de él. Nadie.
El presidente del Gobierno aglutina más poder orgánico que nunca en el partido desde que se hizo de nuevo con los mandos de Ferraz, en 2017, tras enfrentarse a las primarias a Susana Díaz. El secretario general del PSOE, en el último congreso federal, quitó poderes al comité federal. Las voces críticas con la amnistía, que ha sido un "mal trago", son imperceptibles. Salvo Emiliano García-Page y Odón Elorza, nadie en el partido espetó a Sánchez reproche alguno por llevar tan lejos la negociación con los independentistas.
El presidente pasó en apenas dos meses de flagelarse por el resultado del 28-M, que hizo propio tras protagonizar la campaña electoral, a ejercer un liderazgo aún mayor en el partido. La salida de los barones críticos con poder, como la de Guillermo Fernández Vara y Javier Lambán, le ha quitado presión. El dominio es tal que hasta las federaciones socialistas más críticas apoyaron de forma masiva los pactos del PSOE con Sumar y el resto de partidos secesionistas. Y este domingo se va a ver.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación