España

Sánchez y Yolanda Díaz aparcan el acuerdo de coalición: "Hasta que no vuelva de Marruecos, no hay nada"

El presidente del Gobierno en funciones no informó a su socia de su viaje "privado". Mientras, Sumar y el PSOE pelean por cortejar primero a los independentistas y nacionalistas

En política, casi siempre lo importante es lo que parece, no lo que es. Y eso es justo lo que está ocurriendo con las negociaciones entre PSOE y Sumar para reeditar el acuerdo de coalición. Los mensajes que lanzan ambos partidos es que están ya inmersos en las negociaciones. Pero lo cierto es que, según ha sabido este diario por fuentes gubernamentales, no habrá conversaciones formales hasta que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ponga fin a su viaje "privado" en Marruecos -del que no avisó a Díaz-.

Su regreso a Madrid será lo que de el pistoletazo de salida al acuerdo. Hasta entonces "no hay nada", sintetiza una fuente de peso en Sumar por mucho que el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, esté "coordinando" con los socialistas. Moncloa, por su parte, sigue guardando con celo todo lo que tenga que ver con las negociaciones. Pero también ha activado a sus hombres y mujeres con callo en la mesa: desde Félix Bolaños a María Jesús Montero pasando por el PSC.

Mientras, el partido de la vicepresidenta segunda -al que no le ha molestado la visita de Sánchez- y el PSOE pelean por cortejar primero a los independentistas y nacionalistas de los que depende la investidura del líder socialista. Ambos partidos les guiñan el ojo. Primero fue la número dos de Ferraz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al explicitar la conveniencia de abordar ya la reforma del sistema de financiación autonómico con la mirada puesta hacia las reclamaciones del gobierno catalán. Y este mismo miércoles fue la propia Yolanda Díaz, quien pidió reformar el reglamento del Congreso para que los diputados puedan expresarse en las lenguas cooficiales de España; una vieja reclamación de ERC, PNV y el Grupo Plural que ya se debatió en el Congreso en junio del año pasado.

La calma antes de la investidura

"En vistas a la próxima legislatura, Sumar propone garantizar que se puedan usar las lenguas cooficiales en el Congreso, dando un paso más a lo que ya ocurre en el Senado. Concretamente, Sumar propone recuperar la idea propuesta en junio pasado de reforma del reglamento para reformar el artículo 6, que define los derechos de los diputados y diputadas para garantizar que estas pueden expresarse también en los idiomas oficiales en sus comunidades autónomas de origen", explican fuentes del partido.

El reloj avanza. El próximo 17 de agosto se constituyen las Cortes. Y los diputados y senadores tendrán que presentarse en la Carrera de San Jerónimo para inaugurar la decimoquinta legislatura de la democracia. Los 350 diputados tendrán que pactar y otorgar su confianza a un candidato a la presidencia del Gobierno. Quien tiene más opciones es Sánchez. Pero el presidente no tiene nada cerrado. Las reclamaciones de Junts son las que son: amnistía y referéndum de autodeterminación. Aunque el plan de Sánchez es dejar a Carles Puigdemont sucumbir a la presión que está recibiendo desde todos los frentes en Cataluña: desde sus rivales de ERC, al empresariado.

¿Quién habla con quién?

Eso sí, en un afán por marcar la agenda y no perder la iniciativa, la vicepresidenta segunda en funciones quiso enviar el mensaje de que ya están en marcha las conversaciones con los distintos partidos con representación en el Congreso, así como con el el propio PSOE, para alumbrar una nueva coalición. Y eso que este lunes, la vicesecretaria general de los socialistas, María Jesús Montero, también quiso salir al paso de la prisa de Sumar e intentó despejar cualquier sobre que el “encargado de contactar con los diferentes grupos” es el PSOE.

Los socialistas esperan pacientes su momento. El recuento del voto CERA, es decir, el de los españoles en el exterior, dio un escaño más al PP en detrimento del PSOE. Ese movimiento complicó aún más la investidura de Sánchez, quien ahora depende de que al menos uno de los siete diputados de Junts vote a favor de Sánchez.

Ya no vale la abstención de la derecha radical independentista catalana comandada por Carles Puigdemont. Pero este mismo lunes, Coalición Canaria se abrió a negociar una posible investidura de Sánchez, lo que devuelve a Junts, hipotéticamente, al terreno de la abstención. Mientras, ERC ha ofrecido a los de Carles Puigdemont un frente común en la negociación con el PSOE para favorecer los intereses de Cataluña.

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