Pedro Calvo Poch, tercer teniente alcalde y concejal responsable de Economía y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, puede convertirse en la primera víctima del equipo de gobierno de la ciudad de Madrid tras la tragedia del Madrid Arena, en la que han fallecido cuatro jóvenes y una más se encuentra gravemente herida. Como presidente de Madrid Espacios y Congresos, empresa municipal propietaria del recinto y responsable del alquiler del mismo a los organizadores del festejo, Calvo no podrá seguir formando parte del equipo de Ana Botella si se demuestra que el recinto no tenía licencia para funcionar, como viene sosteniendo en las últimas 48 horas el sindicato policial SUP.
De acuerdo con fuentes cercanas a la oposición municipal socialista, “Calvo tiene todas las papeletas para ser el primero en caer a poco que la situación legal en relación a lo ocurrido en el Madrid Arena se le complique al Ayuntamiento de Madrid, porque la tentación de Ana Botella si las cosas empiezan a ponerse feas será ofrecer su cabeza como chivo expiatorio. Para ella, lo importante será salvar su culo”.
Calvo tiene otro frente abierto como responsable de Madrid Espacios y Congresos, entidad de capital 100% municipal, y es que, de acuerdo con la información aparecida el sábado en el diario El Mundo, la empresa Diviertt, organizadora del festejo, nunca pudo haber alquilado el recinto al Ayuntamiento de Madrid al tener deudas pendientes -algo más de 26.000 euros- con la Seguridad Social, ello de acuerdo con la Ley de Contratos del Sector Público.
El consistorio madrileño ha tratado de eludir esta responsabilidad con el subterfugio de que Madrid Espacios y Congresos, entidad gestora del recinto, es una empresa pública, no la Administración en sí misma, a la que cabe aplicar el derecho privado al amparo de la Ley de Bases de Régimen Local, una explicación que expertos en Derecho Administrativo consultados por el citado diario han calificado de “endeble”.
Javier Alonso, miembro del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) que el sábado levantó la liebre de la existencia o no de licencia del Madrid Arenas para alquilar el recinto, se ratificó ayer en sus declaraciones, asegurando que “para que un establecimiento y, máximo un pabellón multiusos como el Madrid Arena, funcionara desde un principio, era imprescindible la licencia de funcionamiento”.
Alonso fue el autor del acta que en 2006 levantó la Policía advirtiendo de que el Madrid Arena carecía de esa licencia. El Ayuntamiento, por el contrario, esgrime que de acuerdo con la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, el recinto no requería de esa licencia al tratarse de un edificio municipal, lo que rebate el aludido aclarando que el artículo 151 de la Ley del Suelo que esgrime la alcaldía trata “de licencias urbanísticas", mientras que la expedición de “una licencia de funcionamiento para una actividad concreta como es un partido de baloncesto o espectáculos públicos” se rige por la Ley de Espectáculos 17/1997 de la Comunidad de Madrid.
Licencia urbanística frente a licencia de funcionamiento
Según Alonso, a tenor de la Ley de Espectáculos y Actividades Recreativas, carecer de esa licencia de funcionamiento significa que ese recinto no debía haber funcionado en ningún momento. “La ley matiza que para obtener esa licencia hay que pasar una serie de requisitos: arquitectónicos, de seguridad y de riesgos laborales, por lo que es fácil intuir que alguno de esos requisitos no se cumplía, porque, en otro caso, no se explica por qué no tenían esa licencia de funcionamiento”.
La presentación por el SUP ayer de la denuncia, de la que se da cuenta también en este diario, no hace sino complicar la situación de Pedro Calvo, un hombre que “no podrá aguantar mucho tiempo en el cargo, dada la dimensión de la tragedia y la importancia de los interrogantes que rodean su gestión en este caso”, sostienen las fuentes citadas arriba.
Ayer, la Comunidad de Madrid que preside Ignacio González se desmarcó sin tapujos del Ayuntamiento de Madrid de Ana Botella. El consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria, señaló que espera que se “depuren responsabilidades a todos los que han violado la Ley de Espectáculos de la Comunidad de Madrid y sus estrictos requisitos”, al tiempo que detalló que esta Ley de Espectáculos establece “estrictos requisitos de aforo, menores, objetos peligrosos, seguridad y control de accesos”.
Leonés y licenciado en Derecho, la de Pedro Calvo, 44, es una vida dedicada en cuerpo y alma al Partido Popular de Madrid, en la doble vertiente de la asamblea de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento de la capital, donde ha desempeñado diversos cargos. Un “fijo” en el PP madrileño. El relato del organigrama y del personal a su cargo dentro del Área de Gobierno de Economía, Empleo y Participación Ciudadana que ahora dirige asustaría a más de un consejero delegado de empresa multinacional. Baste decir que de él dependen empresas tan notorias como la citada Madrid Espacios y Congresos; la empresa mixta de Mercados Centrales de Abastecimiento de Madrid, MERCAMADRID; la también mixta de Servicios Funerarios de Madrid; la Agencia de Desarrollo Económico Madrid Emprende; la Agencia para el Empleo de Madrid; la Agencia de Gestión de Licencias de Actividades, y el Instituto Municipal de Consumo. Un genio de la gestión este hombre.
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