España

Todos contentos: los barones mantienen el veto a Podemos y Sánchez se blinda como candidato al 26-J

La única decisión formal adoptada este sábado por el comité federal del PSOE ha sido la de retrasar su congreso. Sin embargo, los barones han salido de la reunión con la convicción de que no habrá pacto de Gobierno con Podemos, mientras Pedro Sánchez se ve consolidado como cartel electoral para el 26-J.

Un barón regional lo resumía así a la salida del comité federal: “Todos contentos”. Más allá de la palabrería y de las buenas intenciones, el líder socialista ha salido de la reunión con la convicción de que si hay nuevas elecciones generales, él repetirá como candidato. Sigue siendo el escenario más probable, porque los barones regionales se han ocupado de recordarle que siguen vigentes dos prohibiciones fijadas el pasado diciembre: la de no pactar con el PP y la de no negociar con Podemos mientras defienda la celebración del referéndum en Cataluña. Algunos consideran que ésta ya la ha violentado.

Hace tres meses, Sánchez vió en peligro su liderazgo y ahora se ve seguro en el cartel electoral

Esta última condición no deja de ser, en realidad, un mero pretexto para levantar un dique de contención insalvable contra un posible acuerdo con Pablo Iglesias que continúa provocando un profundo rechazo en las federaciones más importantes: no lo quiere Andalucía, y este sábado se ha encargarlo de recordarlo a su manera Susana Díaz, como tampoco Extremadura y Asturias, pilotadas por dos barones de referencia que en esta ocasión se han ausentado del comité federal.

El pacto con Podemos tampoco es respaldado por Castilla-La Mancha. Su presidente, Emiliano García-Page, ha señalado que el PSOE, pese a que Sánchez asegura que irá a la negociación con Pablo Iglesias “sin líneas rojas” y haciendo “cesiones”, tiene muy claros los cimientos del diálogo con Podemos y no va a vender su alma. “No vamos a traficar ni alquilar nuestros valores ni principios. Nuestro esfuerzo para llegar a acuerdos será rentable si hay elecciones”.

Más claro, es difícil hablar. La mayoría de los dirigentes territoriales piensan como él, que a Sánchez le será prácticamente imposible poner de acuerdo a Ciudadanos y a Podemos para formar un Gobierno a tres y que le será igualmente difícil que el PSOE acepte las condiciones para el pacto que acabará poniendo Pablo Iglesias, por mucho que las bases de Podemos, ahora se han puesto de moda las decisiones asamblearias, las ratifiquen. Además, casi nadie ve a Sánchez arriesgándose a consultar a la militancia socialista unos acuerdos que transgredan las fronteras marcadas por el comité federal. “Significaría romper el partido”, afirmaba ayer otro barón regional.

Aplazamiento sin fecha del 39 Congreso

Pese a sus problemas para conciliar con Susana Díaz y las federaciones en las que más influye, Sánchez no ha salido debilitado de esta reunión. Casi a la chita callando, el aplazamiento sin fechas del 39 congreso y, por tanto, de las primarias previstas para elegir al secretario general, le han blindado como cartel electoral para la cita del 26 de junio. No es un éxito pequeño.

Hace solo tres meses, en vísperas de Nochevieja, estuvo a punto de perder el liderazgo del partido, pero la duda de los barones y el canguelo final de Susana Díaz salvaron su cabeza. 93 días después, está convencido de que nadie le disputará la candidatura en caso de nuevas legislativas, después de haber aumentado su volumen político tras una investidura fallida y un acuerdo con Ciudadanos que ha tranquilizado a las federaciones de su partido y va a servirle en las próximas semanas para seguir manteniendo viva la ficción de que puede alcanzar La Moncloa.

El mimo de Sánchez a Iceta se comprende por la importancia que Cataluña puede tener para el PSOE el 26-J

El barón que con mayor entusiasmo le ha acompañado en este viaje ha sido el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que ayer proponía desvincular el contencioso catalán de la negociación para la investidura de Sánchez. De sus conversaciones con los independentistas de En Comù Podem, Iceta ha concluido que Podemos no renunciará al referéndum y, por tanto, que este seguirá siendo un problema que atasca otros acuerdos definitivos. Pero el protagonismo que le ha dado Ferraz no es casual. De celebrarse nuevas elecciones, los resultados del 26-J en Cataluña para el PSOE serán casi tan importantes como los que obtenga en Andalucía o en la comunidad valenciana. De ellos dependería que Sánchez tenga, o no, una segunda vida política. La conclusión, pues, todos contentos.  

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