Después de cinco horas reunido con la comisión permanente, Pedro Sánchez ha comparecido ante los medios para dejar claro que, salvo que el comité federal del sábado vote en contra, piensa consultar a la militancia el próximo 23 de octubre si le quiere como secretario general o prefiere otro candidato, teniendo en cuenta que él defiende la formación de un Gobierno alternativo de izquierdas y rechaza de forma categórica facilitar la investidura a Mariano Rajoy.
Sánchez emplaza a Susana Díaz y los barones críticos a que defiendan en público la investidura de Rajoy
Sánchez justifica la fijación del 39º Congreso para los primeros días de diciembre, pendiente también de la ratificación del comité federal, por la necesidad de abrir un debate en profundidad sobre la estrategia que debe seguir el PSOE en los próximos años: “hay quienes proponen que seamos un partido subalterno del PP y quienes, como yo, defendemos un proyecto de izquierdas y autónomo de la derecha política y económica”. Quien gane este congreso, ha recalcado, debe respetar a la nueva ejecutiva y trabajar porque el partido “tenga una única voz, la del secretario general”.
La anticipación del Congreso le ha servido a Sánchez claramente como un señuelo para que el debate no se focalice sobre la derrota electoral socialista en Galicia y el País Vasco. Sánchez ha emplazado a quienes creen que podrían haber defendido mejor los intereses del PSOE en estas y otras comunidades a que se presenten como candidatos a la secretaria general en las primarias de octubre.
El líder socialista ha advertido que seguirá hablando con todas las fuerzas políticas para formar un Gobierno alternativo al del PP, pero no cerrará con ellas acuerdo alguno hasta que el día 23 del mes que viene no sea avalado por la militancia. En el caso de que no tuviera el respaldo de los militantes y ganara otro candidato, Sánchez le daría todo su apoyo. Mientras tanto, su esfuerzo se volcará en “explorar el Gobierno de cambio con todas las fuerzas”.
El líder socialista no aclara si dimitá el sábado en caso de que el comité federal le desautorice
Sánchez ha llamado, finalmente, a los barones críticos a hablar claro. “Yo no me voy a cruzar de brazos, los que quieren que se facilite la investidura de Rajoy, que lo digan bien claro y en alto”. En esa apuesta doble por primarias y congreso federal, Sánchez está convencido de que será respaldado por el comité federal del sábado, pero no ha querido precisar qué hará en caso contrario. ¿Dimitirá? El asegura que no contempla esa posibilidad y, por tanto, ni siquiera se la ha planteado.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación