La intención del núcleo duro de la ejecutiva que apoya a Pedro Sánchez es evitar a toda costa que del comité federal de este sábado salga una nueva resolución endureciendo las condiciones que los dirigentes socialistas impusieron en la última reunión para trenzar un acuerdo con Podemos. Con este objetivo, Sánchez pedirá que el cónclave se atenga de forma estricta al orden del día, aunque no vaya a poder evitar que las voces críticas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón y la Comunidad Valenciana, sobre todo, vuelvan a alzarse contra un posible acuerdo de Gobierno que cuente con las fuerzas independentistas. El viernes por la tarde se reunió con la presidenta andaluza, Susana Díaz, y no pudo hacerlo con Guillermo Fernández Vara por problemas de agenda del presidente extremeño.
La fecha que el PSOE fijará este sábado para su congreso ordinario será provisional
La resolución aprobada el pasado 28 de diciembre en el último comité federal fija a Sánchez las fronteras que no puede cruzar. La primera es la de pactar con Podemos mientras esta fuerza política siga defendiendo el derecho de autodeterminación. Un sector del PSOE tampoco quiere llegar al Gobierno aupándose en fuerzas independentistas como Convergencia o Esquerra. La segunda condición establece que los socialistas nunca facilitarán la continuidad de Mariano Rajoy o de otro candidato del PP en La Moncloa. En el documento también se lee que ir a unas nuevas elecciones generales sería un fracaso.
¿Me estáis pidiendo que me vaya?
Sánchez salió de aquel comité federal con la sensación de haber quedado maniatado. La noche anterior, en una reunión con los principales barones, llegó a preguntar en alto: “Entonces, ¿lo que me estáis pidiendo es que me vaya?”. Al final, logró sobrevivir a la ofensiva, aunque Susana Díaz y sus promotores se sintieron rearmados en sus tesis cuando a finales de la semana pasada vieron irrumpir a Pablo Iglesias en el Congreso reclamando la Vicepresidencia del Gobierno y repartiendo varias de sus carteras. El golpe quedó compensado cuando se destapó hace unos días el escándalo del PP valenciano, pues también ha dado serios argumentos a quienes dentro del Partido Socialista rechazan de plano cualquier posibilidad de seguir los consejos de Felipe González y negociar un acuerdo de Gobierno con los populares.
Sánchez cree que el tiempo corre a su favor para volver a ser candidato si hay nuevas elecciones
Hoy también entrará en el debate del comité federal la fecha del próximo congreso. Sánchez quiere fijarlo para la primavera, pero en su equipo se admite que esta fecha será provisional ya que todavía se desconoce si habrá que ir o no a unas nuevas elecciones generales. La intención del líder socialista es volver a concurrir a ellas como candidato y cree que los tiempos corren a su favor. Sin embargo, nadie duda en el PSOE de que si esto ocurre volvería a abrirse de nuevo una ruidosa polémica, pues todos, incluido Felipe González, consideran incuestionable que su partido cosechó el pasado 20-D los peores resultados de su historia.
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