España

La integración de la cúpula de Podemos, el gran peligro para la plataforma de Díaz

Podemos Yolanda Díaz

Yolanda Díaz tiene ante sí un reto de gran envergadura: unir en un “frente amplio” bajo su liderazgo a una izquierda fragmentada para disputar al PSOE el voto progresista en 2023. La clave del plan es Podemos. El partido que capitanea Ione Belarra está dispuesto a diluir su marca en la plataforma y, de puertas para afuera, apoyar a la vicepresidenta segunda. Pero parte del éxito de Díaz dependerá de cómo integra a la cúpula morada.

El entorno de la vicepresidenta dice que, por el momento, ella no va a valorar “percepciones, peligros o riesgos” para sus planes electorales, porque está centrada en forjar una nueva legislación laboral que derogue la reforma del PP. Ese, además, es el moméntum que algunos morados ven factible para que la ministra de Trabajo presente en sociedad su plataforma.

El equipo de Díaz, sin embargo, es mucho más prudente: “Apenas ha arrancado el proceso de conversación. No sabe aún si será la candidata y tampoco es cuestión de hitos el anuncio del lanzamiento de la candidatura. Es que no puede descarrilar algo que no ha empezado”.

En política, uno de los mejores termómetros para medir el estado real de las cosas son los gestos, porque permiten decir lo que no se puede verbalizar. Y en las últimas semanas, Díaz ha dejado varios que apuntan a un distanciamiento “muy calculado” de Podemos, como contó a este diario una fuente morada

Nubes de tormenta con ataques

En parte, porque a la vicepresidenta le interesa alejarse de una marca en horas bajas. Pero también porque empieza a crecer el recelo en la cúpula morada sobre los planes de Díaz. En plata: ¿qué va a ser de Ione Belarra, Lilith Verstrynge e Irene Montero si la ministra de Trabajo llevará el timón del barco morado? ¿Cómo será la transición en el liderago y en la toma de decisiones?

Una fuente muy próxima a Díaz explica que tanto Belarra como Montero tienen ya en el punto de mira a la vicepresidenta, sobre la que “más pronto que tarde empezarán a llover ataques''. No solo del PSOE, también de sus compañeras de Podemos, algo que los morados tachan de absurso. La versión oficial de Podemos es que la "única visión" imperante es que "Yolanda es la única candidata". El problema es que en las últimas semanas Díaz ha ido por libre y no se ha dejado ver con ellas en actos de partido. 

La ministra de Trabajo fue la gran ausente del cónclave de Podemos en Rivas Vaciamadrid, donde el exlíder Pablo Iglesias bendijo los planes de la vicepresidenta, a quien designó como su sucesora natural al mando de la máquina electoral de la izquierda a la izquierda de los socialistas cuando anunció su dimisión para concurrir en las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo.

El acto de sobre feminismos en Valencia es un gesto más que permite calibrar las preferencias políticas de Díaz

Poco después trascendió una cita, aún sin fecha confirmada y organizada por la número dos del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, en la que Díaz se dejará ver junto en Valencia a otras mujeres referentes de la izquierda como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la líder de Más Madrid, Mónica García. 

A ese encuentro de Valencia no viajará ninguna dirigente morada, aunque Podemos no descarta tener representación, algo que se antoja complicado porque Oltra (Compromís) es socio de Más País y Más Madrid, dos partidos hermanos cuyas relaciones con los de Ione Belarra son muy malas tras la traumática salida de Íñigo Errejón de Podemos para iniciar su propio camino junto a la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena. 

El acto de sobre feminismos en la capital del Turia es, no obstante, un gesto más que permite calibrar las preferencias políticas de Díaz, por mucho que ese acto se venda como apartidista. Quizá para terminar con el carrusel de citas paralelas y sentar, por fin, a Díaz y a Belarra en un acto de partido, Podemos ha organizado el 18 de octubre en el Congreso unas jornadas sobre vivienda en las que estarán ambas acompañadas de Ada Colau.

El reto de la integración orgánica

“Díaz está sujeta a bastantes peligros. La clave está en la predisposición a una cooperación plena por parte de Podemos y sus confluencias. En Comú Podem parece que es más propenso a cooperar. No tengo tan claro que este sea el caso respecto a Podemos”, opina el politólogo de la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Vallespín.

En la misma línea se muestra el politólogo José Ignacio Torreblanca, autor de Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis: “El primer reto complicado de Díaz es conseguir la integración orgánica o, al menos, la colaboración leal de Podemos y Más País bajo una misma fórmula electoral. Eso es muy difícil. Las personas de esas dos organizaciones rompieron hace tiempo porque no comparten ni las estrategias ni las tácticas. Díaz es difícil que tenga la autoridad para unificar a las dos y que acepten su liderazgo. Además, Podemos no va a aceptar fácilmente que ella sea algo más que el cartel electoral”.

Podemos asume que el día en que Yolanda Díaz tome el mando está cada vez cerca. Pero lo cierto es que la vicepresidenta no pertenece al partido como tal. Ella tiene carné del Partido Comunista, integrado en Izquierda Unida que, a su vez, fue absorbida por los morados en el ciclo electoral de 2015. Por eso no deja de ser irónico que sea una comunista la que esté a punto de hacerle a Podemos lo mismo que Iglesias hizo en su día con Izquierda Unida.

El espacio que puede llenar Díaz es el de una marca que ya existe, que es Podemos

“Eso puede generar tensiones”, arguye Vallespín, quien advierte que lo más complicado para Díaz será que toda la izquierda a la izquierda del PSOE tenga el mismo discurso: “Habrá que consensuar también un discurso dentro de este territorio de los grupos. Lo que favorece a Díaz es que está en el poder y practica desde él una política relativamente pragmática que puede perder pie si tiene que abrazar algunas de las disposiciones que tiene Podemos y que, en cierto modo, no son muy reconciliables con la mayoría de las decisiones que ha seguido hasta ahora el Gobierno de coalición”.

Su colega José Rama, politólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, zanja: “Los peligros a los que se enfrenta Díaz son los clásicos de cualquier líder que intente crear una nueva opción. El primero tiene que ver con la viabilidad, es decir, hasta qué punto hay una demanda de la oferta que va a sacar. Y, segundo, si realmente hay espacio político. Este es el gran peligro al que se enfrenta. El espacio que puede llenar Díaz es el de una marca que ya existe, que es Podemos. Y pese a que intente moderarla lo va a tener difícil. En términos de espacio, Díaz tiene el gran peligro de intentar aglutinar tanto del lado del PSOE como del de Podemos y quedarse en nada”.

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