Los incendios en España son un problema que parece no tener fin. Se producen de media al año unos 11.700 incendios en España según el Fondo Mundial para la Naturaleza. En los últimos veinte años, la mayor concienciación ciudadana y la creciente persecución de los delitos incendiarios y la mejora de los equipos de extinción han logrado reducir el número de incendios que se producen cada año en España.
En 2022 solo hasta mediados de agosto ya se habían quemado alrededor de 229 250 hectáreas, lo que supone un conjunto mayor que sumando los datos de los cinco años anteriores, todo según datos del Ministerio para la Transición Ecológica según EFE. En la última década el número de incendios forestales se redujo un 36%, pero no hay que olvidar las grandes catástrofes forestales ocurridas en nuestro país.
Incendio de Guadalajara de 2005
Hace 18 años las llamas se llevaron por delante 11 vidas y 13.000 hectáreas de alto valor ecológico en el Alto Tajo. Esta catástrofe motivó la creación de la UME y la prohibición de hacer fuego al aire libre en época estival. El 16 de julio de 2005 una fogata hecha por unos excursionistas en una zona de barbacoas de La Riba de Saelices (Guadalajara), en pleno Parque Natural del Alto Tajo, dio inicio a una de las mayores catástrofes humanas de la historia ecológica de España.
El Ministerio de Medio Ambiente mandó al lugar dos hidroaviones, aunque uno de ellos tuvo que marcharse para prestar apoyo en otro incendio declarado en Zaragoza. Cuando la Guardia Civil y los bomberos accedieron al lugar, se toparon con dos camiones cisterna y tres todoterrenos completamente calcinados y a los 11 fallecidos por el incendio que formaban parte del equipo de extinción del mismo.
En 2012 la audiencia provincial de Guadalajara condenaba al excursionista que inició el fuego a dos años de cárcel y una indemnización 10.640.971,14 euros para la Junta de Castilla-La Mancha por un delito de incendio forestal cometido por imprudencia grave.
Incendio de Cortes de Pallás y Andilla (Valencia)
El verano de 2012 fue extremadamente cálido y seco, estas condiciones favorecieron a que fuera el peor año en términos de superficie forestal calcinada. La Comunidad Valenciana sufrió especialmente y se convirtió en una de las zonas más castigadas por superficie: 56.931 ha calcinadas.
El interior de la Comunidad Valenciana fue el más afectado por los incendios este años. Una persona perdió la vida y tuvieron que desalojarse más de 20 municipios de Castellón, Alicante y Valencia. Los más afectados: Cortes de Pallás y Andilla. Años más tarde se supo por un estudio realizado por Greenpace en España investigó y concluyó con que los dos municipios de la Comunidad Valenciana más afatados, no contaban con planes preventivos ni de emergencia local.
En este caso, fue un cúmulo de tragedias y malas decisiones las que produjeron este desastre natural. En el primer caso, fue una negligencia en un trabajo de soldadura lo que inició la catástrofe, que fue alentada por una oleada de viento de poniente. Las temperaturas llegaban a los 40º. Mientras el incendio comenzaba a extenderse, en Corte de Pallás, otra negligencia, esta vez en la quema de rastrojos, produjo un segundo gran incendio en el municipio de Andilla. En este caso el terreno quemado llegó a las 22 500 hectáreas. Ambos incendios sumaron un total de 52 500 hectáreas.
Incendios de Gran Canaria de 2007
Las Islas Canarias sufrieron dos terribles incendios en el verano de 2007, cuando estaban siendo asoladas por una ola de calor que provocó máximas por encima de los 40º. Al fuego de Gran Canaria, provocado por un trabajador forestal que fue condenado a ocho años y medio de cárcel, se le sumó otro en Tenerife que arrasó 16.820 hectáreas. Durante el juicio pidió perdón y alegó que el fuego se le "fue de las manos" porque solo quería mostrar que había pocos medios de extinción.
En total, fueron un conjunto de cuatro grandes focos que tuvieron lugar en Canarias y que se prolongaron desde el 26 de julio hasta el 15 de agosto de 2007. Más de 14.000 personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares debido a los incendios.
Los afectados por este incendio confesaron años más tarde sentirse "olvidados", al tiempo que han denunciado la "pasividad y dejadez" del Gobierno central, el Ejecutivo regional, la Delegación del Gobierno en las islas y el Cabildo a la hora de resolver la "terrible catástrofe", que temen que se repita otro año debido al lamentable estado del monte.
Incendios de Galicia de 2017
2017 fue un año trágico para Galicia. Entre el 13 y el 15 de octubre ardieron cerca de 50.000 hectáreas en una ola de incendios que se cobró cuatro víctimas. Fueron unos incendios incontrolados por el efecto del huracán Ophelia, cuyos vientos hicieron expandirse las cenizas ardiente, a lo que se sumaba el calor de aquel mes de octubre y la escasez de lluvia.
La velocidad de propagación del fuego llegó a superar los 6 km/h, lo que supone de tres a nueve veces por encima de la capacidad de extinción. Estos incendios superaron presas, crearon focos secundarios hasta a dos kilómetros de distancia y generaron lo que llaman los expertos como una tormenta de fuego.
El martes 17 de octubre el riesgo disminuyó notablemente debido a las intensas precipitaciones que afectaron a toda la comunidad. Todavía se mantenían activos cincuenta fuegos en Galicia, pero ya no amenazaban a núcleos urbanos. La Junta se centró desde este día en ayudar a recuperar las viviendas perdidas y buscar a los culpables de los incendios.
Incendios de la Sierra de la Culebra de 2022
En el verano de 2022 tuvieron lugar dos grandes incendios en la sierra de la Culebra, en el noroeste de la provincia española de Zamora. Afectaron especialmente a la sierra de la Culebra y sus alrededores. El primero de ellos se inició el 15 de junio entre los términos de Ferreras de Arriba y Sarracín de Aliste, y el segundo el 17 de julio en el término de Losacio.
Una ola de indignación recorrió la provincia de Zamora. Se organizaron dos manifestaciones masivas en la capital, y muchas otras en los pueblos afectados, cuyos vecinos crearon la plataforma “La Culebra no se calla”, hoy constituida en asociación. Esta sierra es Reserva Regional de Caza y Reserva de la Biosfera, paraíso del lobo ibérico, una zona de gran importancia ecológica de esta zona.
A día de hoy siguen sucediendo desgracias medioambientales en nuestro país. Cuatro días después del inicio del incendio forestal que se inició el jueves en Villanueva de Viver, Castellón, sigue activo y los últimos datos apuntan por ahora, a unas 4.000 hectáreas quemadas en un perímetro de unos 40 kilómetros.