La aparente luna de miel conseguida por Alfredo Pérez Rubalcaba con el primer secretario del PSC, Pere Navarro, después de la renuncia de éste y de la mayoría de su ejecutiva a secundar el llamado ‘derecho a decidir’, pende de un hilo. Los socialistas catalanes han decidido no retratarse en la defensa de la Constitución durante la manifestación convocada para mañana en Barcelona para conmemorar el 35 aniversario de su aprobación. Todas las gestiones hechas desde la ejecutiva federal para arrastrar al PSC a la convocatoria secundada por el PP y Ciudadanos no han tenido éxito.
Pere Navarro se ha comprometido con la plataforma que organiza la manifestación a favor de la Constitución a no represaliar a los militantes que participen en ella el viernes
Navarro ha puesto como pretexto que la iniciativa de esta celebración parte de la plataforma Som Catalunya, Somos España, la misma que reunió a decenas de miles de catalanes en la última celebración de la Hispanidad. Algunas pancartas exhibidas en esta demostración no fueron del gusto del PSC. El propio Navarro y el exministro Celestino Corbacho, se reunieron este miércoles con representantes de la plataforma y se comprometieron a dar libertad a los militantes para que acudan a la manifestación sin tomar represalias.
Para contrarrestar malas interpretaciones, Rubalcaba oficiará este jueves en la sede federal del PSOE un acto en homenaje a la Constitución en el que intervendrán una diputada de las Cortes Constituyentes, María Izquierdo, y dos parlamentarios de 35 años. Representaciones escénicas aparte, en la dirección del PSOE no se oculta que la actitud del PSC acentúa el mensaje de confusión que envuelve la posición de todo el partido ante el desafío soberanista en Cataluña y, por extensión, ante la crisis territorial que castiga a España. La situación se le complica todavía más a Rubalcaba porque no dejan de oírse voces potentes que cuestionan su apuesta federal, bien por ineficaz, bien por su ambigüedad y falta de claridad. Entre ellas destacan las del exvicepresidente Alfonso Guerra y la del expresidente del Congreso José Bono. El primero señaló este miércoles en una entrevista en El País su escepticismo ante la reforma constitucional que ahora pide la dirección del PSOE. “El Estado autonómico es federal, funciona como un Estado federal. Tengo dudas de que esa reforma pueda satisfacer las aspiraciones de los dirigentes nacionalistas catalanes”, asegura uno de los padres de la Constitución.
Rubalcaba escenifica este jueves en la sede federal del PSOE una celebración del 35 aniversario de la Constitución para contrarrestar malas interpretaciones
Bono no solo ha criticado la apuesta federalista como solución para sacar a los socialistas catalanes del lío en el que están metidos, sino que ha culpado al PSC de llevar a Cataluña “a las puertas de la independencia”, gracias a la tarea de gobierno que compartió con Esquerra Republicana en la etapa de José Montilla como presidente de la Generalitat. “Lo del PSC no tiene nombre”, ha llegado a decir.
La cúpula del PSOE teme ahora que éstas y otras opiniones, sumadas a la división interna que persiste en el PSC, donde acaba de producirse la primera dimisión de un miembro de su ejecutiva en Barcelona, echen por tierra el esfuerzo que ha hecho Rubalcaba en los últimos meses para fumar la pipa de la paz con Pere Navarro y tiren también por la borda el consenso alcanzado el pasado verano en Granada dentro del Consejo Territorial, donde los barones decidieron tomar como bandera la reforma de la Constitución para avanzar hacia un Estado federal. El alumbramiento de la Declaración de Granada costó sudor y lágrimas a la actual dirección del partido, pues tuvo que poner de acuerdo a todos los dirigentes regionales, desde el extremeño Guillermo Fernández Vara hasta el toledano Emiliano García-Page, pasando por quienes controlan los aparatos del partido en Asturias, Galicia y, por supuesto, Cataluña.
La tregua con el PSC es tan frágil que puede romperse en cualquier momento, se reconoce en la dirección del PSOE
“Asistimos a una tregua muy frágil que puede romperse en cualquier momento”, reconocen fuentes de la ejecutiva federal del PSOE, conscientes de que el guion que prepara el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para los próximos meses –fecha y pregunta para el referéndum, ley de Consultas… – pondrá de nuevo a prueba la cohesión dentro del PSC.
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