Junto a la imaginación, osadía y resiliencia que le son propias, Pedro Sánchez dispone para sus estrategias y movimientos tácticos de un ejército de altos cargos y asesores, entre ellos uno de reciente creación que responde al nombre de Jesús Perea Cortijo, quien a tenor de su nombramiento por Real Decreto inspira, por ejemplo, la presentación del fin de las 'golden visa' como una solución para el problema de la vivienda porque oligarcas rusos y venezolanos no seguirán comprando mansiones en Marbella. La anterior Unidad de Discurso y Mensaje de Presidencia del Gobierno ha sido elevada a la categoría de Departamento dependiente del Gabinete del Presidente y su responsable, Perea Cortijo, ascendido a director general con un sueldo anual que no bajará de los 92.400 € como un responsable o `fontanero´ de los mensajes que emanan desde La Moncloa.
El Real Decreto con la nueva estructura de la Presidencia tras la última remodelación del Consejo de Ministros, al describir la composición del Gabinete del Presidente no especifica el trabajo a llevar a cabo por el director general de Discurso y Mensaje, ni tampoco se aclara en la ficha de alto cargo de Perea Cortijo, despachando con cinco palabras sus funciones en este puesto de confianza: “Las propias de su cargo”. Los observadores más cercanos a los hilos que se mueven en La Moncloa han querido ver la mano de dicho alto cargo detrás de las respuestas uniformes y sincronizadas con las que los ministros salen al paso de cualquier asunto polémico que afecte a la acción gubernamental, a iniciativas de Sánchez e incluso al tipo de críticas lanzadas hacia Núñez Feijóo y Díaz Ayuso.
El empeño gubernamental por dominar el relato en la opinión pública se ha intensificado desde que en la `fontanería´ de Moncloa se creó la especialización en Discurso y Mensaje, una lanzadera desde la que se disparan mensajes-cohete, efectistas y casi deslumbrantes en su aparición. En unos casos mantienen su impacto por largo tiempo y en otros dejan de brillar al poco debido a su motivación coyuntural o inconsistencia argumental. Así se puede reconocer en iniciativas del presidente Sánchez acompañadas de consigna como las de `vender´ el valor reconciliador y pacificador de la amnistía, insistir en la identificación del Partido Popular con Vox visitar el osario de Cuelgamuros para calzar la memoria histórica en el iniciado debate electoral.
Jesús Javier Perea Cortijo, aunque natural de La Provencia (Cuenca) se afincó en La Roda (Albacete). Licenciado en Derecho por la Universidad de Castilla-La Mancha y abogado no ejerciente del Colegio de Abogados de Albacete, lleva 24 años viviendo de sueldo público. Empezó a temprana edad como concejal en La Roda y diputado al Congreso por Albacete en 2000. Desde entonces ha sido director general en la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, director de Información Autonómica en la Secretaría de Estado de Comunicación, secretario de Estado de Migraciones y, desde junio de 2022, Jefe de la Unidad de Discurso y Mensaje en el Gabinete del Presidente, ahora con superior rango y retribución.
En esa carrera política no hay datos o resultados de lo que sería una gestión comunicadora, pero algo vio Sánchez Pérez-Castejón en Perea Cortijo para llevárselo a la Moncloa con el primer grupo de asesores nada más ganar la moción de censura en 2018. Al jefe del Gobierno le agradan las ideas y la confección del relato que le propone el antiguo concejal de La Roda -uno de esos concejales de provincias que ha despreciado Sánchez-, tan determinantes en la política desplegada por el presidente Sánchez.
Una muestra del aprecio que la labor del socialista albaceteño despierta en el titular del Ejecutivo ha sido que, aprovechando la formación del actual Gobierno, el presidente Sánchez ha liquidado de un plumazo veinte de los departamentos que había creado, a su imagen y semejanza, en la Moncloa durante la anterior legislatura. De esa limpia no solo se ha librado la Unidad de Discurso y Mensaje, sino que ha pasado a un nivel superior en organigrama y convive con otra unidad llamada de “Comunicación con la Ciudadanía”, dependiente del Departamento de Planificación Política. Entre los organismos desaparecidos, que nunca alcanzaron proyección pública pero dispusieron de presupuestos suficientes, figuran la Oficina de Prospectiva y Estrategia de País, el Alto Comisionado para la Lucha contra la pobreza infantil, la Unidad de Modernización, Calidad y Sostenibilidad, la Unidad para la Igualdad y las Libertades, las Unidades para la Cohesión Social y para la Cohesión Económica, etcétera.
La satisfacción del Presidente con el responsable de discursos y mensajes no se ha limitado a ese ascenso. Desde su incorporación a la `fontanería’ de Pedro Sánchez en la Moncloa, Perea Cortijo ha compatibilizado sus cargos relevantes en la Administración del Estado con puestos en los consejos de administración de, al menos, dos empresas estatales. Ocurrió en 2018 con su nombramiento como vocal del consejo de administración de la agencia de noticias Efe (100% de la SEPI) y posteriormente como miembro del consejo de administración de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), dedicada a “trasformar m2 de suelo público en lugares habitables”. En ambos casos como consejero representante de la Presidencia del Gobierno.
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