¿Quién es el votante de Yolanda Díaz? La demoscopia tiene un reto mayúsculo hasta que se celebren las próximas elecciones generales: perfilar algo que no existe. La vicepresidenta segunda aún no ha sometido su herramienta política al escrutinio de las urnas. Pero los expertos consultados por Vozpópuli dibujan el perfil de votante que con más probabilidad puede subirse al proyecto amplio que se cocina en la izquierda: mujer, clase media-alta, profesora...
Díaz se lanzará después de Navidad a construir su futura plataforma. La también titular de Trabajo reitera que su coqueteo electoral es "transversal". Ella habla a todo el país. Y, por eso, rehúsa las etiquetas y reniega ser la izquierda a la izquierda del PSOE. Es más, dice que le regala esa "esquinita pequeña y marginal" a su socio de Gobierno. De ahí que se fotografíe este sábado con el Papa o que, por coherencia, se ausentase del boato del aniversario de la Constitución tras decir que no le gustaría ser presidenta.
"Lo más probable es que Yolanda Díaz tenga una mezcla del perfil de votante tradicional de la izquierda radical española: perteneciente a profesiones socio liberales, especialmente relacionados con el sector de la educación, que es el que más vota a este tipo de partidos. Y de clase media con un nivel educativo alto, pero no clase alta", analiza el politólogo Javier Lorente, doctor en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Madrid.
Además, es muy probable que la también titular de Trabajo se vea arropada por más mujeres. "Aunque esto habrá que verlo, porque Podemos lo hacía muy mal entre las mujeres. El efecto Pablo Iglesias restaba mucho atractivo al partido como formación feminista. Habrá mujeres que voten a Yolanda que no votaban a Podemos por el perfil del líder", zanja Lorente.
Su colega José Rama, también politólogo de la Autónoma de Madrid, cree que su disposición a llegar a pactos con sus adversarios le está surtiendo efecto: "Parece una persona de consenso, comprometida con las clases medias y trabajadoras pero capaz de llegar a acuerdos con las cúpulas de poder. En este sentido, es más transversal que los antiguos líderes de Izquierda Unida", zanja.
En el fondo, el discurso electoral de Díaz es muy parecido al del primer Podemos. La vicepresidenta busca una herramienta que atraviese voluntades diferentes porque su buena valoración, como señala en InfoLibre la exdirectora del CIS Belén Barreiro, está instalada "en el centro, en la izquierda más moderada, en la izquierda menos moderada, entre los jóvenes, entre las personas de mediana edad y en distintas clases sociales".
Un contexto diferente
El problema es que el contexto político del país, siete años después del nacimiento de Podemos, es muy diferente. "Va a recuperar una transversalidad para acercarse al centro, aunque tengo dudas de que lo consiga. La principal dificultad que va a tener es que el enfado que había en 2015 con el PSOE no creo que lo haya ahora", detalla Lorente.
Rama coincide en el diagnóstico: "Yolanda Díaz puede tener un perfil de votante tipo Izquierda Unida. Por un lado, tradicional de izquierdas, de clase trabajadora y de las franjas intermedias de edad (35-55 años). Pero, por otro lado, también puede lograr apoyos de un perfil de empleado público con recursos medios y con nivel de estudios alto. También puede captar un voto femenino que vea en su figura una líder capaz de cambiar la política".
Pero más allá de a quién se dirija, la realidad es que será la salud del PSOE la que determine su capacidad de crecimiento. Para Rama, si Díaz es realmente transversal y el PSOE está en horas bajas, podría ser capaz de atraer votantes socialistas por su perfil de gestión e integrador. Pero tendrá difícil confrontar con el PSOE.
Díaz va a tener difícil movilizar ese sentimiento contra los socialistas", señala el politólogo Javier Lorente
"En la izquierda había sensación de traición del Gobierno del PSOE hacia los trabajadores por la gestión de la primera crisis económica. Y eso no existe hoy. Es más, es que gobiernan juntos. Yolanda Díaz va a tener difícil movilizar ese sentimiento contra los socialistas", explica Lorente, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos.
El contexto político contendrá el crecimiento de la plataforma de la vicepresidenta: "Lo que puede hacer Yolanda es evitar fugas hacia posibles coaliciones que se establezcan a la izquierda. Es decir, contener. Y es que el liderazgo es un factor importante en el voto, pero no es el más importante. Moviliza, pero hay otros como la ideología o la identificación partidista que lo hacen más. Y van a intentar ir hacia el centro para buscar votantes transversales satisfechos con el tono y las políticas de Yolanda, bien valorada, porque se ha centrado en gestionar".
Con todo, Díaz enfrenta otro riesgo: hay quien no sabe situarla. Barreiro, la socióloga que dirigió el CIS, lo aclara: "Hemos detectado en nuestros estudios que la gente tiene claro que es una candidata de izquierdas y no le ve defectos. Tiene muy buena valoración, pero hay una parte del electorado que la asocia con el PSOE, otra con Podemos y otra que no sabe muy bien con quién. Es una incógnita cómo se va a presentar a la ciudadanía, de qué va a ser candidata". Pero para eso trabaja, desde la vicepresidencia, el cuartel electoral de Yolanda Díaz.
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