Jonathan Sánchez, el patrón del pesquero Mi Daniela, que fue abordado este lunes por tres embarcaciones de Gibraltar e imputado de nueve cargos por pescar frente a la costa este del Peñón, ha vuelto a ser hostigado esta mañana por la Policía Real gibraltareña cuando ha acudido a la zona a recoger las redes que había tirado ayer al mar.
El pescador, de 33 años, acudió junto a su compañero de tripulación al puerto pesquero de La Atunara, en La Línea de la Concepción (Cádiz), donde ya le esperaba una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, según ha comprobado Efe.
Jonathan Sánchez había contactado con el Instituto Armado para que lo escoltaran cuando fuera a retirar las redes, situadas en el mismo lugar donde ayer se produjo el incidente en torno a las 9.00 horas. A esa hora, el pesquero Mi Daniela fue abordado por embarcaciones de la Policía Real de Gibraltar, Aduanas y Medio Ambiente, que le requirieron su documentación y le imputaron varios cargos, entre ellos los de pescar en aguas que Gibraltar reclama como propias, los de utilizar artes que consideran dañinas para el hábitat natural de la zona, desobediencia a agente de la autoridad y navegación peligrosa.
El patrón rechaza estos cargos y ha argumentado que "el de navegación peligrosa se lo han inventado. Dicen que yo he embestido a embarcaciones de allí, y eso no es verdad".
"Pesco en aguas que el Gobierno de mi país dice que son españolas"
También ha defendido que "pesco en aguas que el Gobierno de mi país dice que son españolas, y empleo redes y artes que son legales en España y en la Unión Europea".
Esta mañana, poco antes de las 7:30 de la mañana, Mi Daniela zarpaba del puerto de La Atuanara escoltado por la Guardia Civil en medio de una densa niebla que no dejaba ver a pocos metros de distancia.
A los quince minutos, el pesquero español ya recogía sus redes a una milla de la cara este del Peñón con la presencia de una embarcación de la Policía Real de Gibraltar a un costado y la Guardia Civil protegiéndole en el otro, que fueron testigos de la retirada definitiva de la pesca de trasmallo que habían dejado sus redes.
"Ellos han estado en el sitio insistiendo en que las aguas son suyas, y si no es por la Guardia Civil, me hubiera llevado para adentro", afirmaba el pescador a su llegada de regreso a puerto, que se ha producido en torno a las 9.30 horas.
Finalmente, ha podido retirar su pesca sin incidencias. Sin embargo, cuando ya regresaba, al cruzar los límites de las aguas con el Peñón ha vuelto a ser hostigado por la embarcación de la Policía gibraltareña.
"En lugar de volver para tierra, han acelerado a toda marcha y me han cruzado por delante a dos metros, pudiendo causar un accidente. De lo que ellos me acusan es precisamente lo que suelen hacer cada vez que estamos en esa zona", ha narrado Sánchez mientras recogía los restos de la pesca, algo más de veinte kilos de lenguados y algunas piezas de rayas.
Jonathan Sánchez y su compañero de tripulación respiraban tranquilos después de haber salvado la jornada con la protección de la Guardia Civil. Sin embargo, la incertidumbre se cierne sobre su futuro inmediato.
"La patrullera de la Guardia Civil me ha dicho que ya no puedo regresar a esa zona. Pero ahí es donde yo gano el potaje", exclama el patrón del 'Mi Daniela', que no descarta volver a pescar a la zona del conflicto: "Yo quiero volver, pero no sé con qué seguridad puedo ir. Tendré primero que pescar en otra zona y esperar a que todo se calme y volver más adelante para ver cómo actúan conmigo".
Agustín Sánchez, también armador y padre del afectado, expresaba su impotencia a pie de muelle: "De los 59 años que tengo, llevo 45 pescando profesionalmente en esa zona. Desde ayer tengo una impotencia que no me aclaro. Es mi hijo y así no se puede estar toda la vida. Que lo arregle quien lo tenga que arreglar, lo que queremos es trabajar".
Mientras la incertidumbre se cierne sobre el pescador y su familia, el proceso judicial ya se ha iniciado en Gibraltar. Jonathan Sánchez afronta también con preocupación la llegada de la citación de la Corte gibraltareña. "Tendré que ir para allá y no sé qué pasará. Alguien del Gobierno español tendrá que venir conmigo en mi defensa, porque yo no puedo ir solo", ha dicho.
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