La Fiscalía pide cuatro años de prisión para una contable que utilizaba el dinero de la empresa en las que trabajaba para realizar pagos de índole personal. Según el escrito del Ministerio Fiscal, la mujer como contable de la empresa tenía acceso a las cuentas corrientes y tarjetas de crédito de los despachos de procuradores y "aprovechando la confianza que los titulares del despacho habían depositado en ella" dispuso de ellas para gastos particulares “para los que no estaba autorizada".
Entre dichos cargos se encuentran cuotas del gimnasio, estética, viajes, espectáculos, pagos de la hipoteca y la comunidad e incluso una cirugía plática por valor de 8.122 euros. Además, de sacar dinero en efectivo hasta un total de 800 euros.
La mujer comenzó a trabajar en el despacho Montero Procuradores Asociados Madrid S.C.P. el 18 de julio de 2011. Después formó a ser parte de la plantilla del despacho Montero & Segura Procuradores hasta el 13 de junio de 2018. Según explica la Fiscalía en el escrito al que ha tenido acceso Vozpópuli, “al ser responsable de la contabilidad y finanzas de las sociedades y gozando de la confianza de los procuradores” la acusada tenía acceso a cuentas corrientes de hasta cuatro entidades bancarias, concretamente, de Caixabank, S.A., Bankia, S.A., BBVA, S.A. y Santander S.A.
Su puesto de contable le facilitaba la entrada a los fondos de la empresa -desde el año 2013 hasta que fue despedida-, para atender "los gastos de la actividad diaria de la procuraduría y para realizar los pagos que fueran precisos en la labor que para la empresa desempeñaba". Sin embargo, F. L. G. hizo uso de este dinero, supuestamente, para satisfacer sus gastos del día a día.
Hipoteca, gimnasio o una cirugía plástica
A diferencia de aquellos que depositan religiosamente los pagos de la hipoteca cada mes, la acusada no tenía problemas para hacer frente al coste de su vivienda. Se apropió de más de 40 mil euros con los que pudo pagar el préstamo bancario.
Mantenerse en buena forma física también formaba parte de las "necesidades" de esta mujer que llegó a gastar 7.311 euros en un entrenador personal. Esto unido a las cuotas del gimnasio por los que se apropió de hasta 2.520 euros.
Unido a su afición por cuidar su estado físico, estaba su amor por los cuidados de belleza. Casi cinco mil euros en se gastó en tratamientos y productos de estética, recoge el escrito del Ministerio Fiscal. Al parecer, tanta llegó a ser la confianza de la que disfrutaba la acusada que, pensando que no la pillarían, llegó a financiarse una cirugía estética con fondos de la empresa.
Entre los gastos habituales de la contable también aparecen encargos del día a día. Viajes, planes de ocio como espectáculos, taxis, parking, cheques, traspasos, e incluso clases de formación, entre otros gastos varios. Según se detalla en el documento de la Fiscalía, la cuantía total que defraudada por esta mujer mientras trabajaba en ambas compañías se ha estimado en 107.096,61 euros.
La acusada se sentará el próximo miércoles 6 de diciembre en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid para rendir cuentas ante la Justicia. La mujer tendrá que dar explicaciones por los siete años que presuntamente estuvo haciendo un uso indebido de las cuentas corrientes y las tarjetas de crédito de su empresa, a las que tenía acceso por ser la al responsable de la contabilidad y finanzas de las sociedades, y gracias a la confianza de sus jefes.
La Fiscalía Provincial de Madrid solicita cuatro años de prisión para F. L. G. El representante del Ministerio Público le imputa un delito continuado de apropiación indebida.
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