España

Pinchazos en discotecas: retos virales o imitadores con alfileres y bolígrafos de insulina

Las Fuerzas de Seguridad creen que las denuncias de pinchazos en discotecas se han extendido por toda España por los imitadores que utilizan alfileres o bolígrafos de insulina

La Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado siguen muy pendientes de las denuncias de los pinchazos en discotecas que se están sucediendo en diferentes puntos de la geografía. Las primeras se produjeron en San Fermín y ya son 60 las que se han interpuesto en toda España. Una de las hipótesis que manejan los mandos policiales es que se trata de un reto viral protagonizado por imitadores que usan para ello alfileres y bolígrafos de insulina, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.

Los cuerpo policiales de toda España trabajan coordinados para investigar qué hay detrás de estos pinchazos y cuáles son sus objetivos. Uno de los detalles que más sorprenden a los investigadores es que detrás de ellos no hay delitos de índole sexual o robos, que son unas de las características comunes en los casos de sumisión química.

La cronología, con el inicio de las denuncias en San Fermín, muestra que han ido evolucionando los sucesos sobre pinchazos. A la par que en España, otros países como Reino Unido, con 1.300 casos, y Francia, con 400, han sufrido estos hechos causando una gran psicosis entre la población juvenil. No hay visos en común entre las víctima españolas lo que hace pensar a los agentes que se tratan de imitados que aprovechan la situación actual para seguir originando miedo entre los clientes de los locales de ocio nocturno.

A tener de las heridas que presentan en los centros sanitarios las víctimas todo hace pensar que sus agresores han utilizado desde alfileres hasta bolígrafos para inocular insulina. Una 'broma macabra' que tiene como objetivo incentivar la teoría de los pinchazos para someter químicamente a las jóvenes.

60 denuncias en España

Este viernes el ministro del InteriorFernando Grande-Marlaska, elevó a 60 las denuncias que ya analizan las Fuerzas de Seguridad con el objetivo de determinar "qué hay detrás": si se trata de un fenómeno de sumisión química para cometer un delito o si lo que se persigue es crear una "sensación de inseguridad".

Hay que determinar "si hay otra voluntad detrás, como la de intentar trasladar una situación de inseguridad" y, sobre todo, "amedrentar a un colectivo" con un "discurso absolutamente machista de tratar de sacar al 50% de la población, a las mujeres del espacio público", ha subrayado el titular de Interior.

"Estamos trabajando en hacer un estudio individualizado de estos supuestos para determinar a qué obedecen", ha añadido. El ministro ha instado a las víctimas, "esencialmente mujeres", para que, ante la "mínima creencia de haber sido objeto de un pinchazo, lo denuncien" y vayan a un centro de salud porque "hay tóxicos que son de muy rápida absorción".

"Esa conducta ya es delictiva", ha enfatizado Grande-Marlaska al recordar que el pinchazo ya constituiría un delito de lesiones con la circunstancia agravante de género. Después, ha dicho, se podrá determinar si ha habido inoculación con otra finalidad específica y si se puede ampliar la imputación.

Una vigilancia especial este fin de semana

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado preparan este fin de semana un refuerzo de vigilancia en los locales de ocio nocturno de los diferentes puntos del país. El objetivo es claro. Acabar con el miedo que está generando el aumento de las denuncias de pinchazos. Agentes de paisano, las cámaras de los locales y las patrullas en las inmediaciones serán sus principales herramientas, según informaron fuentes policiales a Vozpópuli.

Las dudas sobre la veracidad de estos pinchazos también han sido publicadas. "Resulta difícil, para una persona no capacitada, realizar este tipo de inyección con precisión, especialmente en un entorno con poca luz y movimiento, como un club nocturno o un bar", son las explicaciones que ofreció Energy Control, uno de los laboratorios más consolidados en materia de drogas.

El laboratorio explica que "una aguja de menor tamaño puede reducir la sensación dolorosa asociada al pinchazo, pero también requerirá de más tiempo para inyectar una sustancia que con una aguja de mayor calibre". Sin embargo sí que consideran que la rápida extensión del fenómeno se puede explicar como un "efecto de imitación" por la amplia cobertura que están teniendo estos hechos.

El 'Needle Spiking'

Desde hace meses se han producido informes de pinchazos con agujas en diferentes puntos de Europa como Francia, Reino Unido o Bélgica. Mujeres jóvenes sintieron una sensación de pellizco en alguna zona del cuerpo mientras los clubes nocturnos estaban llenos de gente. Un fenómeno que se conoce como el 'Needle Spiking'.

En el Reino Unido en pocos meses se alcanzó la cifra de 1.300 denuncias. En Francia se llegó a las 400 víctimas. Una moda que paró de repente. Las fuerzas de seguridad esperan que el 'tema del verano' en España se frene para evitar que los jóvenes alcancen el estado de psicosis y miedo en sus salidas nocturnas.

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