El Tribunal Supremo continúa rastreando los pinchazos que autorizó el juez de Barcelona que investiga los preparativos del 1-O para averiguar la implicación de ciertos individuos. En estas conversaciones aparece otro nombre: Jaume Roures, el fundador de Mediapro.
Según consta en el sumario, el titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona ha remitido al Supremo el contenido de dos llamadas intervenidas, una del 7 de agosto entre Josep Maria Jové y el empresario Oriol Soler, considerado uno de los ideólogos del proceso independentista, y otra del 23 de septiembre entre Viver y la exjefa de los servicios jurídicos de la Generalitat Margarida Gil.
En la primera llamada, Soler llamó el 7 de agosto a Jové para pedirle una cita para verse muy rápidamente, ya que esa misma mañana tenía una reunión con Cuixart y Sànchez y para tratar de un asunto "del que ya habían hablado anteriormente" y no podía acudir al encuentro sin previamente preguntarle "una cosa" para saber "qué es lo que les tenía que contar", según detalla la Guardia Civil en un informe remitido al juez.
En esa misma conversación, Soler le indicó al número 2 de Junqueras que después de reunirse con los "jordis" tenía "la del Roures", quien según la Guardia Civil podría tratarse del fundador de Mediapro, Jaume Roures, que habilitó en su sede en Barcelona el centro donde el Govern hizo las ruedas de prensa el 1-O.
"No quiero que andemos vendidos, no quiero que le vayamos poniendo cosas sobre la mesa sin tenerle un poco controlado", sostenía Soler, ante lo que Jové aceptó reunirse con él de forma inmediata, menos de media hora después de acabar la llamada.
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