La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado este lunes la aparición de pintadas amarillas en el muro del cuartel de la Guardia Civil de Seo de Urgel, en la provincia de Lleida.
En un comunicado, la AUGC ha explicado que los hechos se produjeron en la madrugada del 12 al 13 de enero en el cuartel de Seo de Urgel, cuando alguien roció el muro exterior de las instalaciones policiales con pintura amarilla, el color con el que el movimiento independentista catalán protesta contra los encarcelamientos de sus líderes políticos.
Según los agentes, este suceso es "una muestra de los actos vandálicos que todavía se repiten en comisarías de la Policía Nacional y casas cuartel de la Guardia Civil" en Cataluña.
La AUGC ha denunciado que "la ruptura social por el movimiento independentista continúa afectando a la vida cotidiana de los guardias civiles y sus familias"
En el comunicado, la AUGC ha denunciado que "la ruptura social por el movimiento independentista continúa afectando a la vida cotidiana de los guardias civiles y sus familias", por lo que reclaman una compensación retributiva por los agentes destinados en esta comunidad autónoma.
En concreto, la Asociación ha detallado que "persiste un estado de aislamiento que ha forzado a muchos agentes a modificar sus hábitos normales como ciudadanos", pues "muchos de ellos han optado por cambiar de colegio a sus hijos después de las situaciones que vivieron en sus anteriores centros", mientras que otros casos "han abandonado directamente Cataluña".
Euskadi y Navarra
Ante esta situación, que el comunicado compara con "la que llevan viviendo los agentes en Euskadi y Navarra desde hace décadas", la AUGC ha reclamado que los guardias civiles destinados en Cataluña "reciban una compensación retributiva similar a la que perciben sus compañeros del norte".
Al margen de este complemento retributivo, la AUGC también ha pedido una inversión importante para reforzar las medidas de seguridad de las instalaciones, "en previsión a que nuevos actos vandálicos pudieran seguir repitiéndose e incluso incrementando su virulencia contra casas cuartel donde los agentes viven con sus familias".