La Policía ha concluido que la placa y la tarjeta del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que tenía en su domicilio el empresario Alberto Luceño, investigado por presunta estafa al Ayuntamiento de Madrid en el denominado caso mascarillas, son "íntegramente falsas".
Así consta en el informe de la Comisaría General de Policía Científica remitido al Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, que investiga por supuesta estafa la Consistorio la operación de compraventa de material sanitario por parte de Luceño y el aristócrata Luis Medina en plena pandemia, en el año 2020.
La placa y la tarjeta fueron intervenidas en un registro policial a la casa de Luceño el pasado 22 de septiembre por orden del juez Adolfo Carretero, después de que la Fiscalía solicitase esta diligencia al considerar necesario analizar los ordenadores y los teléfonos del empresario para aclarar si los correos supuestamente enviados al juzgado por una persona que dice llamarse San Chin Choon son reales.
San Chin Choon es el supuesto empresario de Malasia, dueño de la empresa Leno, al que Luceño y Medina compraron el material sanitario para el Ayuntamiento de Madrid en marzo de 2020, por el que el Consistorio pagó 11,9 millones de dólares y por el que los dos empresarios se embolsaron una comisión de seis, según las pesquisas.
Semejantes pero falsas
En el registro, en el que el Luceño facilitó las claves a los agentes para acceder a su ordenador, los policías requisaron numerosos documentos y un "portapapeles negro con placa de agente de la autoridad Centro Nacional de Inteligencia" y "6 hojas con impresiones de imágenes de tarjeta: CNI, DSN, Ministerio de Defensa (2) y Cuerpo Nacional de Policía", según el acta correspondiente.
La Policía ha enviado al juzgado el resultado del análisis sobre la presunta "tarjeta de identidad profesional del CNI" y la placa del CNI, y la "placa insignia personal del CNI adherida a un trozo de plástico negro".
Pese a que la tarjeta de identificación del CNI tiene "semejanzas con las auténticas", la Policía detalla en su informe, al que ha tenido acceso EFE, "una serie de irregularidades" que la diferencia de las originales. Por ejemplo, el carné de Luceño "se presenta en dos trozos de cartón plastificados impresos por una de sus dos caras", un formato diferente al auténtico, y su tamaño es "ligeramente mayor".
Además, los dos cartones están unidos por dicho plastificado, "dejando las caras no impresas de ambos sin adherir entre ellas", indica el informe, que subraya que el carné intervenido al empresario no tenía chip ni número de identificación personal y, en su lugar, presenta la leyenda "asesor de seguridad".
Tampoco la placa del CNI es auténtica, pese a que tenga también similitudes con las originales. Su tamaño, forma y disposición de los rayos dorados que se superponen en el centro, la corona real y el color de la leyenda del escudo del CNI hacen que se diferencie de las auténticas, según los agentes.
Se trata, dice la Policía, de una "placa emblema falsa, que carece de características morfológicas inherente a este tipo de identificaciones profesionales".
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