En 1939, el oscarizado director Frank Capra iluminó las salas de cine con un personaje, Jefferson Smith, que arremetía sólo contra todo el Senado estadounidense. Smith, interpretado por James Stewart, hace uso de la palabra durante horas y días para frenar una trama de corrupción, todo un gesto de heroicidad en tiempos poco heroicos. Este caballero sin espada, que así es como se titula la película, consigue derrotar a todo un sistema corrupto. Las películas de Capra siempre muestran una versión idealizada de la realidad, un mundo que no existe, pero al que deberíamos intentar parecernos. Ciudadanos tratará de parecerse a los personajes de Capra con un plan en el que busca ralentizar al máximo la votación de la ley de vivienda en el Congreso de los Diputados, en lo que sería un toque de atención al Ejecutivo para que deje de "hacer un uso a discreción de las instituciones públicas. Sánchez no puede adueñarse del Congreso".
Y es que la tramitación de la ley de vivienda ha sido el enésimo ejemplo de uso indiscriminado del Congreso por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Los grupos parlamentarios recibieron el lunes a las 5 de la tarde las 44 enmiendas transaccionales que debían votarse para el informe de la Comisión de Transportes que trata este proyecto de ley. Varias de esas enmiendas transaccionales constaban de más de 5 y 6 folios. Además, en una pirueta política, se han incluido en enmiendas transaccionales a partidos de los que solo se había tomado una palabra o una línea de sus enmiendas, lo que ha sido considerado un verdadero "cachondeo".
Fuentes de CS apuntan a un ejemplo claro, el artículo 2 del proyecto de ley. Ciudadanos pedía en su enmienda su eliminación y en lugar de ello ha sido incluido en una enmienda transaccional sobre ese punto incluyendo alguna palabra, lo que califican como "sinsentido". El objetivo de los socialistas era claro, acelerar la tramitación de la ley de vivienda para obtener rédito electoral de cara al 28-M. El enfado ha sido mayúsculo, no solo en Ciudadanos, sino también en otros partidos como PdeCat, Vox y el PP. Es más, durante la comisión de este martes, el presidente, Nacho López Cano (PSOE) y el vicepresidente, Mario Garcés, han tenido una discusión muy subida de tono. El diputado del PDeCat, Ferran Bel, abandonó la comisión antes de tiempo con un cabreo importante. "Podemos, ERC y EH Bildu miraban a la alfombra mientras todo pasaba", apunta una fuente presente en la comisión.
En plena sesión ha sonado el teléfono de varios diputados. Era la agenda del Congreso; ya estaba apuntado para el jueves la votación del dictamen sobre el proyecto de ley. Pese a todo el cabreo generado, se ha votado a favor del informe de la Ponencia, paso previo a la votación del dictamen este jueves. Sin embargo, varios partidos, y sobre todo Ciudadanos, barruntan un plan para dar una lección al Ejecutivo y retrasar la votación de la ley de vivienda.
Un resquicio en el reglamento del Congreso
El informe con más de 500 enmiendas se envía esta mañana a los diputados de la comisión, que contarán con 24 horas para analizar todo su contenido y votar el jueves el dictamen cuando finalice el pleno. Varios grupos parlamentarios están hartos de esta dinámica de trabajo que "dinamita el buen funcionamiento de las instituciones democráticas".
Fuentes de Ciudadanos confirman a Vozpópuli que barajan acudir al artículo 114 del reglamento parlamentario. Esta vía permitiría a los naranjas solicitar 5 minutos antes de que empiece la Comisión que se vote artículo por artículo, o enmienda por enmienda. Esto obligaría rehacer el guion de votación, que estaría pensado para que se votasen las enmiendas de los partidos en bloque. El letrado podría necesitar más de 2 horas en rehacer este guion, por lo que la votación podría posponerse para el viernes o para la semana que viene.
De ejecutar esta acción CS, la votación duraría hasta dos días, porque toda la comisión tendría que votar a mano alzada cada una de las más de 500 enmiendas. Más de un diputado podría terminar necesitando ir al fisio después de la votación. En términos prácticos, esta jugada serviría de poco, pues el PSOE cuenta con mayoría de apoyos para sacar adelante el dictamen y que el proyecto de ley de vivienda se votase en el pleno. El proceso apenas se retrasaría una semana. Sin embargo, serviría para lanzar un mensaje importante al PSOE: "Hay que respetar a las instituciones democráticas".
La excusa del PSOE para el trámite rápido
Los socialistas han acudido al artículo 69 del reglamento para acortar el plazo de votación. Este artículo exige una “justificación”. El argumento del PSOE es que "hay un problema de vivienda en España”. "Como si no lo hubiera en los últimos 5 años que ha gobernado Pedro Sánchez", comenta con sorna un diputado.
El uso interesado del Congreso por parte del PSOE ha servido para tramitar de urgencia leyes como el solo sí es sí o la ley trans, pero también para guardar en un cajón la ley ELA. Una semana más, no hay noticias sobre una ley de la que depende la vida de miles de personas en nuestro país.
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