Este domingo se cumplen seis años de la celebración del referéndum ilegal de autodeterminación del 1 de octubre de 2017 (1-0). Con motivo del movimiento independentista, y ante las expectativas de implementar la ansiada república independiente catalana, nacieron los Comités de Defensa de la República (CDR). Aunque su función previa a la votación fue de movilización y agitación, tras el estrepitoso fracaso del referéndum sus acciones tomaron un cariz delictivo.
Hasta el punto de llegar al 23 de septiembre de 2019, cuando la Guardia Civil, a través de la denominada Operación Judas, detuvo a doce personas relacionadas con los CDR, acusadas de preparar el asalto al Parlament de Cataluña y de varios atentados más. La sociedad catalana estaba en su momento de mayor tensión. Tres semanas después de aquellas detenciones, el 14 de octubre, el Tribunal Supremo dio a conocer la sentencia de los procesados por el 1-0. El punto de no retorno entre la Cataluña independentista y el estado español.
De los doce detenidos en el marco de la Operación Judas, nueve fueron procesados, amén de sumar otros cuatro nuevos colabores. Estos operaban bajo las siglas de ERT, Equipo de Respuesta Táctica, y fueron imputados hace dos años por delitos de terrorismo, y, además, por tenencia, depósito y fabricación de sustancias o aparatos explosivos e inflamables de carácter terrorista.
Hoy, el Gobierno en funciones se encuentra rogando de rodillas a Catherine De Bolle, directiva ejecutiva de Europol, para que el organismo policial europeo deje de calificar a los CDR como una organización de índole terrorista. Todo ello para cumplir con las demandas de Carles Puigdemont y poder obtener sus votos en la investidura de Pedro Sánchez.
Vozpópuli ha tenido acceso a los autos del sumario de la Operación Judas, donde se detalla todo lo que la Guardia Civil encontró en las casas de los detenidos. Cabe señalar que la causa fue investigada bajo la batuta del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, el mismo que procesó hace ahora dos años a los imputados. En estos momentos, el proceso está pendiente de que se les abra juicio oral para enviar al banquillo a los imputados.
Sumario de la Operación Judas
El auto, compuesto de 45 páginas, detalla la actividad de cada uno de los investigados, de igual modo que explica el funcionamiento de los CDR en todo el territorio catalán, así como su viraje de elemento agitador dentro de la sociedad en vísperas del 1-0 a ser un aparato delictivo. Aunque los CDR tienen su origen, como ya hemos explicado, en los Comités de Defensa del Referéndum creados en 2017 en el entorno de CUP, se podría vincular, según el auto, a una propuesta anterior de Poble Lliure denominada Grupos de Defensa de la República Catalana (GDRC).
La estructura de los CDR está repartida por toda la Comunidad Autónoma en "comisiones locales", "comisiones territoriales" y "comisiones nacionales". Además, dentro de la estructura, existen otras comisiones como es el caso del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), integrado por los investigados y que sigue la línea estratégica de los CDR.
El Equipo de Respuesta Táctica es una célula compuesta de individuos de diferentes CDR, que evidencian una gran radicalidad, y cuya creación responde a la necesidad de tener un grupo clandestino absolutamente "entregado a la causa". Todos los investigados en la Operación Judas comparten los mismos principios ideológicos independentistas y usan el activismo radical para conseguir su objetivo, que no es otro que la independencia de Cataluña, aunque para lograrlo implique emplear la violencia en su máxima expresión.
Los miembros del ERT investigados, además de participar activamente en levantamiento de barreras, vertidos de aceite o corte de carreteras, participaron en la creación de los CECOR (centros de coordinación) para los planes de los CDR, quienes asumieron el encargo del llamado "CNI catalán" para aportar la infraestructura necesaria para acometer la ocupación y posterior defensa del Parlament de Cataluña. El iniciador de los ERT fue, a tenor del sumario, F.J.G.
Los investigados habrían conformado "una organización terrorista paralela", cuyo objetivo era llevar a cabo acciones violentas o atentados contra objetivos previamente seleccionados utilizando explosivos y sustancias incendiarias fabricados en dos laboratorios clandestinos que la propia organización tenía instalados en dos domicilios particulares.
Laboratorios, termita y manuales de terrorismo
El auto se centra en todo lo que la Guardia Civil obtuvo en los dos laboratorios levantados por la ERT, donde "la actividad realizada en dichos laboratorios caseros perseguía, en suma, como finalidad principal la fabricación del agente aluminotérmico denominado Termita". Los investigados habrían llevado a cabo todos los pasos necesarios para la elaboración y fabricación de sustancias incendiarias, deflagrantes y explosivos en entornos domésticos.
El primer laboratorio investigado se situó en la vivienda de A.C., y en cuyo jardín aparecieron, a tenor del informe del Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (GEDEX) incorporado a la causa, improntas de quemado de sustancias químicas. En las evidencias recuperadas de la zona del jardín hay marcas precitadas, moldes de yeso con restos de sustancias adheridas, presumiblemente empleadas durante las pruebas de ignición de la termita, así como varios restos de diferentes elementos de ignición ya utilizados.
Los investigados, además de dedicarse a la producción de Termita, realizaban experimentos de otro tipo de sustancias explosivas. Así se concluye en el auto tras las imágenes obtenidas en la madrugada del 25 de agosto de 2019, en la que se observaron potentes destellos seguidos de grandes humaredas en el patio trasero de la citada vivienda. El garaje de la vivienda era usado como almacén de las citadas sustancias, además de hacer las labores de campo de pruebas con el resto de artefactos.
En la misma vivienda también se encontró, en un dispositivo informático propiedad de A.C., obras de referencia en el mundo terrorista como The Terrorist's Handbook y The Anarchist Cookbook, donde se detalla el proceso de fabricación de diferentes artefactos explosivos. Dichas indicaciones coinciden con las anotaciones manuscritas encontradas en el domicilio de A.C.
Amén de la obtención de conocimientos para la elaboración de la Termita, A.C. y J.R., dos de los principales implicados en la Operación Judas, visionaron un vídeo de teorías conspirativas en relación con el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center de Nueva York. Los imputados analizaron cómo podría emplearse la Termita en la demolición de infraestructuras.
En este domicilio se encontró también una granada de mortero Valero 50 mm, la cual carecía de espoleta, carga explosiva y de cartucho de proyección. La adquisición de este tipo de munición, considerada de guerra, por particulares está prohibida en nuestro país. Del mismo modo, se hallaron elementos que pudieran ser utilizados para llevar a cabo una huida, véase cinco tornillos tipo Miguelito o Caltrops, diseñados para ese fin. Entre los investigados se encontraron decenas de documentos sobre reacciones químicas necesarias para fabricar sustancias como la pólvora negra, cohetes, mecha de hilo y nitroglicerina, entre otras.
El segundo laboratorio investigado por la Guardia Civil tenía su sede en el domicilio de otro de los investigados. En él se localizaron los precursores explosivos necesarios para la elaboración de Amonal (Nitrato Amónico + Polvo de Aluminio), Amosal (Nitrato Amónico + Aluminio + Sal Común) y Anfo (Nitrato Amónico + Hidrocarburo).
En las bolsas de basura recuperadas en los alrededores del segundo laboratorio se encontraron, de igual modo, "altos niveles de anión, nitrato y los cationes amonio y potasio". El nitrato de potasio es un ingrediente básico de la pólvora negra y el nitrato de amonio se emplea para la elaboración de explosivos de base nitrada.
Para la ejecución de todas estas actividades, así como la adquisición de los productos necesarios para la elaboración de los explosivos, los investigados "habrían llegado a la autofinanciación de parte de los gastos, o habrían acudido a personas del entorno de los CDR para conseguirles dichos elementos".
Objetivos elegidos por los CDR
En la última parte del auto se detalla, a raíz de la información obtenida por la Guardia Civil, una serie de objetivos seleccionados sobre los que el grupo pretendía perpetrar algún tipo de atentado:
-Comandancia Naval de Barcelona
-Gobierno Militar de Barcelona
-Delegación de Gobierno de Barcelona
-Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
-Sede de la Jefatura de la Comandancia de la Guardia Civil de la provincia de Barcelona
-Miembros, vehículos e instalaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
-Torres de alta tensión
-Instalaciones en autopistas, peajes
-Parlament de Cataluña
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