El magistrado Juan José Escalonilla ha requerido a Podemos el total de 1.411 archivos que el partido aportó al Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid para acreditar los trabajos efectuados por la consultora Neurona. El instructor, que ha encargado una pericial para valorar la calidad de estos trabajos, explica que los documentos aportados no coinciden con los que ha analizado el partido en una pericial de parte y que acaba de entregar al juzgado. Por ese motivo vuelve a reclamar todo este material junto con la acreditación de que se trata de los archivos facilitados al perito contratado por la formación.
En una providencia de este 15 de febrero a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el instructor requiere también a la formación -imputada como persona jurídica- que en el plazo de cinco días presente el grupo de Telegram que fue objeto de análisis en su informe junto con la acreditación que probaría que así se lo facilitaron al perito de parte. De esta forma, el magistrado quiere constatar que los archivos analizados por el partido en aras a demostrar que la contratación de Neurona fue real, son los mismos con los que cuenta el juzgado.
La defensa de Podemos aportó a la causa un disco duro de la marca Seagate que contenía más de 3.200 archivos y 165 subcarpetas. Un material que fue analizado por la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional y que recogía los trabajos encargados a Neurona con motivo de la campaña para las elecciones de 2019. Se trataba de vídeos, documentos y otro tipo de pruebas (como billetes de avión y de hotel) de los trabajadores contratados por Neurona para llevar a cabo el trabajo encargado para esos comicios.
Con todo, el instructor Escalonilla -que indaga si se cometió delito electoral con esta contratación- ordenó recientemente la elaboración de una pericial para estudiar la calidad de estos trabajos. Su decisión fue recurrida por empleados del partido y el propio Podemos, mientras que la Fiscalía también se opuso a la práctica de la prueba al considerar que había indicios de sobra que demostrarían la realización de los trabajos. Sin embargo, el juez la mantiene al entender que se debe esclarecer si los mismos están valorados por los cerca de 400.000 euros que Unidas Podemos abonó a Neurona España.
Diligencias pendientes
En uno de sus autos más recientes, recordó que existen indicios que le llevan a sospechar que algunos de los trabajos contratados no los realizó esta consultora, con sede en México, sino que lo hicieron los propios empleados del partido que entonces lideraba Pablo Iglesias. En concreto, dijo que de las declaraciones prestadas hasta la fecha constaba indiciariamente acreditado que Neurona Consulting no realizó la cobertura ni gráfica ni audiovisual de la campaña.
Al hilo apuntó que tampoco acudió a los actos electorales (salvo en siete casos) y que los servicios sobre "elaboración de líneas estratégicas", "diseño, creación, desarrollo, producción"... eran, en realidad, el mismo. Por contra, sí consta acreditado que Neurona realizó un total de 48 vídeos para su publicación en la red social de Facebook además de 48 diseños consistentes en imágenes físicas y digitales para la campaña de ese año. Este trabajo se atribuye a Waldemar Aguado, uno de los empleados de Neurona a los que ahora se tomará declaración.
Tanto Aguado como como Germán Cobos serán interrogados por comisión rogatoria después de que la Audiencia Provincial de Madrid así lo acordara. Tal y como avanzó este medio, los magistrados corrigieron el criterio del juez instructor y de la fiscal, que consideraron que esta prueba no era determinante, y dieron la razón a las acusaciones y a Podemos que quieren que se escuche en sede judicial a estos dos empleados de Neurona México. Las acusaciones tratan de probar que este contrato no sería real y encubriría un supuesto desvío de fondos electorales mientras que la formación morada insiste en que se les escuche para dejar claro que los trabajos contratados fueron reales.