Podemos blinda a su ministra de Igualdad, Irene Montero, tras las múltiples críticas que ha recibido una de sus leyes estrella, la de 'solo sí es sí'. A su vez, ella ha defendido la norma y ha pedido la unidad del feminismo ante "la violencia política" que "no va a parar" porque no se trata de una bronca sino de una estrategia de la derecha "política, judicial y mediática".
De esta manera, Montero vuelve a atacar a la justicia, de quien ya dijo que necesitaba "formarse en perspectiva de género" para aplicar "correctamente" las leyes. Lo hace tras recibir el rechazo de diversas audiencias provinciales, que se han negado a seguir las directrices de la Fiscalía para aplicar la ley tal y como figura en el texto. Para la ministra de Igualdad, hay "una cacería política" hacia su persona y así lo ha manifestado en el acto 'Con todas. Por todas' que ha organizado su partido en el Círculo de Bellas Artes.
En el evento, convocado en apenas 48 horas para dar respaldo a Montero, la formación morada se ha movilizado con la presencia de su líder y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, diversos coordinadores autonómicos como Jesús Santos y Alejandra Jacinto (Madrid), Pilar Garrido (País Vasco), (Irene de Miguel) y Antonia Jover (Baleares), entre otros, y cargos estatales como la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, la coportavoz estatal Isa Serra, diversos diputados en el Congreso, la secretaria de Igualdad, Ángela Rodríguez 'Pam' y la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell. Ha llamado la atención la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero a través de un vídeo.
Montero pide "unidad" tras los gritos de dimisión en marchas feministas
Ante la división del Gobierno, Montero pide unidad. Lo hace pese a las manifestaciones del 25N, donde varias ministras del PSOE acudieron a una manifestación del Movimiento Feminista en Madrid donde se pidió la dimisión de Montero. Ha apelado a la necesidad de que todas las feministas, pese a la diversidad e incluso discrepancia que presenta el movimiento, estén "juntas y unidas" para "defender el avance de derechos".
La ministra Montero ha proseguido en su defensa: "La violencia política es una estrategia para que dudemos de nosotros mismas, las unas de las otras (...) para no generar redes de confianza, de alianzas. Por eso es importante que compañeras usen su poder para alzar la voz y defender las conquistas del feminismo", ha apelado durante su intervención.
Sobre todo, ha citado la necesidad de terminar la legislatura con la aprobación de leyes feministas como la Ley Trans y la reforma de la del aborto, a la vez que ha recalcado que la normativa 'solo sí es sí' es "sólida" y protege a todas las mujeres aunque no denuncien sufrir violencias sexuales (algo que ocurre en nueve de cada diez víctimas).
Es más, Montero ha recalcado que esa campaña de "violencia política" busca "destruirla" a ella y a otras dirigentes, como las exministras del PSOE Bibiana Aido y Leire Pajín, porque no se limita a un "insulto" o una "bronca" parlamentaria, como la que hubo en el Congreso, sino un plan de sus adversarios para frenar al conjunto del feminismo, disciplinar a sus dirigentes.
La prueba de ello, ha desgranado Montero, es la "reacción de la extrema derecha" y del PP, que sobre el incidente de Vox dijo: "Quien siembra viento recoge tempestades". Y es que ha recalcado que "no es la primera ni será la última" que padece esa campaña, para rememorar las represalias durante el franquismo a las mujeres de izquierda. "Los adversarios no van a parar", ha reafirmado.
Ione Belarra ha tomado la palabra para afirmar que Montero sufre la "cacería política" "más salvaje" desde que entraron en el Gobierno de coalición e incluso se fundó el partido, auspiciada por la "derecha judicial, política y mediática", pero también de parte de la "progresía". "El objetivo siempre ha sido la destrucción personal para destruir el objetivo político, destruirla a ella para destruir el sueño de millones de mujeres con una sociedad libre de violencias machistas", ha clamado Belarra.
De hecho, ha proclamado que el ataque personal de Vox en el Congreso fue la "gota que colmó el vaso", que comenzó a llenarse con una "campaña de desprestigio" contra la ministra porque es "mujer, joven y feminista", que no cede ante el "machismo", a la "justicia patriarcal" y a quienes "mandan pero no se presentan a las elecciones".
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