Podemos asume el coste electoral que tendrá el lío de Alberto Garzón con la calidad de la carne de algunas macrogranjas en los comicios de Castilla y León del próximo 13 de febrero. Fuentes moradas consultadas por Vozpópuli entienden que "el marco que se ha creado de que Podemos va en contra de los ganaderos no es un buen cartel electoral" en una comunidad ya de por sí complicada para el candidato y portavoz estatal, Pablo Fernández.
No obstante, en el partido no dan nada por perdido. Es más, importantes dirigentes admiten en privado que la polémica de Garzón haría más daño al partido si partieran de una posición de fuerza. "Pero con dos diputados... Si se juegan bien las cartas y se entra en el cuerpo a cuerpo con el PP y con la derecha, que usará este tema a muerte, hasta se le puede dar la vuelta si se consigue centrar el quid de la cuestión: que las macrogranjas son malas y que perjudican al pequeño ganadero", sintetizan los morados.
La sensación en Podemos es que, una vez más, se ha lanzado un bulo sobre las declaraciones de su ministro con el que atacar sus intereses electorales. Y esa mentira, además, estaría cocinada por el mismísimo presidente de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, según insinuó Garzón este miércoles en una entrevista en la Cadena Ser.
Una comunidad difícil
Más allá del daño que pueda o no hacer el lío a Podemos, lo cierto es que Castilla y León, feudo tradicional de la derecha, no ha sido una comunidad benévola para los morados, donde solo tienen dos escaños. Su situación es tan endeble que la ley electoral autonómica les expulsa de los debates televisivos, ya que Podemos no tiene grupo parlamentario propio en las Cortes de Valladolid.
En verdad, Podemos, que concurrirá el 13F coaligado con Izquierda Unida por primera vez, no afronta en la mejor forma el primer examen con urnas del ciclo electoral que está a punto de empezar. Esos comicios han evidenciado la tensión que existe entre la cúpula morada y su lideresa in pectore, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
Y es que la también titular de Trabajo maneja su propio tiempo y no está dispuesta a que las prisas hagan descarrilar su proyecto de escucha y de país. Por eso, no creará su plataforma en Castilla y León pese a la presión morada ejercida por el propio Pablo Fernández. El candidato, refrendado este viernes en primarias para encabezar la lista de Podemos, dijo que su partido dará en la comunidad "el primer paso" del frente amplio liderado por Díaz.
La copia de Díaz
Según Podemos, las tres fuerzas que conforman la candidatura morada (Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde) ya han empezado a trabajar "en la construcción de una candidatura abierta que se va a plantear como un proceso de escucha a la sociedad civil y la ciudadanía". Es decir, en hacerle el trabajo a Díaz sin que, por el momento y como aclara su entorno, la vicepresidenta segunda haya decidido si participará o no activamente en la campaña.
La pata verde de la coalición de Podemos e Izquierda Unida es una de las armas moradas en estas elecciones, según reconocen algunos destacados miembros del partido. Toda vez que el líder del principal partido ecologista de España, Íñigo Errejón, ha renunciado a dar la batalla en Castilla y León, el lío de las macrogranjas sirve a Podemos para posicionarse como formación ecorresponsable.
"Garzón tiene razón en lo que dice de las macrogranjas, especialmente las impulsadas por fondos de inversión en sitios pequeños. Eso perjudica también a buena parte de los ganaderos. Pero hay que tener claro que donde Podemos tiene los diputados en Castilla y León es en León, Burgos y puede que Valladolid, que son las zonas con las ciudades más grandes", sintetiza una alta fuente morada.
Hay que tener claro que donde Podemos tiene los diputados en Castilla y León es en León", asegura una alta fuente morada
Así, los de Ione Belarra asumen que se intentará hacer campaña con el marco de que atentan contra los ganaderos, aunque fían todas sus opciones a dar la vuelta al marco y convencer de que las palabras de Garzón, además de ciertas, evidencian un problema que afecta al pequeño empresario ganadero. El problema es que el altavoz morado es poco potente. Y la guerra será dura.
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