Podemos redobla su ofensiva contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por el lío del contrato público de compra de mascarillas por el que su hermano cobró alrededor de 50.000 euros. El partido exige que el entorno de la lideresa popular comparezca en la Asamblea autonómica. Lo cierto es que el partido cree que al menos indiciariamente, la presidenta regional habría cometido delitos de "tráfico de influencias y cohecho".
"La presidenta tendrá que responder a las preguntas ante la Justicia en algún momento. Pero de momento creo que tiene una serie de preguntas a las que respondernos a toda la ciudadanía: por qué contrató a una empresa sin experiencia para suministrar mascarillas, por qué cobró el hermano de Ayuso una comisión y si no es una comisión, en concepto de qué se pagaron esos 55.000 euros", ha lanzado este lunes en rueda de prensa la coportavoz y diputada morada en la Cámara madrileña, Alejandra Jacinto.
Por todo ello, los morados, que ya presentaron ante la Fiscalía la semana pasada una denuncia que estudian ampliar, han registrado en la Cámara una comisión de investigación y comparecencias para que "todo ese entorno de familiares y amigos de la Ayuso vaya a comparecer a la Asamblea". El problema es que la comisión de vigilancia de las contrataciones ha rechazado este lunes la comparecencia del hermano de la presidenta, Tomás Díaz Ayuso.
La presidenta tendrá que responder a las preguntas ante la Justicia en algún momentoAlejandra Jacinto, coportavoz de Podemos
"Pensamos que se puede estar vulnerando de la ley de contratos del sector público en tanto en cuanto se contrata un servicio pero no se sube al portal de transparencia toda la documentación", ha opinado Jacinto. El sentir de los morados madrileños es que por fin ha estallado un "secreto a voces". Hay alegría en las filas del partido por constatar que ya se está escudriñando el contrato que vincula a la presidenta madrileña con una supuesta comisión a su hermano.
Esa alegría está precedida de, según Podemos, rechazos constantes en la Asamblea si quiera a mencionar el nombre de Tomás Díaz Ayuso en los debates parlamentarios, ya sea en el pleno o en la comisión. Para Podemos, la guerra cainita desatada en el PP es la prueba de que los populares siguen apegados a una forma de hacer política que antepone la corrupción a cualquier cosa.
"Ha vuelto a evidenciarse que la corrupción es la única forma que tiene el PP de entender la política. Y hoy [por este lunes] quiero lanzar un mensaje claro de que la política no es eso. Esa es la política del PP, la que aleja a la gente y antepone sus beneficios patrimoniales por encima del bien común", ha remachado la coportavoz.
Entre la risa y la sorpresa absoluta
En verdad, en Podemos están entre atacados de risa y alucinando por el nivel de los machetazos que se están dando la dirección nacional del PP en la calle de Génova y la presidencia de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol. Creen que el espectáculo popular convierte en un juego de niños su fatídico Vistalegre II y la traición de su ex Íñigo Errejón.
El problema es que los morados saben que las carcajadas se terminarán más pronto que tarde, cuando estalle la guerra que viene en la izquierda: la de los navajazos por entrar en la lista que conforme, si es que termina dando el paso, la vicepresidenta segunda y lideresa 'in pectore', Yolanda Díaz.
Es más, las fuentes consultadas en el partido son conscientes de que las relaciones entre la titular de Trabajo y la cúpula morada no atraviesan su mejor momento. Hay sectores de la formación que creen, directamente, que la secretaria general, Ione Belarra, y su 'número dos', Irene Montero están boicoteando cada paso de la vicepresidenta Díaz.