El anuncio de Deliveroo de salir de España tras la puesta en marcha de la ley Rider ha sido celebrado solo por una parte del Ejecutivo. Concretamente, por los ministros y diputados de Unidas Podemos, que se niegan a preocuparse por el hecho de que el gigante británico del reparto a domicilio baraje abandonar el país después de seis años (en septiembre celebrará una consulta entre sus empleados sobre el asunto). En las áreas económicas del Gobierno reconocen que fue una batalla ganada por Podemos, en contra de su criterio. Mientras que los de Yolanda Díaz admiten: “Se la colamos a Calviño”.
El pasado sábado, en un comunicado, la multinacional rechazó asumir los costes de la contratación de 2.500 repartidores tras la puesta en marcha de la ley Rider, que el gobierno aprobó el pasado 11 de mayo y que ahora se encuentra en la fase de enmiendas. “La empresa ha llegado a la conclusión de que alcanzar y mantener una posición de mercado de primer nivel en España requeriría un nivel de inversión muy elevado con un rendimiento potencial muy incierto a largo plazo que podría afectar a la viabilidad económica del mercado”, explica la sociedad.
El anuncio de Deliveroo ha sido acogido con cierto malestar en los despachos económicos de la Moncloa. Fuentes gubernamentales admiten que los ministros técnicos encabezados por Nadia Calviño (Economía) han cuestionado siempre los efectos de una normativa que establece la condición de asalariados para los repartidores de plataformas digitales, los llamados riders.
Dudas en la Moncloa
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fue quien capitaneó las negociaciones con los sindicatos y desbloqueó el acuerdo, facilitado por el anterior equipo de asesores de Pedro Sánchez. Ahora, sin embargo, después de la remodelación del Gobierno, la salida de Deliveroo ha encendido algunas alarmas entre los asesores del presidente, puesto que Sánchez quiere jugarse todo su futuro en un doble o nada relacionado la recuperación económica.
En el caso de Podemos, en cambio, la salida de Deliveroo es interpretada como un éxito. Los dirigentes morados están sacando pecho entre los suyos por el anuncio de la empresa británica, que interpretan como la victoria del público sobre el privado. Máxime porque en este caso se trata de un gigante del comercio online, considerado por los militantes de Podemos como uno de los principales problemas de la economía contemporánea.
La ley Rider, recuerdan en Podemos, fue además una victoria interna de su facción. Las fuentes consultadas desvelan que la puesta en marcha de dicha normativa cogió a contrapié a la ministra Nadia Calviño, quien se estaba centrado en aquella etapa en la redacción del plan para recibir los fondos europeos. Podemos jugó con astucia y “coló” entre las medidas la ley Rider, que ahora incluso en Moncloa temen que manche la imagen de España de cara a los inversores.
Freno a la inclusión de los jóvenes
En el PSOE, de hecho, reconocen poco después del viaje de Sánchez a Estados Unidos para convencer a los inversores, la salida de Deliveroo no puede ser una buena noticia. A la vez, cuestionan los efectos económicos de la ley: sostienen que frenará la inclusión de los más jóvenes al mercado laboral, especialmente de los migrantes que aspiran a tener flexibilidad laboral. Prueba de ello es que repartidores pro-autónomos rechazan convertirse en asalariados. Asimismo, el Gobierno cree que las otras empresas transferirán los costes en los usuarios y muestran preocupación por Glovo, una empresa emergente del sector nacida en España.
Los miembros de Podemos, en cambio, han llegado incluso a mofarse de la salida de Deliveroo. Pablo Echenique ha afirmado que Deliveroo llegó a España para “explotar a españoles”. Íñigo Errejón, líder de Más País, llevó a desear irónicamente a la empresa británica “buen viaje” en su salida de España. La ministra Yolanda Díaz mantiene al mismo tiempo firmeza y paciencia. “Estamos estudiando el caso, pero quiero dejar claro que nadie puede situarse por encima de la ley. La legislación y los derechos laborales no son accesorios, no son una opción. Ante esto, creo que no es incompatible el servicio de reparto y el respeto por los derechos de las trabajadoras y trabajadores, hay numerosos ejemplos que lo demuestran”, ha afirmado en una entrevista en Público.
La ministra Díaz fue quien presentó la nueva ley para los riders hace tres meses. Entonces declaró que "los cambios tecnológicos son imparables", pero agregó que "ni los trabajadores deben temer a la inteligencia artificial, ni las empresas a los derechos laborales”. En esa misma rueda de prensa, Díaz apuntó a que los representantes de los trabajadores deben saber "lo que esconde el algoritmo" de estos gigantes tecnológicos.
Con la salida de Deliveroo, los departamentos económicos lamentan no haber puesto un freno a tiempo a esa iniciativa, pero también quieren aprovecharse de la situación para exigir a Sánchez más control sobre la política económica del Ejecutivo. La necesidad de ofrecer una imagen de solvencia y seguridad jurídica juega un papel importante en esta fase de captación de inversores y gasto de los fondos. Por ello, en la Moncloa algunos aseguran que el asunto no está cerrado, aunque en Podemos muestran tranquilidad: se sienten ganadores de esa batalla.
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