El que fuera coordinador del equipo de comunicación de Unidas Podemos para la campaña de las elecciones generales de abril de 2019, Guillermo Magariños, aseveró el pasado 7 de mayo ante el juez del caso 'Neurona' que los empleados de esa productora se "integraron" y trabajaron en coordinación con personal de Podemos bajo su supervisión en un local de la calle Maudes --Madrid--, y que todo lo que realizaron tenía que ser aprobado antes de lanzarse a redes por el equipo del partido.
Según consta en la grabación de las declaraciones ante el juez de los doce empleados de Podemos que formaron parte del equipo de campaña, a la que ha tenido acceso Europa Press, Magariños explicó a preguntas de la defensa de la formación 'morada' que los empleados de Neurona se encargaron de producir contenidos "segmentados" destinados a redes sociales como Facebook, Instagram y YouTube: "Trabajos específicos para audiencias específicas".
"Llegaron como refuerzo externo, como consultora y se les integró con el papel especial de un área productiva", recordó, para luego subrayar que fue la de segmentación porque "tenían experiencia en otros procesos --electorales--". No obstante, añadió que también fueron utilizados como refuerzo en otras áreas y se refirió por ejemplo a varios miembros que apoyaron en actos de campaña para grabar imágenes audiovisuales.
Además, Magariños indicó que Neurona realizó para esa segmentación por públicos una prospección demoscópica para "analizar el panorama y ver nichos", y que ese trabajo consistió "en cruzar datos de acceso público y en encuestas" para luego aplicarlo en redes sociales.
"Fundamentalmente se ejecutó lo que proponían, salvo algún cambio", recordó Magariños, que si bien ya no trabaja para la formación 'morada' sí que es militante. Sobre el flujo de trabajo con la productora mexicana indicó que se calendarizaban materiales, se hacían guiones para cada vídeo que elaboraba Neurona, luego se editaba, se subtitulaba y ya se le incorporaba el 'branding' usual de Podemos antes de lanzarlo por los diferentes canales.
Aunque ése era el proceso ideal, la velocidad del día a día hacía que muchas órdenes y cambios se hicieran de forma oral y no a través de los diferentes chats de Telegram que usaban para dar el visto bueno a los materiales, por lo que considera que habrá muchos documentos que no se habrán podido rescatar para aportarlos a la causa.
La reunión del Congreso
Lo que sí dejó claro es que todo lo que realizaba el equipo de Neurona era posteriormente "validado" por responsables de comunicación del partido, e insistió en que lo que aportó esa productora a la campaña fue la experiencia en elaborar esos "vídeos líquidos" --rápidos--, específicos y adaptados por segmentos. "Cuando llegaron de refuerzo (...) intenté que se adaptaran al equipo, que se empaparan de la realidad española y que Podemos se empapara de esa manera ágil y rápida de producir", indicó.
Preguntado sobre si alguien de Neurona explicó sus destrezas antes de ser contratados, Magariños explicó que hubo una reunión en el Congreso de los Diputados con ellos en 2019 antes de la campaña. En la misma, organizada por el responsable de comunicación de Podemos Juanma del Olmo, "expusieron lo que hacían, su menú laboral".
"Hicieron presentación en 'power point' y dijeron que venían de trabajar en elecciones de México y de Colombia, que fueron exitosas para el campo de la izquierda", explicó. Tras esto, recordó que fue Juanma del Olmo quien le comentó que había una consultora que merecía la pena contratar y tras la reunión le indicó que se encargara de ellos y "les integrara en el equipo".
Orientación de "izquierdas"
En el mismo sentido declaró uno de los coordinadores de redes sociales del partido, Mario Gálvez, que confirmó la labor y presencia en la sede de Maudes de personal de Neurona durante la campaña electoral investigada. Ha afirmado que se coordinaba con ellos, especialmente con el responsable de dicha empresa Carlos Portillo principalmente por un canal de Telegram y en ocasiones, por estar presentes todos en la misma sede, de viva voz.
Ha señalado que durante esos días iba pasando por dicha sede gente diferente de Neurona, cuyo número no podía precisar, así como trabajadores brasileños de otra empresa contratada de dicho país cuyo nombre no recordaba.
También han coincido al confirmar el trabajo en equipo que el personal de Podemos desarrollaba con Neurona Julián Benito, coordinador de redes junto con Gálvez y otros dos ya ex trabajadores como son Mikel Oibar y Alfredo Martínez, de los equipos de las áreas de audiovisual y diseño gráfico. El primero ha explicado, a preguntas del fiscal que, aunque no era su competencia, entiende que se eligió para apoyar el trabajo durante la campaña a una empresa como Neurona, pese a ser extranjera, por ser experta en la materia pero también por su orientación política "propia de izquierdas".
Todos ellos señalaron también la presencia de los trabajadores de Neurona en la sede de Maudes y el hecho de que éstos tuvieran sus propios equipos. Oibar, además, recordó que personal de Neurona como Portillo y otras personas, apellidadas Martín y Neira, le acompañaron en algunos actos de campaña puntuales, como el celebrado en Gijón, en el Reina Sofía y el cierre de campaña, ya que había que generar material adicional para redes y que los trabajadores del partido no llegaban a todo; opinión con la que coincidió Martínez a preguntas de la abogada de la acusación popular ejercida por Vox.
El caso Neurona
El núcleo de la causa es el contrato entre Neurona y Podemos, pero el caso partió de una denuncia formulada en diciembre de 2019 por el ex abogado de Podemos José Manuel Calvente en la que llamó la atención sobre otros hechos. En este tiempo, el instructor ha archivado las pesquisas relativas a los contratos electorales con ABD, a las obras de reforma de la nueva sede y al supuesto acceso no consentido a un ordenador de la abogada del partido Marta Flor.
El juez también acordó el sobreseimiento provisional de las donaciones de la Caja de Solidaridad de Podemos y de los sobresueldos que habrían cobrado la gerente y el tesorero del partido, Rocío Esther Val y Daniel de Frutos, entre otros cargos, pero ha reabierto ambas investigaciones, en el primer caso por orden de la Audiencia de Madrid en respuesta a recursos de las acusaciones populares de Vox y Pro Lege, y en el segundo enmendando su decisión inicial a petición de Vox.
Además, a raíz de un escrito presentado por la ex responsable de Cumplimiento Normativo de Podemos Mónica Carmona, Escalonilla ha acordado abrir procedimientos independientes sobre los nuevos hechos denunciados por ésta, entre ellos el supuesto uso de una empleada del partido y ahora asesora del Ministerio de Igualdad como niñera de los hijos de la ministra, Irene Montero. El Juzgado de Instrucción Número 46 ya investiga este asunto.
Precisamente este mismo jueves se ha conocido que el Juzgado de Instrucción Número 45 de Madrid ha decidido archivar la investigación sobre el supuesto cobro por parte del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de las costas procesales en casos donde era el partido quien pagaba a abogados y procuradores, al considerar que no hay indicios delictivos.