Podemos seguirá impulsando su alianza con ERC y EH Bildu para competir con Yolanda Díaz. El divorcio entre la formación morada y Sumar ha llevado a la formación morada a reforzar esta alianza con los republicanos y la izquierda abertzale. La resistencia de Pablo Iglesias a diluir el partido que creó en el proyecto de la vicepresidenta y las críticas del portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, a los planes de Yolanda Díaz han facilitado esta entente, que opera ya casi como una sola voz contra la también ministra de Trabajo.
La izquierda plurinacional. Las ministras Ione Belarra e Irene Montero han convertido este concepto en un mensaje recurrente en cada una de sus comparecencias. Es más, durante la polémica del 'sí es sí' se ha visto a la perfección esa alianza. Ambas han acusado al PSOE de romper la "mayoría feminista" de la Cámara. Toda una alusión a ese bloque de colaboración de Podemos con los independentistas. Lo han usado en el pasado, pero en las últimas semanas se ha convertido en retórica habitual de las caras más visibles de Podemos. Y el frente parlamentario de morados y separatistas vascos y catalanes va a intensificar su alianza frente a la nueva marca de Díaz.
El penúltimo ejemplo es la ley mordaza. Cabe recordar que Iglesias "reventó", según definieron fuentes moradas consultadas por este diario, el plan de parte de su grupo parlamentario al alinearse con las tesis de ERC y de Bildu para tumbar la reforma de la Ley de seguridad ciudadana. Ese episodio cabreó sobremanera a importantes sectores del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que han visto cómo han perdido la ocasión de derogar una de las normas más polémicas del Gobierno de Mariano Rajoy; una promesa de casi toda la izquierda política.
Inquietud en Podemos
Lo cierto es que el coqueteo de Iglesias y Podemos con los independentistas vascos y catalanes genera incomodidad en otras fuerzas del grupo confederal. Sin ir más lejos, en los 'comunes', ya que la competencia de los de Ada Colau con ERC es brutal en Cataluña. No se entiende casi nada de lo que votan Gabriel Rufián y sus doce compañeros de escaño en Madrid sin que sea un dardo al alma catalana de los morados. Los 'comunes', además, sabían desde el principio que ni ERC ni Bildu se prestarían a apoyar a una ley de seguridad española. Pero Podemos se alió con ellos por mero tacticismo político.
Los de Ione Belarra están tomando con cautela sus próximos pasos. Su expectativa en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo es poco alentadora. De eso mismo también se vale Sumar, que espera ese 'batacazo' para ganar fuerza negociadora y arrastrar a Podemos a sus pretensiones de primarias, sí, pero pactadas por todos. Mientras, Podemos se sigue resistiendo a participar en la plataforma electoral de Díaz. La puesta de largo de la candidatura de Díaz a la presidencia del Gobierno el pasado domingo ha sido un duro golpe para el partido morado, que se ha quedado aislado de la amalgama de siglas reunidas en torno a la vicepresidenta y ministra de Trabajo.
Iglesias, que ejerce como portavoz y guardián de las esencias moradas, dijo este lunes que "si Sumar va a las elecciones sin Podemos, será una tragedia electoral y política". Según ex líder de Podemos, "hay que reivindicar que la unidad es más necesaria que nunca" y que es "muy importante que Podemos y la plataforma de la vicepresidenta se pongan de acuerdo para las elecciones".
¿Ticket electoral Podemos-ERC-Bildu?
Mucho más duro fue Rufián, que acumula ya una extensa colección de declaraciones cuestionando a Díaz, su más íntima enemiga. "Entiendo que útil es pactar con Garamendi y con Ciudadanos un reforma laboral sin unos salarios de tramitación y una indemnización digna a cambio del aplauso y la financiación suficiente para apuñalar a quienes te pusieron donde estás", escribió el portavoz republicano en las redes sociales valorando el acto de la vicepresidenta del domingo.
Todas las fuentes consultadas coinciden en que existe un conflicto de intereses entre Rufián, "que va por libre" según reconocen en ERC, y la vicepresidenta segunda. Y todo por cálculos electorales. Aunque Díaz no entra al trapo cuando se le pregunta y su dice desconocer el motivo por el que el también candidato de ERC a la alcaldía de Santa Coloma (Barcelona) ha convertido a la ministra de Trabajo en su particular saco de boxeo, al que da tan fuerte que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se lo ha recriminado en algún que otro debate parlamentario.
La cercanía entre Podemos, ERC y Bildu es tan intensa que algunas voces en el seno del espacio confederal especulan con una posible alianza electoral que se presente a las generales como némesis de Sumar y una idea clara: la república plurinacional. Sin embargo, fuentes de la ejecutiva morada consultadas por Vozpópuli descartan por completo esa opción y la tachan de "patraña". Y dirigentes próximos a los Comunes, todavía unidos a Podemos en el Congreso, "no advierten riesgo de un pacto de este tipo", aunque sí reconocen que ha sonado muy fuerte esa tesis.
Más allá de la opción de atar a Yolanda Díaz en corto, lo cierto es que Podemos quiere meter en la cabeza de los españoles de izquierda que la única alternativa a un Gobierno de PP y Vox es una República plurinacional y social. Y ese es, en parte, el origen de los ataques a la Monarquía. Iglesias está empeñado en atacar a la Corona, porque sabe que sólo apelando a una “identidad republicana” pueden conformar una mayoría con EH Bildu y ERC en la que estas fuerzas se sientan cómodas y que impida a Alberto Núñez-Feijóo (PP) y a Santiago Abascal (Vox) sentarse juntos en La Moncloa.
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