El pleno del Congreso ha vuelto a ser este jueves un escenario de teatro. Como si de una función se tratara, el presidente del Gobierno ha comparecido para dar explicaciones sobre el caso Pegasus. El problema es que el dirigente socialista se ha excusado recordando al PP la Kitchen y culpabilizando al CNI, al que ya ha anunciado que regulará una nueva ley. Y claro, el enfado de ERC, el partido más beligerante por el lío del espionaje, ha sido mayúsculo. Pero puro teatro. Para que quede claro, Unidas Podemos tranquiliza al personal: "Seguirán pegados al Gobierno", explican a este diario fuentes de peso del espacio confederal.
La amalgama de partidos que lidera en el Gobierno la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no duda de que los republicanos catalanes no se alejarán del bloque de investidura por puro interés. "Ni a Sánchez ni a ERC les interesa volar todo e ir a elecciones. Esto no es más que un paso necesario para justificar que la coalición siga adelante. El cabreo de ERC estaba claro. Ellos tienen que justificarse siempre ante la tropa independentista. Pero no irá a más", explica un alto cargo morado.
Pese a todo, la Cámara Baja ha visto varios enganchones que permiten calibrar el estado de salud de los partidos que sustentan a Pedro Sánchez en Moncloa. El propio portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha admitido que los suyos se mueven en un "equilibrio", como si fuera el primero en reconocer lo inestable de andar por la cuerda floja: "Tenemos que equilibrar entre los avances sociales que ustedes hacen con otras formaciones políticas en el estado del bienestar, pero también tenemos que avanzar en el estado de derecho. No nos pueden chantajear constantemente".
No nos pueden chantajear constantementeGabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso
Eso sí, pese a que solo el interés ata a ERC al Gobierno, lo cierto es que la tensión entre los republicanos y algunos sectores morados no hace más que crecer. No es ningún secreto la animadversión entre los 'comunes' y los de Rufián. El pleno de este jueves ha sido testigo, porque en el alma catalana de los morados hay quien apuesta abiertamente por romper con ERC a menos de un año para las elecciones municipales. En ese contexto hay que leer las bofetadas entre Jaume Asens, portavoz de Unidas Podemos, y su colega Rufián. Y todo por el poder en el Ayuntamiento de Barcelona.
Unidas Podemos ha reprochado a ERC que pierda su alma de izquierda por su amor a la estelada. "Con ustedes tenemos muchas cosas en común, pero dos discrepancias. Ser duros con el espionaje es compatible con defender derechos para mejorar la vida de la gente. Cada vez que votan en contra de medidas sociales no lo hacen contra el Gobierno. Lo hacen contra la gente. Miren más a Bildu y menos a sus socios de Junts", ha espetado Asens. La réplica de Rufián ha tenido nombres y apellidos: Manuel Valls, todo un dardo por cómo llegó Ada Colau al Gobierno. En plata, gracias a la derecha. "Asens ha dedicado más tiempo a ERC que a Villarejo", ha dicho el portavoz de ERC.
En verdad, Sánchez ha respondido a ERC como Podemos esperaba. Fuentes gubernamentales moradas explicaban a este diario al poco de trascender el lío de Pegasus que el presidente del Gobierno tenía que tener un gesto en forma de cabeza o ley. "Algo gordo", decían. Y lo cierto es que ha dado las dos cosas: la cabeza de la ya exdirectora del CNI, Paz Esteban, y las reformas legislativas para cambiar el CNI y romper con la ley de secretos oficiales de 1968. Eso sí, tanto los independentistas como Unidas Podemos siguen a espera de que la cabeza clave, la de la ministra de Defensa, Margarita Robles, se asome a la guillotina. Tic tac.
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