Esteban Tettamanti (Montevideo, Uruguay, 1975) es una rara avis en Podemos, partido al que se unió desde sus inicios y al que representa como concejal en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). Este uruguayo llegó a España en 2001 para seguir una vida marcada por la música y por la política. Quizá por ello, está empeñado en ser la nota discordante de la partitura morada.
Y es que este productor artístico disputó el mando del partido a la actual secretaria general el verano pasado y... perdió. Entonces clamó por una organización que volviera a escuchar a la militancia. Ahora quiere que los suyos empujen a Yolanda Díaz, porque no les ve muy por la labor: "El papel de Yolanda es muy importante a nivel nacional pero si desde la base no estamos trabajando… En fin, los que lo hacemos a título personal. No hay una línea política clara en ese sentido".
Pregunta. ¿Qué pasa en Podemos en estos momentos?
Respuesta. Es evidente que el desgaste de estar en el Gobierno como fuerza más pequeña... lo acusamos más. Esto no significa que no estemos trabajando y haciendo cosas relevantes. Pero como siempre sucede, quien capitaliza es la parte mayoritaria del Gobierno. Luego, venimos de una situación en la que el partido ha ido perdiendo apoyos en diferentes elecciones. Y una de las razones por las que me presenté a la secretaría general fue para hablar con la militancia y no lanzarla discursos. Hay que escucharla.
P: ¿No está escuchando la dirección de Podemos a la militancia?
R: Está intentando sintonizar. Y lo está haciendo de forma lenta. La secretaria de organización está intentando conectar con los territorios. Pero es complicado porque los principales actores de la dirección están en el Gobierno. Ione Belarra, Irene Montero… Por eso, propuse en su día que las personas que están en el Gobierno debían dedicarse a ello al 100% y no a las tareas del partido.
P: ¿Qué le parecen las últimas expulsiones y salidas que ha habido del partido?
R: Encuentro similitudes con cosas que yo he recogido en campaña cuando me presenté a la secretaria general. Por ejemplo, la compañera de La Rioja comentaba la falta de transparencia en cuanto a qué se hace con el dinero que se recauda de los cargos públicos. Eso en Euskadi es un territorio en el que se me ha dicho mucho. La gente dice: perfecto, a mí se me descuenta una parte de mi salario, pero yo quiero saber a qué va destinado. Que lo destino con gusto, pero si el partido no rinde cuentas por ahí, es más interesante donarlo a asociaciones. Eso sí que me lo he encontrado. No es un caso aislado que una persona hable de esto.
Y en el caso de la compañera Pita... Hay una realidad, se la ha tratado de tránsfuga por no haber dejado el acta. Pero Meri Pita se ha ido al Grupo Mixto y, que yo sepa, eso no es un ni un proyecto ni un partido. Creo que partimos de una base equivocada. Y estamos justos en el Parlamento para sacar cosas adelante como para encima echarla de mala manera cuando vamos a necesitar su voto.
P: La consejera de La Rioja dijo que se la echó por apoyar a Yolanda Díaz...
R: Entiendo a aquellas compañeras y compañeros que están con muchas ganas de empezar a trabajar en ese proyecto que tiene Yolanda Díaz. Y lo que estamos percibiendo desde la dirección es que no está habiendo pasos claros respecto a ese trabajo enorme que Yolanda se ha puesto a las espaldas de construir esa plataforma. No estar abordando esto con la seriedad y la rapidez que deberíamos va en detrimento no solo de la figura de Yolanda sino de la de toda la izquierda.
P: ¿Por qué Podemos no va rápido con Yolanda Díaz?
R: Eso habría que preguntárselo a la dirección. Yo solo me voy a retrotraer a algunas claves de Yolanda. Ella dijo que el gran obstáculo de su proyecto son los egos. Más allá de algunos discursos por parte de la secretaria general, no veo que haya ido a más ese apoyo a Yolanda. No veo que se avance internamente.
P: ¿Cuáles son los egos?
R: No sé. Me limito a lo que dijo Yolanda en su día. El hecho de no estar en determinadas fotos, por ejemplo el acto de Valencia cuando Yolanda se reunió con otras políticas, pues generó internamente algunos malestares.
P: ¿Quién se molestó?
R: Yo no puedo afirmar con rotundidad quién, sino lo que ha trascendido. Malestar porque no estuvo ni Ione Belarra ni Irene Montero.
P: ¿Ha notado algún cambio en el partido desde que Ione Belarra se hizo cargo de él?
R: Hace poco tiempo que ha asumido la dirección. Y se ha encontrado con problemas internos grandes en diferentes territorios. Pero es verdad que advertí en ese momento, cuando Iglesias renunció, de que no era el momento de salir rápidamente a elegir una nueva dirección. Nos tendríamos que haber tomado un tiempo interno de reflexión.
P: ¿Cree que Iglesias sigue teniendo mucho control sobre el partido?
R: Pablo Iglesias representa muchísimo todavía para Podemos por todo lo que ha significado. No se entiende al partido sin él. Aunque no esté ya en primera línea, lo que opine tiene una influencia muy importante dentro del partido. No es el espíritu de Pablo estar todo el tiempo marcando una línea de pensamiento. Él intenta ayudar en lo que puede, en este proceso que es el frente amplio.
P: Pero Iglesias ha sido crítico con Yolanda Díaz, por ejemplo cuando se puso del lado del presidente a la hora de enviar armas a Ucrania…
R: En Unidas Podemos no hay unanimidades. Creo que Yolanda Díaz actuó en ese momento con sentido de Estado. Supo interpretar el sentimiento y el pensamiento de la mayoría de españoles. Pablo tiene su opinión pero él ya no forma parte del Gobierno.
P: ¿En qué ha cambiado Podemos tras la salida de Pablo Iglesias?
R: Esa desafección hacia la política que ya notábamos en la militancia, es claro que tras la salida de Pablo se ha identificado. Por eso es para mi tan necesario que trabajemos en la plataforma de Yolanda Díaz. Creo que es poco inteligente y de poco sentido político no estar hoy día trabajando intensamente en el frente amplio.
P: ¿Eso significa que la dirección no está trabajando en ello?
R: Creo que se está trabajando, pero se trabaja en cada nivel. Yo puedo dar mi visión desde el punto de vista municipal. En la zona de la Sierra de Madrid estamos trabajando para constituir la plataforma a nivel municipal. Pero qué pasa, que un frente amplio no se construye solamente de arriba a abajo. El papel de Yolanda es muy importante a nivel nacional pero si desde la base, los municipios, no estamos trabajando… En fin, los que lo hacemos a título personal. No hay una línea política clara en ese sentido.
P: ¿Cómo se puede ilusionar a la gente de izquierda cuando Podemos no hace más que perder elecciones?
R: Yo creo que el proyecto de Podemos no está caducado. Podemos está dentro del Gobierno. Y es público que hay cosas que se han hecho esta legislatura gracias a Podemos. Es verdad que Podemos ha ido bajando, pero no es un proyecto caducado. No hemos sabido conectar lo que hacemos con la mayoría social.
P: ¿Se ha sentido cómodo con el liderazgo que ha ejercido Pablo Iglesias?
R: Es un personaje muy denostado. No me atrevo a decir que sea uno de los más odiados de España. Pero ha habido hacia Pablo Iglesias un ataque mediático tremendo. Él dice cosas que poca gente está dispuesta a escuchar. Y eso tiene un desgaste.
P: ¿Qué sitio tienen que tener Belarra y Montero en la plataforma de Yolanda Díaz?
R: El que se acuerde dentro de esa plataforma. No soy una persona que diga: 'Bueno, como en su momento Podemos tuvo tantos millones de votos, ahora en esta plataforma Podemos tiene que tener tanto'. Eso se tiene que negociar sobre todo con mucha generosidad. Esto no va de decir que yo voy en el número 2 o en el 3. No debería ser cuestión de sillones.
P: ¿Está Podemos intentando tomar el control de la plataforma?
R: No lo sé. Y si lo está haciendo al menos debería estar liderando e intentándolo posicionar. Hasta ahora no he visto más que algunos discursos. Y a la interna del partido no hay esa sensación.
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