“¡Claro que hay una lucha de poder por las listas!, eso siempre pasa, pero el problema de Yolanda Díaz hoy no somos Podemos ni lo que diga o deje de decir Pablo Iglesias en los medios de comunicación. Su problema ahora mismo es que nuestra gente la percibe más próxima al proyecto de Pedro Sánchez y al PSOE que al nuestro, que debería ser el suyo; y no se fían, digan lo que digan los sondeos”.
Quien así habla para Vozpópuli es alguien muy próximo al núcleo duro de la formación morada que encabezan la secretaria general, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero. Esta fuente transmite preocupación por la dinámica subsidiaria respecto a los socialistas en la que cree que ha entrado Sumar y, en este sentido, comparte opinión con la plana mayor del partido, muy crítica con la puesta en escena que supuso el lanzamiento del ticket Sánchez/Díaz durante la reciente moción de censura de Vox.
Cree que este domingo la vicepresidenta tiene una ocasión de oro durante la presentación de su candidatura para corregir el rumbo y desgranar lo que tiene que ser un proyecto ”autónomo” de izquierda nítida, que haga que el PSOE no se relaje. Se trata de movilizar a un electorado -hoy muy desmovilizado- al cual no le va a bastar con el miedo a un posible gobierno de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, entre otras razones, porque en muchas autonomías y ayuntamientos ya gobiernan juntos.
“Si la propuesta de Yolanda se reduce a vótame para que siga Sánchez, haga lo que haga, igual nuestro votante -que es el suyo, no debería olvidarlo- se queda en casa, y el votante socialista al que ahora cae muy bien acaba votando Sánchez”, dicen en Podemos
A juicio de la Dirección de Podemos, el mensaje de Díaz en el polideportivo Magariños tiene que responder a esta pregunta: ”¿Para qué queremos Sumar?”; esa fue la clave del éxito del proyecto y personal de Pablo Iglesias hace ocho años. ”Nuestro principal capital político durante este tiempo es que hemos sido vistos por nuestros electores como la garantía de que un gobierno socialista no va a decir una cosa en campaña electoral y luego va a hacer otra en el Gobierno o, incluso, la contraria”.
“Y si eso conlleva tensión, conflicto como en la Ley de Vivienda o en la Ley del sólo sí es sí, en la Ley Mordaza y en tantas otras, bienvenida sea esa tensión; y si para eso hay que llegar a levantarse de la mesa negociadora y forzar otra repetición de elecciones, como hizo Pablo en 2019, se hace”, prosigue esta fuente con acceso directo a Belarra & Montero.
“Porque, si la propuesta de Yolanda este domingo se reduce a un vótame para que siga Sánchez, haga lo que haga, no para transformar la sociedad frenando el abuso en los alquileres o cambiando la Ley mordaza, pues igual el votante de Podemos -que es el suyo, no debería olvidarlo- se queda en casa el día de las elecciones; y ese votante socialista que ahora dice que le cae muy bien Yolanda acaba votando directamente al PSOE para que siga Pedro Sánchez”. El eterno dilema entre la copia y el original, que en política no se resuelve únicamente llamando a ”la unidad”, añade.
La citada fuente confía, no obstante, en que al final se imponga el sentido común y haya antes del 28 de mayo un acuerdo que integre a Podemos en Sumar de cara a las elecciones generales de diciembre porque lo contrario aboca a todo ese espacio político al ”desastre”, como recordó el lunes el propio Iglesias en la SER; aunque avisa: ”negociar sí, pero no a cualquier precio”.
Podemos tiene ”muy claro” que, con 35 diputados logrados en 2019, no puede tener el mismo peso que Más País, que logró dos, y se pregunta: ”¿Cuál será la postura de Sumar en la gestación subrogada, la de Errejón, que está a favor si es ”altruista”, o la nuestra?”
Podemos tiene ”muy claro” que en la configuración de las candidaturas a Congreso y Senado tendrá que ser realizada siempre en base a los resultados electorales anteriores, y que no puede tener el mismo peso que otros socios en Sumar. Unidas Podemos logró 35 diputados en noviembre de 2019 y Belarra y los suyos no aceptan situarse en paridad con Más País de Íñigo Errejón, que logró solo dos escaños o Compromis (uno, Joan Baldovi).
En el núcleo duro creen que Yolanda Díaz ya ha tomado conciencia de que, como señala el ex asesor de Pedro Sánchez Iván Redondo, quien mantiene una magnífica relación con Iglesias, la plataforma que hoy presenta no será nada si no tiene motor Podemos, tanto en sus candidaturas como en su discurso y estrategia política, porque no puede ser un mero apéndice del PSOE. “La gente siempre elige el original, no la copia”, se insiste.
Los morados ponen como ejemplo lo ocurrido esta semana en torno al debate sobre la gestación subrogada que ha abierto la maternidad de Ana Obregón en Miami. Más País se declaró a favor si es ”altruista”, como en Canadá, pero no del concepto vientres de alquiler. ”¿Cuál va a ser la postura de Sumar, la “altruista” de Errejón, en el que ahora se está apoyando, o la nuestra, radicalmente en contra de cualquier gestación subrogada?”, se preguntan.
Eso es lo que ocurre “por no haber hecho los deberes a tiempo” y haber intentado en estos casi dos años orillar a la formación principal de Sumar, que solo puede ser Podemos, dicen; por haberse puesto “desde el minuto uno”, no al frente de los morados, sino como mediadora entre estos y La Moncloa, equidistante, para acabar presentándose como solución al problema y ganar autonomía interna en ese espacio político.
Creen que Yolanda Díaz ha intentado desgastar la marca Podemos para así negociar con Belarra & Montero en mejor posición tras el posible desastre morado en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, pero “se está dando cuenta de que, si eso ocurre, ya no habrá nada que sumar” al día siguiente; y las posibilidades de reeditar gobierno con el PSOE en diciembre quedarán muy mermadas porque PP y Vox arrasarán en las generales seis meses más tarde.
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