Parece que la 'diplomacia de precisión', ese nuevo concepto acuñado por Irene Montero, también implica dejar a los ucranianos sin un euro en el bolsillo. Podemos y los socios de Alberto Garzón en el Parlamento Europeo se opusieron a la resolución para ampliar la ayuda financiera a Ucrania, un país lastrado económicamente por la guerra sanguinaria de Putin. Cuando Rusia inició la invasión, Podemos apeló a la rendición de Zelenski ante la imposibilidad de los ucranianos de resistir. Después de varios meses, con los ucranianos resistiendo valerosamente y ganando posiciones clave con su contraofensiva, la postura de los socios del PSOE en el Gobierno no se ha movido un ápice.
La resolución europea aprobaba la concesión de 5.000 millones de euros adicionales para que el Gobierno ucraniano pueda hacer frente al desastre humanitario provocado por las tropas rusas y poder seguir ofreciendo los servicios básicos a la ciudadanía. Los eurodiputados de Podemos han decidido abstenerse de esta propuesta en lugar de apoyarla, como ha hecho la amplia mayoría de su grupo parlamentario (The Left).
"La guerra injustificada que mantiene Rusia contra Ucrania desde el 24 de febrero de 2022 ha limitado el acceso al mercado de Ucrania y ha provocada una caída drástica de los ingresos públicos, mientras que el gasto para hacer frente a la situación humanitaria y mantener la continuidad de los servicios estatales ha aumentado notablemente", reza uno de los puntos de la resolución.
Las mejores estimaciones de las necesidades de financiación de Ucrania realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan a un déficit extraordinario de alrededor de 39.000 millones de dólares para este año. La ayuda internacional podría servir para reducir a la mitad este déficit. Los 5.000 millones que enviará el Parlamento Europeo tienen por objeto "apoyar la estabilización macrofinanciera de Ucrania, reforzar la resiliencia inmediata del país y mantener su capacidad de recuperación, contribuyendo así a la sostenibilidad de la deuda pública".
Esta ayuda financiera no tiene relación alguna con el apoyo bélico que tanta urticaria genera entre las filas de Podemos, es dinero destinado a sostener la infraestructura pública de un país. Del grupo parlamentario The Left, al que pertenecen IU y Podemos, 23 europarlamentarios han mostrado su apoyo a esta inyección monetaria, la gran mayoría.
Solo 4 han votado en contra, y dos de los votantes son españoles. Se trata de Miguel Urbán, otrora miembro de Podemos y ahora líder de Anticapitalistas, y de Manu Pineda, uno de los hombres de Alberto Garzón, miembro del Partido Comunista Español y con asiento en la Comisión Colegiada de Izquierda Unida. Este europarlamentario de Izquierda Unida llegó a pedir en la Cámara europea que se investigasen los crímenes de guerra de Ucrania en un debate que versaba sobre los crímenes de Rusia. En dicha ocasión, al más puro estilo Russia Today, cargó contra la OTAN por "hostigar" a Putin.
Hay 7 europarlamentarios de The Left que se han abstenido, y entre ellos se encuentran Sira Rego, de Izquierda Unida y mano derecha de Garzón, y Eugenia Rodríguez Palop e Idoia Villanueva de Podemos.
La impasibilidad de Podemos
Los eurodiputados de Podemos e Izquierda Unida mantuvieron esta postura justo hace una semana, cuando la contraofensiva ucraniana avanzaba a buen término y se percibía que la respuesta de Putin estaba al llegar. No hay que olvidar que el mandatario ruso se comprometió ante China a acabar pronto la guerra. La quimera del uso de la bomba atómica por parte de Putin empieza a cristalizarse tras sus últimas y preocupantes declaraciones. Pese a ello, Podemos mantiene un cómplice silencio.
El socio del PSOE en el Gobierno ya dio buena muestra de su impasibilidad ante la situación ucraniana cuando registró en el Congreso, recién iniciado el curso político y con Ucrania ganando posiciones, una nueva Proposición No de Ley para que España deje de enviar armas a Zelenski. La PNL lleva la firma de Pablo Echenique.
Putin ha movido ficha tras los avances de las fuerzas ucranianas y ha decidido movilizar a 300.000 reservistas para unirse al frente. El presidente ruso también ha amenazado a Occidente con el uso de armas nucleares si se inmiscuye en el conflicto: "Utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para proteger a Rusia y a nuestro pueblo. No es un farol".
Hay una sutil diferencia entre las tropas ucranianas y los reservistas rusos, y es que unos luchan por defender su país y los otros por los designios de Putin. La oleada de protestas no se ha hecho esperar, y la policía del Kremlin ha detenido a más de 1.000 personas que se manifestaban contra la guerra. La Fiscalía de Moscú ha dictaminado que la mera convocatoria de manifestaciones será constitutiva de delito.
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