Podemos ve a la ministra de Defensa, Margarita Robles, herida de muerte. Es más, no solo perciben señales que conducen a su fin, sino que trabajan para terminar con ella alineándose con ERC, según reiteran las fuentes consultadas. Por eso, tanto ellos como los republicanos no terminan de bajar los decibelios contra la ministra socialista. En Podemos son conscientes de que el presidente, Pedro Sánchez, necesita a los independentistas para seguir en Moncloa. No le ven dispuesto a permitir la caída del Gobierno. Y ese es el mensaje que Podemos está trasladando a los aliados secesionistas: "Calma, que Robles caerá tras las andaluzas".
Los de Ione Belarra vieron este miércoles a Sánchez frío con Robles. La política se mide mejor por lo que haces que por lo que dices. Y es que el jefe del Ejecutivo dio, en la sesión de control en el Congreso, la justificación al cese de la ya exdirectora del CNI que no dio un día antes la jefa de Defensa en Moncloa ante los periodistas: [Paz Estaban ha caído por] “un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno”, zanjó Sánchez.
Los morados, además, huelen la sangre de Robles por la surrealista rueda de prensa en la que anunció la "sustitución" de Esteban a los mandos de la inteligencia española y el desembarco de Esperanza Casteleiro, su mano derecha y hasta ahora secretaria de Estado de Defensa. La ministra fue incapaz de explicar su cambio de postura tras sacar pecho por la labor de Esteban. Y algunos sectores de ERC en el Congreso, el partido más beligerante contra la ministra socialista, la ven, literalmente, "cavando su propia tumba", según ha sabido Vozpópuli.
El anhelo
La cabeza de Robles es el anhelo de Podemos y de la izquierda radical independentista. Eso sí, Podemos no puede pedir abiertamente la salida de una colega en Moncloa, pero seguirá desplegando una estrategia de desgaste encaminada a quemar a Robles. Los morados están en esas plenamente alineados con ERC, Bildu y la CUP, entre otros. Como ya adelantó este diario, fue Bildu quien salvó el 'decreto de la guerra' a cambio de una contrapartida: "llegar hasta el final del caso Pegasus", según contaron fuentes de Unidas Podemos. En planta, la salida de Robles.
Esta, no obstante, no llegará antes de las elecciones andaluzas del 19 de junio. El Ejecutivo no se puede permitir una crisis de Gobierno antes de que la izquierda se la juegue en una de sus comunidades fetiche. Y, además, Robles será la anfitriona de la cumbre de la OTAN del 29 y 30 de junio en Madrid. Todo ello impide que la titular de Defensa caiga ya, razonan los aliados de Sánchez. Pero una vez pase todo, la exjueza tiene varias papeletas para protagonizar una crisis de Gobierno.
El exlíder de Podemos Pablo Iglesias ya está agitando la idea. Este jueves ha asegurado en Cataluña Radio que "convendría prescindir" de Robles tras el caso de espionaje. Y ha apuntado que "quizás [Sánchez] haya calculado que conviene más posponer la decisión" de sacarla del Consejo de Ministros. "Sánchez ha demostrado actuar con frialdad de cirujano. Ya se verá si en la próxima remodelación del Gobierno sigue estando la actual ministra de Defensa", ha remachado.
Los abertzales salvaron a ERC de la 'vergüenza' de votar a favor del Gobierno tras conocerse el espionaje a los independentistas y de aparecer como culpables ante su electorado por no haber apoyado un decreto "tan de izquierdas". ¿Y cuál es el caramelo para Bildu? Fuentes socialistas sostienen que ninguno. Y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, se apresuró a desmentir cualquier tipo de pacto con la izquierda abertzale. Pero las fuentes consultadas en el espacio de Unidas Podemos, conocedoras de los entresijos de la negociación del decreto, apuntan que se persigue la cabeza de Robles. Por eso se rema.
En Podemos asumen que el PSOE solo tiene una forma de operar: con ruido, bajo presión. Y ese es el motivo por el que están embarcados en la estrategia de desgaste continuo a Robles, quien, además, mantiene un pulso con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. La tensión entre socialistas viene por el anuncio de los pinchazos por Pegasus a los teléfonos de Sánchez y a la propia Robles. Y es que la titular de Defensa cree que desvelar eso solo la quema a ella por ser la responsable última del CNI. Y a la propia Inteligencia española, a la que deja en mal lugar. En verdad, la crisis del espionaje está lejos de resolverse, porque aún no se sabe, y probablemente según los espías españoles no se sepa nunca, quién intervino las comunicaciones de Sánchez, Robles, Fernando Grande-Marlaska y el resto de independentistas sin aval judicial.
La obsesión
Podemos está obsesionado con Margarita Robles. Desde que Pedro Sánchez nombró a la exjueza ministra de Defensa, en junio de 2018, los morados la pusieron en el centro de la diana en la que señalan a los enemigos de su causa. El lío del espionaje es solo el último capítulo de una larga historia de puñaladas políticas entre la socialista y la formación liderada por su 'colega' Ione Belarra.
Los morados saben que la beligerancia de sus mensajes contra la ministra de Defensa trasladan a la opinión pública la sensación de que la quieren fuera del Consejo de Ministros. Eso sí, fuentes gubernamentales de Podemos recuerdan que no han pedido su dimisión de manera explícita en todo este tiempo, aunque la dejen caer de forma velada. En verdad, que Robles esté sentada con ellos en Moncloa les es útil para confrontar con lo que piensan que representa: "cercanía con la derecha y el Estado profundo".
En plata: a Podemos le viene bien tener a una 'derechosa' como némesis. Y más si esta se debe al PSOE, el archienemigo morado. Pero solo hay una salida para la coalición: gobernar con los independentistas que buscan la caída de una ministra de Defensa bajo asedio.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación