Podemos no olvida las ofensas. El partido morado, ahora dirigido por Ione Belarra, no quiere que la ganadora de las primarias de Izquierda Unida, Vanessa Lillo, sea la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, cargo que le correspondería tras la salida de Isa Serra. Así lo desvelan unos mensajes internos del partido a los que ha tenido acceso Vozpópuli, que señalan cómo la negociación entre los dos grupos queda de momento bloqueada. Lillo comentó duramente el día después de la noche electoral en un chat del partido que Iglesias y los dirigentes de Podemos la habían apartado en una habitación y no le adelantaron nada sobre el discurso del exlíder morado. "Son unos ratas y unos sinvergüenzas", afirmó.
"El motivo de este desacuerdo ha sido el tema de las portavocías", explican los dirigentes de IU en un mensaje para sus miembros. El asunto de la portavocía del grupo político en la Asamblea de Madrid es determinante para aclarar los equilibrios internos en la coalición. Y a lo largo de los últimos días se han generado roces y choques sobre ese punto, puesto que Podemos se ha negado a otorgar a Lillo ningún cargo de prestigio.
"Les indicamos que a la diputada de IU que encabezó nuestra lista, Vanessa Lillo, debía asignársele la portavocía adjunta o en su defecto, en un afán de apurar todas las posibilidades de acuerdo, la portavocía adjunta segunda. Sin embargo, Podemos no lo ha aceptado y ha indicado que únicamente procedía inscribir en el grupo a las portavoces que anunciaron la semana pasada, Carolina Alonso como portavoz del Grupo y Alejandra Jacinto como portavoz adjunta", insiste la comunicación interna de IU.
Iglesias y Serra dejan el escaño
El razonamiento de los miembros de IU es inapelable. Lillo ocupaba la tercera posición de la lista electoral capitaneada por Iglesias. El exsecretario general de Podemos dejó todos sus cargos en la misma noche electoral del 4-M, lo que dejaba en manos de Isa Serra, la número dos de la lista, el liderazgo del grupo en la Asamblea. Sin embargo, el pasado 7 de junio, también Isa Serra dejó su escaño en la Asamblea para pasar a una "nueva etapa" en la organización de Podemos. Por lógica, la portavocía debería caer en la siguiente en la lista. Es decir, Vanessa Lillo.
Cuando los miembros de IU preguntaron a los de Podemos las razones que impedían nombrar a Lillo portavoz o portavoz adjunta de la coalición, los representantes de Ione Belarra contestaron que no se daban las "condiciones de acordar en este momento el nombramiento de la compañera Vanessa como portavoz segunda del grupo”. La reunión interna sufrió varios recesos, pero no hubo manera de superar el veto de Podemos. "Su posición ha sido inamovible, lo que entendemos no es una manera correcta de encauzar las conversaciones que se produzcan entre ambas organizaciones", revelan en IU.
Cabe destacar que el sector de Lillo, que ganó las primarias en Madrid, no era el respaldado por Iglesias. El líder morado y su mano derecha Enrique Santiago, líder del PCE y quien aspira a ejercer un control total IU ignorando la figura de Alberto Garzón, habían apostado por otra corriente. Sin embargo, Lillo y los suyos ganaron por sorpresa las primarias del pasado abril y en medio del choque con Podemos, el otro sector, formado por Manu Castro, Marga Ferré, Carlos Sánchez Mato, Sol Sánchez, Pedro del Cura, Sira Rego y Mauricio Valiente, entre otros, aspira ahora a tomar el control de IU Madrid.
Del silencio a la venganza
Cuando estalló la polémica por los audios de Lillo en los que cargaba contra la dirección de Podemos en la noche electoral del 4-M, la cúpula morada guardó silencio. Pero todo apunta a que tomó nota, porque el veto a Lillo llega pocos días después del nombramiento de Belarra como jefa ejecutiva de Podemos y heredera de Iglesias.
El mensaje audio que transmitió Lillo poco después del 4-M era sin duda muy contundente: "He pensado por un momento: 'Vane, pírate', y he estado a punto de irme, y no sé, si veis las imágenes, pues debe ser el cansancio, estoy como un poco lenta a la hora de aplaudir... Porque he dicho: 'Sois unos sinvergüenzas y unas ratas', ahora sí, pero ni siquiera me mencionas, es que son la polla", afirmó.
A lo largo de los próximos días, posiblemente este mismo fin de semana, los dos grupos se volverán a reunir para aclarar el asunto central de las portavocías. Los de IU califican de "positivo" que se hable otra vez del asunto, pero no esconden su escepticismo: "Vemos con mucha preocupación la inflexibilidad con que se ha abordado esta primera reunión por parte de los representantes de Podemos. Esperamos y deseamos que la voluntad que han manifestado de 'hacer que las decisiones se tomen por consenso sin imponer mayorías y minorías' se vea correspondida por los hechos en los futuros encuentros".