El anuncio de Podemos de convocar una gran manifestación para el próximo 31 de enero no ha sido recibido con especial entusiasmo en Izquierda Unida, sino todo lo contrario. Este movimiento del partido de Pablo Iglesias, con el que pretende "medir su apoyo ciudadano en la calle", según afirmó el secretario de Relaciones con los Movimientos Sociales, Rafael Mayoral, ha cogido a la coalición de Cayo Lara y Alberto Garzón, candidato a las primarias para la Presidencia al Gobierno, con el pie cambiado.
Justo en un momento en que IU había tendido la mano a Podemos (tanto con la oferta de lista conjunta realizada por el propio Garzón como con la victoria de Tania Sánchez en las primarias de IU-CM), la nueva formación ha jugado una carta poderosa para marcar su propio terreno. Si bien Podemos e IU comparten estrategia de movilizar el descontento ciudadano y "empoderar" a la gente, el partido del círculo se ha adelantado en este itinerario con la convocatoria de una marcha multitudinaria para el último día de enero, a sólo tres meses de las elecciones municipales y autonómicas.
Según fuentes de IU consultadas por Vozpópuli, Podemos ha anunciado esta movilización "de manera unilateral, cuando cualquier iniciativa de este tipo debía haber contado con el apoyo expreso de todas las fuerzas que abogan por la unidad popular para el cambio político en este país". Ningún encuentro formal se ha producido entre ambas formaciones para abordar esta iniciativa, aseguran las mismas fuentes. Además, cuestionan que el partido de Pablo Iglesias "haya llamado a la ciudadanía a participar en una manifestación más como un gesto de apoyo a una siglas concretas que en contra del bipartidismo y la mafia dirigente".
Desde IU reprueban que Podemos organice "una manifestación más como un gesto de apoyo a una siglas concretas que en contra del bipartidismo y la mafia dirigente"
Esta percepción es compartida incluso por quienes dentro de Izquierda Unida ocupan posiciones más críticas con la dirección federal y apuestan por caminar hacia la máxima confluencia con Podemos y fuerzas emergentes del tipo Ganemos. Este sector entiende el gesto de Podemos como una "demostración de fuerza, que puede tener 'efecto boomerang' y alejarles de la calle en una deriva identitaria", advierten.
Por ahora, el partido de los cinco eurodiputados ha hecho una invitación general a la ciudadanía a participar en la cita del 31-N, dirigiéndose fundamentalmente a "toda la gente que apueste por el proyecto de Podemos". Este formato de llamamiento por parte de un único partido, donde el hecho de reunir apoyos de la cidadanía es prioritario a lo que pueda ser una protesta conjunta contra las políticas de PP-PSOE, no tiene precedente en los últimos años. Cuando las grandes formaciones han salido a la calle en las últimas legislaturas lo han hecho siempre para manifestarse sobre una cuestión concreta: contra la guerra de Irak, política antiterrotista, planes de ajuste económico, aborto, sentencia del TC sobre el Estatut, independencia en Cataluña, etc.
Más recientemente, las Marchas de la Dignidad, tanto en su convocatoria del 22 de marzo de 2014 (50.000 personas, según la Policía) como en la del pasado fin de semana, han contado con representantes de Podemos. En estos casos, el partido de Iglesias no actuó por libre y se sumó a más de cien organizaciones, entre ellas Izquierda Unida, PCE, Equo, Alternativa Republicana, UGT, Comisiones Obreras, Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Juventud sin Futuro o el movimiento 15-M.
La respuesta de IU al 'decretazo' de Zapatero
Fuentes de IU recuerdan que su partido sí convocó una manifestación en solitario en junio de 2010, pero en aquella ocasión, subrayan, "el propósito de la cita no era que sirviera de termómetro sobre el respaldo ciudadano al partido, cuestión que se mide en las urnas, sino el de ser altavoz del descontento de la calle ante los recortes del Gobierno de Zapatero", puntualizan.
El partido de Iglesias ha hecho una invitación general a la ciudadanía a participar en la cita del 31-N
En aquella ocasión, IU consiguió reunir a miles de personas -15.000 asistentes, según cálculos de la coalición- que protestaron desde la Puerta de Toledo hasta la Plaza Mayor de Madrid contra el tijeretazo social que había anunciado el Ejecutivo socialista el 12 de mayo de 2010.
El coordinador general de IU, Cayo Lara, reprochó entonces a Zapatero que estuviera "traicionando a los 11 millones de la base social que le llevó a La Moncloa" al ponerse al servicio de "los mercados". El líder de la coalición se refirió también a la huelga general que estaba ya convocada para el 29 de septiembre de aquel año y animó a participar en ella para "decir 'basta ya' al poder financiero".
Cayo Lara: "Si tú y yo queremos bailar..."
Preguntado este martes en rueda de prensa sobre esta cuestión, Lara cuestionado que Podemos no haya contado con el resto de "actores sociales". Así, ha manifestado que "si tú y yo queremos bailar, tendremos que ponernos de acuerdo en que queremos bailar". "Es lo mínimo", ha indicado, dejando caer que IU no estará en esta movilización.
No obstante, el coordinador federal de IU ha mostrado su respeto hacia esta convocatoria. "Entendemos que la movilización está ligada al proceso de transformación de la sociedad", ha añadido. Eso sí, Lara ha remarcado que "las convocatorias de movilizaciones tienen que tener objetivos concretos", circunstancia que, a su juicio, no se da en este caso.
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