El expresidente brasileño Lula da Silva es un icono para la izquierda del planeta. Y Podemos no ha querido dejar pasar este sábado la ocasión de retratarse en Madrid junto al histórico dirigente del Partido de los Trabajadores. Los morados se ven reflejados en el sino de Lula, condenado y encarcelado en Brasil por corrupción "injustamente". Por eso, han lamentado ser víctimas del mismo 'golpismo' judicial.
El exlíder de Podemos Pablo Iglesias ha abierto la veda: "Querría destacar de Lula otra dimensión, porque estamos en España. Lula fue y es una víctima del 'lawfare'. Fue juzgado injustamente, condenado y encarcelado. El 'lawfare' es el nuevo golpismo, en el que poderes mediáticos y económicos se alían con los poderes judiciales para ganar lo que no pudieron ganar en las urnas. El 'lawfare' es una amenaza contra la democracia".
Lo cierto es que Podemos se siente víctima de una persecución constante labrada a golpe de causa judicial y de querella. Ese es el motivo por el que el hombre fuerte de los morados en cuestiones judiciales y secretario de Estado de Agenda 2030, Enrique Santiago, ha ido al grano: "Los jueces de hoy actúan como actuaban los militares ayer".
Lula, la estrella
Podemos y toda una amalgama de siglas de izquierda -Partido de los Trabajadores (PT), PT Madrid, IU, PCE, PSOE, Bloco de Esquerda de Portugal, CCOO y UGT- han sentado a algunos de sus rostros más destacados en un encuentro para "construir futuro" con Lula, de gira europea, como estrella invitada. La izquierda se siente ganadora de la guerra de ideas que ha supuesto la pandemia. Y se ha percibido en el ambiente. Unas 300 personas, según la organización, se ha citado en la Casa de América para escuchar al exmandatario brasileño.
Más allá de lamentar las maniobras del poder judicial, la izquierda que se ha citado este sábado viene a decir que el Estado ha ganado al mercado; que la sociedad ha ganado al individuo y que la derecha lo tiene complicado, porque la esperanza vuelve a aglutinar a los votantes de progresistas. Y es que Lula es el puente que conecta a la izquierda en Brasil con los planes de la vicepresidenta Yolanda Díaz de aglutinar todo el espacio a la izquierda del PSOE. No obstante, ambos se vieron este viernes.
El problema para Podemos y los suyos son los torpedos. "Cabe hacerse una pregunta. Si el 'lawfare' es un fenómeno exclusivo de Brasil, de América Latina... un dispositivo de recuperación del poder por parte de las derechas o si es algo que también ocurre en España. Si en España han existido montajes judiciales dirigidos contra dirigentes políticos. Cabe preguntarse si hay poderes del Estado, militares, altos mandos de la policía y la guardia civil y jueces que conspiran contra la democracia tratando de revertir lo que dijeron las urnas. No me corresponde decirlo, pero hay hoy aquí personas que junto a Lula pueden responder a esta pregunta", ha remachado Iglesias en referencia a la portavoz morada Isabel Serra e incluso al exdiputado morado Alberto Rodríguez.
Podemos ve una conspiración permanente del Estado profundo para evitar su acción de Gobierno. Y el propio Santiago le ha puesto nombre: "Guerra": "Esta guerra se alimenta de un uso ilegítimo de la ley encaminado a eliminar políticamente a los adversarios incómodos". El secretario de Estado se ha agarrado a la reapertura de la causa por supuesta financiación irregular de Podemos… "Quince se han abierto y se han cerrado ya", ha lamentado.
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha explicado a Lula que su partido es reciente y que es la encarnación institucional del espíritu del 15M. Y ha lanzado ante él un aviso para mantener prietas las filas de la izquierda: "Sé que lo que pasó en Brasil podría haber sucedido en España. Por eso soy una firme defensora de las alianzas internacionales". Podemos, el partido que aprendió a hacer política en América Latina, vuelve a ponerse al servicio de la izquierda al otro lado del charco.
Por su parte, el expresidente de Brasil ha avanzado que decidirá "entre febrero y marzo" del año que viene si finalmente presenta su candidatura a las elecciones presidenciales del país sudamericano: "Para volver haciendo menos, es mejor no volver", ha zanjado. Lula, que ha recuperado todos sus derechos políticos, puede ahora lidiar con el actual mandatario, Jair Bolsonaro, en los comicios tras casi dos años de inhabilitación.
Lula ha reiterado que, si intenta de nuevo tocar el poder, este esfuerzo debe tener un significado político más allá del mero retorno y volver a abanderar un programa contra la desigualdad y desde la izquierda: "Tenemos que plantear la desigualdad en el centro de la agenda, y me parece que la cuestión de la inequidad es una agenda que tiene que ser una lucha de izquierdas y del movimiento sindical".