Podemos arrancó su colaboración comercial con la consultora mexicana Neurona a finales de 2018. Concretamente en noviembre de ese año, durante un acto del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Esa entidad la dirigía Pablo Gentili y trabaja como think tank (centro de pensamientos) de la izquierda de América Latina.
El acto se celebró del 19 al 23 de noviembre en Buenos Aires, y acudieron los dirigentes más importantes de la izquierda latinoamericana, como Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff, Álvaro García Linera y José Mujica, entre otros. En el grupo de españoles destacaban los nombres de Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos y a quien el CLACSO entregó un premio, y de Gerardo Pisarello, entonces teniente de alcalde de Barcelona con Ada Colau y ahora miembro de la mesa del Congreso por Unidas Podemos. También asistían al foro los dueños de Neurona.
En esos días de noviembre, la cúpula del partido de Pablo Iglesias acordó activar una relación estrecha con la consultora en la que colaboraba Juan Carlos Monedero. Lo hizo meses antes de las elecciones autonómicas y generales de 2019, y poco antes de que el propio Gentili llegase a Madrid para entrar en el gabinete de Iglesias.
Conexión y beneficiarios
El acto de CLACSO se desarrolló a través de conferencias, debates y entrega de premios. Pero detrás de las bambalinas, los miembros de las delegaciones tejían sus redes de relaciones públicas. En el caso de Podemos, Monedero, que ahora controla la Fundación de Podemos, actuaba como facilitador para promover algunos contactos. Eso permitió que se hiciera definitiva la relación entre el partido, cuyo dirigente clave era Juanma Del Olmo, y la consultora de César Hernández Paredes, amigo íntimo de Monedero.
Del Olmo admitió durante el interrogatorio del juez que investiga la contratación de Podemos con Neurona por presunto delito de malversación que él conoció por primera vez a Hernández Paredes en 2018. Según la tesis de Del Olmo fue porque Hernández Paredes le pidió una cita para hablar de su negocio tomando un café. Ese encuentro se celebró a mediados de 2018, aunque varias fuentes de Podemos revelan que el momento clave en la operación fue noviembre de ese mismo año, que es cuando las partes deciden darse la mano.
El juez Escalonilla se interesó acerca de si Del Olmo había recibido alguna indicación previa para contratar a Neurona, pero el dirigente de Podemos lo negó. Alegó que la dirección de Podemos delegó en él la dirección de la campaña. En noviembre de ese mismo año, y en presencia de Monedero, las dos partes acordaron empezar a trabajar juntos, en un esquema que en el partido morado algunos creen que sirvió como vía de enriquecimiento encubierto de dirigentes de la cúpula.
Pablo Gentili, nuevo actor
El hecho de que la trama de Neurona germinara en Buenos Aires en noviembre de 2018, y no cuatro meses después, cuando se formalizaron los primeros contratos de campaña electoral, tal y como hasta ahora se conocía, obliga a analizar el papel de otro protagonista: el ex jefe de gabinete de Iglesias, Pablo Gentili.
Este sociólogo argentino también llegó a España de la mano de Monedero. Y es para muchos en el partido otra pieza importante del entramado de Neurona: las fuentes consultadas sostienen que Gentili colaboraba con la consultora a la que Podemos entregó en 2019 al menos 425.000 euros. Aunque el interesado lo redujo a algo esporádico.
Gracias a Monedero, Gentili había logrado acercarse a Iglesias en ese mismo año. Los dos se habían conocido en Buenos Aires, aunque unos meses antes. Concretamente el 25 de marzo de 2018, durante la visita del líder de Podemos a la capital del país para la marcha en recuerdo de las víctimas de la dictadura. Iglesias había sido invitado por las asociaciones organizadoras de la manifestación y Gentili actuó como guía para el político español.
La relación personal dio sus frutos. A finales de ese año, poco después de que los dirigentes de Podemos prometieran a Neurona empezar una colaboración, el sociólogo se trasladó a Madrid para entrar en el gabinete del secretario general. Concretamente, como jefe de gabinete de Iglesias (dejaría el cargo a finales de 2019, para entrar en el gobierno argentino de Alberto Fernández, tras una ruptura con el sector de Irene Montero).
Álvaro García Linera en #CLACSO2018: el vicepresidente boliviano nos contó cómo en la Europa progresista intentan aplicar políticas de los gobiernos populares latinoamericanos.
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— CLACSO (@_CLACSO) November 22, 2018
Prueba piloto en Alcorcón
En ese momento Neurona gozaba de importantes contactos en Podemos. Además de Monedero, Gentili se había convertido en mano derecha del líder y Del Olmo, que era una de las figuras más relevantes de la formación, había acordado una prueba piloto en Alcorcón, municipio controlado por Jesús Santos, antes del desembarco en la política nacional, que se selló tras la segunda purga interna en Podemos de 2019 (después de los errejonistas, los pablistas considerados críticos).
Finalmente, Neurona logra los contratos esperados. Se firman convenios redactando fuera de plazo un presupuesto interno del partido; pagando espacios ad hoc para la política de redes sociales y ante las dudas de algunos cargos técnicos internos.
A partir de marzo de 2019, cinco meses después de que los dirigentes de Podemos prometieran a los dueños de esa sociedad que trabajaba con López Obrador, Evo Morales y Nicolás Maduro entrar en España, la consultora Neurona empezó a trabajar oficialmente para Podemos. Abrió una filial pantalla y sin empleados para ofrecer un servicio que el juez y el Tribunal de Cuentas sospechan que ha sido simulado, y que puede derivar en una condena por uso irregular de dinero público en campaña electoral.
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