España

La fundación Ceps, ligada a Podemos, ayudó a Nicolás Maduro a consolidar su liderazgo militar

El dossier que posee el opositor venezolano Julio Montoya apunta cómo la fundación Ceps asesoró al presidente bolivariano en afianzar la imagen de "comandante en jefe". El diputado de Primero Justicia, partido de Henrique Capriles, también revela dos encuentros con Monedero.

El asesoramiento que ha prestado la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (Ceps), integrada por dirigentes de Podemos, al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también se ha extendido a su faceta militar. Así lo prueba uno de los documentos que ha traído a España el diputado opositor Julio Montoya (Primero Justicia), donde se refleja, según explica él mismo, la labor de trastienda desarrollada por la fundación Ceps para consolidar la imagen de Maduro como "comandante en jefe" tras la muerte de su antecesor, Hugo Chávez. Vozpópuli ha accedido a los papeles que maneja el compañero de partido de Henrique Capriles.

De los diversos trabajos que ha realizado la fundación Ceps para el presidente de Venezuela en el área de las Fuerzas Armadas, Montoya dispone de uno de ellos con información detallada y significativa. En concreto, posee la reproducción de un texto oficial, con membrete de la Unidad de Análisis Estratégico de la Presidencia de Venezuela, que incluye una serie de "recomendaciones discursivas" al propio Maduro con motivo del "fortalecimiento de la Gran Misión Negro Primero". Este evento fue un acto celebrado el 30 de octubre de 2014 en Fuerte Guaicaipuro, ubicado en el municipio Paz Castillo, perteneciente al estado Miranda. El líder opositor Henrique Capriles es el actual gobernador de esta entidad federal.

El documento de la Unidad de Análisis Estratégico -para ella trabajó Pablo Iglesias- traza un guión para la visita del presidente venezolano a Fuerte Gauicaipuro y concreta cómo debía ser televisada por la cadena estatal. Por ejemplo, señala: "La puesta en escena juega un rol crucial en este tipo de actividades, permitiendo con el encuadre y la escenificación de la cadena de mando (retransmitida en directo) trasladar entre otros los mensajes de unión y fortaleza cívico-militar, continuidad de un equipo (más allá de los nombres) y liderazgo revolucionario del presidente Maduro". A la cita asistieron los más altos mandos de las fuerzas armadas del país bolivariano.

Esta visita, que sirvió a Maduró para inaugurar una academia militar de tropa y otra de medicina, se enmarcó en la Misión Negro Primero. Un gran proyecto de actuación que Maduro se encargó de ultimar a principios de 2013 mientras ejercía todavía de vicepresidente, con un Hugo Chavéz moribundo en su retiro cubano. En aquellos momentos, Maduro buscaba afianzarse como máximo jefe de las fuerzas armadas venezolanas. En ese contexto, y una vez fue ya investido presidente, puso en marcha en mayo de 2013 este plan destinado a mejorar las condiciones de vida y laborales de la "familia militar". La Misión Negro Primero, todavía activa, lleva el sobrenombre de Pedro Camejo, un militar venezolano que participó en la Guerra de Independencia.

Para el cierre de aquel acto en Fuerte Guaicaipuro, los asesores recomendaron "reservar las intervenciones de carácter más épico". En este caso, apelaron a "la analogía del sacudón madurista con el golpe de timón del comandante Chávez: el primero consecuencia lógica del segundo, un mandato de Chávez que todos los venezolanos, en especial el pueblo uniformado tiene la obligación de cumplir". Como "sacudón" o "revolución dentro de la revolución" se conocen los cambios que adoptó Maduro en septiembre de 2014, abarcando tanto una remodelación ministerial como propuestas del tipo "incentivar la producción nacional". Por su parte, el "golpe de timón" recoge que las directrices de Chávez para la "construcción del socialismo" en el periodo 2013-2019.

El opositor venezolano Julio Montoya atribuye la autoría de estas recomendaciones a la fundación Ceps, a cuyo consejo ejecutivo pertenecen destacados dirigentes de Podemos como el secretario general, Pablo Iglesias, y sus colaboradores Iñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Luis Alegre, Alberto Montero o Ángela Ballester. Todos ellos forman parte del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, máximo órgano de decisión política entre las grandes asambleas. 

El desencanto del consultor Monedero 

Además de disponer del citado dossier, Montoya relata el contenido de dos encuentros que tuvo con Monedero, número tres de Podemos y cofundador del partido, tanto en Venezuela como después en Madrid. Del primero de los episodios, narra que durante una "breve conversación de pasillos" en la cadena Venezolana de Televisión el politólogo se refirió a "lo arduo que había sido su gira por las regiones de Venezuela durante su consultoría y, lo más interesante, lo decepcionante que estaba resultando todo ello".

Montoya añade que Monedero, asesor de Hugo Chávez, aludió a cómo "la descoordinación, la negligencia y la corrupción hacían imposible llegar a concretar las ideas del caudillo de la Revolución bolivariana", señala el diputado de la oposición.

Respecto al segundo capítulo, el representante de Primero Justicia cuenta que coincidió con Monedero en una charla informal en 2007 y que allí el consejero de Chávez "diagnosticaba la incapacidad de poner en práctica las ideas del caudillo venezolano". En aquella conversación, asegura Montoya, Monedero mantenía que "su compromiso con el país venezolano estaba superado, que la corrupción, la ineficiencia y la sobreexplotación de un modelo petrolero harían imposible la supervivencia de aquel socialismo". Sin embargo, el politólogo nunca se alejó del régimen bolivariano, donde ha seguido asesorando en el postchavismo al Ejecutivo de Nicolás Maduro.

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