El partido de Pablo Iglesias llega al día de reflexión con la sensación de haber puesto el broche final a una campaña electoral que acaba mucho mejor de lo que empezó. Desde el preludio de una campaña que se preveía reñida hasta hoy, el candidato a la Presidencia de Podemos ha protagonizado una evolución positiva de cara a los votantes según varios analistas políticos.
El propio Iglesias ha manifestado este viernes en Murcia que su partido tiene "muchas posibilidades de ganar". "Si ya lo reconoce hasta el señor Rajoy... parece obvio que esa posibilidad está muy cerca", ha asegurado. En referencia a las encuestas, el dirigente político ha dicho que "reconocen ya que la remontada se ha producido" pese a que "suelen ser muy conservadoras" con Podemos.
Iván Redondo, consultor político de Redondo & Asociados Public Affairs Firm explica que la campaña arrancó "con un Podemos desgastado". "Se iba desinflando tras las elecciones europeas, las elecciones autonómicas y municipales, los pactos de Gobierno en muchas provincias española y el pulso, no lo olvidemos, entre Teresa Rodríguez y Susana Díaz", considera.
Y añade que, si a esto se le suma el impulso que tomó Ciudadanos con los resultados electorales en Cataluña, "vemos que la formación llegaba a la campaña sin un discurso sostenible en el tiempo, ya que su mensaje centrado en el eje 'arriba-abajo' había ido perdiendo fuerza", señala.
"El país no necesitaba el discurso del 'Y tú más' e Iglesias ha jugado sus cartas con el de contagiar 'ilusión'", dice Marta Rebolledo.
Para Marta Rebolledo, profesora de comunicación política en la Universidad de Navarra, el primer cara a cara entre Pablo Iglesias y Albert Rivera en el bar barcelonés 'Tío Cuco' con el que el programa Salvados de La Sexta arrancó su nueva temporada supuso un punto de inflexión en el tono de Iglesias. "Los medios de comunicación plasmaron que se le veía cansado, así empezó su tono, y muchas personas se preguntaban qué le pasaba", considera.
Sin embargo, a pesar de que las primeras encuestas les daban por cuartos, de acuerdo a Rebolledo han conseguido transmitir sus mensajes. "Una campaña supone una lucha para colocar enfoques, hay mucho desgaste, y Pablo Iglesias ha sabido utilizar cada detalle estratégicamente, ha tenido capacidad para adaptarse a los imprevistos", dice. Como ejemplo, el último debate entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. "El tono de Sánchez fue percibido como agresivo, así que él se alejó de esa imagen, se dio cuenta que el país no necesitaba el discurso del 'Y tú más' y ha jugado sus cartas con el de contagiar 'ilusión'", apunta.
El 'efecto Rocky Balboa'
El punto de inflexión para Podemos está en el 7 de diciembre para Iván Redondo, el día del debate a cuatro organizado por Atresmedia. "La gestión de las expectativas es muy importante y a Ciudadanos esto le ha jugado una mala pasada, pues iniciaba el juego con mucho aire a favor y se esperaba mucho de ellos", dice. "Por el contrario, en el caso de Podemos, que partía con mayor desventaja en el arranque de campaña y, por tanto, las expectativas eran más bajas, le ha beneficiado", opina.
"Ha sido una campaña más de tácticas que de estrategias. Han sabido ubicarse bien para aprovechar, por un lado, la hemorragia del PSOE y, por otro, el descenso de Ciudadanos que no ha sabido resguardar el volumen de voto fluctuante que le avalaba al principio de la campaña", explica Redondo. Según el experto, Podemos ha activado el 'efecto Rocky Balboa': "como en las películas, al final, tras numerosos golpes, todos queremos que Rocky (Pablo Iglesias) se levante, reaccione y derrote a su oponente y en política sucede exactamente igual".
Iglesias ha planteado una campaña en positivo, desde el primer día hasta el último, mostrando a Podemos no como un voto contra algo sino como un motivo de alegría. Una frase suya en el fin de camapaña muestra esta estrategia: "Yo no soy creyente, pero me encanta la Navidad. Imaginad una Nochebuena en la que las risas y los villancicos tengan que ver con que les hemos dado una lección. Vamos a conseguirlo".
Podemos ha experimentado también una evolución "positiva" para el consultor de comunicación política y pública Xavier Peytibi "porque también la evolución ha sido positiva en las encuestas". "Con unos potenciales buenos resultados, el mensaje se refuerza, la movilización, la autoestima, la comunidad en torno a él", destaca. Con respecto al cambio de actitud de Iglesias a lo largo de la campaña, Peytibi dice que el líder del partido morado pasó "de enfadado y crítico a moderado y conciliador". "Fue una buena estrategia para mostrar 'presidenciabilidad', que podía ser un líder para todos y no para su público, en busca del voto indeciso de izquierdas y del exvotante socialista", dice.
Votos en caladeros socialistas
Para Rubén Rodríguez, socio de MAS Consulting, la campaña que ha llevado a cabo Podemos ha tenido unos resultados positivos a tenor de las encuestas publicadas y de los sondeos que se van filtrando. "La estrategia de esta formación ha pasado por tratar de captar votos en los caladeros socialistas. Hasta ahora, el PSOE, salvo la excepción de 2011, era capaz de captar el voto de casi todo el votante de izquierda, ya que muchos de ellos preferían votar al PSOE que a IU porque lo veían como la única alternativa de Gobierno al Partido Popular", indica. "Es lo que se denomina el voto útil y al que Pedro Sánchez ha apelado en el último tramo de campaña", afirma.
"Ha hecho una campaña en positivo sin declaraciones altisonantes y buscando transmitir las posibilidades de ganar las elecciones", afirma Rubén Rodríguez
En este contexto, Iglesias ha moderado su programa con propuestas socialdemócratas cercanas a los postulados socialistas, continúa Rodríguez, para captar a un votante de izquierda moderado. "Ha hecho una campaña en positivo sin declaraciones altisonantes y buscando transmitir las posibilidades de ganar las elecciones", asegura.
El hecho de que Iglesias haya llegado al final de la campaña trasmitiendo una imagen de 'contento' responde, desde el punto de vista del experto de MAS Consulting, a una estrategia para "trasladar optimismo a sus bases, de ahí, su frase 'Sí, se puede'". "Por otro lado, según todos los estudios y los que entiendo que la propia formación maneja son muy positivos, lo que insufla de ánimos al propio candidato", concluye.
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