De un tiempo a esta parte, Podemos juega fuerte a la coalición, aunque se trata de una diversión para presionar. Los morados llevan semanas haciendo ruido porque ven al PSOE con ganas de poner fin a la aventura bicolor en Moncloa. Pero ellos tampoco se quedan atrás. En realidad, ninguno de los dos partidos tiene incentivos para poner fin a la experiencia compartida en Moncloa, pero tras la aprobación de los Presupuestos los socialistas están decididos a imprimir al Ejecutivo su estilo.
Por eso, varias leyes acordadas entre morados y socialistas están en el congelador: o bien porque no han suscitado el acuerdo dentro del consejo de ministros, como Familias, o bien porque el trámite parlamentario las tiene varadas, como Trans, Mordaza o Protección Animal. Aunque esas son las excusas, porque tanto en Unidas Podemos como en el PSOE hay fuentes que detallan que hay interés electoral de Ferraz tras los retrasos. Los de Ione Belarra, mientras, instan a los socialistas a desatascarlas: "No cumplir es romper con el Gobierno", zanja una alta fuente de Podemos.
En verdad, en la sede morada ya piensan en que en el caso de que tenga que romperse la coalición, es preferible que sea por la parte del PSOE: “Es mucho mejor que nos echen a que nos vayamos nosotros”, espetó el cofundador del partido Juan Carlos Monedero hace unos días durante un acto público en Tenerife para Radio San Borondón. No obstante, hay fuentes en Podemos que rebajan el alcance de la asonada. "Lo dice para justificar que son duros, tensionar al PSOE y demostrar que son incomodos. Pero no quieren irse, sin duda. No en esta legislatura", zanja una fuente que en su día tuvo peso en la dirección estatal morada.
Es mucho mejor que nos echen a que nos vayamos nosotrosJuan Carlos Monedero, cofundador de Podemos
El propio Monedero, preguntado por este diario, zanja: "Romper el gobierno es una frivolidad. Y si el PSOE está pensando en romper le cobrarán cara esa frivolidad. El votante demócrata, no solo el de izquierdas, sabe que la alternativa al gobierno del PSOE con Unidas Podemos es el PP con Vox. Si alguien ayuda a que eso pase recibirá un enorme castigo electoral. Por eso Podemos exige al PSOE que se cumpla el acuerdo de gobierno".
Las fuentes consultadas en el partido descartan que la dirección de Podemos esté pensando en propiciar una ruptura con los socialistas pese a que el último lío de la ley del 'solo sí es sí', que ha puesto en una situación complicada a Irene Montero, y la acusación de la titular de Igualdad al PP de "fomentar la cultura de la violación" ha provocado un enorme malestar en la planta noble de Ferraz y en el núcleo duro de Moncloa.
En verdad, Podemos está instalado en un debate interno. A medida que se acercan las elecciones municipales, autonómicas, en mayo, y las generales, previsiblemente en diciembre, en la sede de Francisco Villaespesa rememoran con más fuerza las discusiones sobre la conveniencia de entrar en el Ejecutivo. Monedero puso voz a esa reflexión: “Tuvimos una discusión muy encarnizada sobre si entrar en el Gobierno o no”. Además, Monedero explicó que entonces estuvo encima de la mesa alcanzar solo un acuerdo de programa con el PSOE sin que este implicara pisar la moqueta de Moncloa.
Matrimonio de conveniencia
Pedro Sánchez puede destituir a Irene Montero en cualquier momento, ya que la prerrogativa de nombrar y cesar ministros le corresponde únicamente a él. Pero abriría una crisis de Gobierno que no quiere, según confirman fuentes de Moncloa: "En estos momentos, el presidente no puede permitirse una guerra abierta en su gabinete que le desgaste". El razonamiento que hacen en el lado socialista del Gobierno es que "la economía, gracias a las medidas del Gobierno, no está dando los números rojos con los que contaba el PP". Y, por eso, no están dispuestos a dar munición a Génova.
En Francisco Villaespesa saben que la gran perjudicada de la ruptura de la coalición sería su lideresa en Moncloa, Yolanda Díaz. El presidente también lo sabe, por eso la mima frente a otras primeras espadas de Podemos, como Irene Montero. Sánchez, obcecado en agotar su mandato y confiado en que las medidas sociales que su gabinete está aprobando aliviarán la tensión que está sufriendo el bolsillo de los ciudadanos por culpa de una inflación desbocada hasta el 7,3%.
Ese es el escenario que anhela el presidente: una mejoría económica que no le tumbe en el envite electoral de finales del año que viene. Y, encima, con el escaparate de la presidencia española de la Unión Europea, en el segundo semestre de 2023. Hasta entonces, Sánchez aguantará, según reconocen fuentes gubernamentales a este diario. Y, mientras, intentará que la guerra abierta entre su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y sus 'aliados' de Podemos no tumbe la coalición antes de tiempo. El presidente sabe que cualquier cambio que afecte a la otra parte debe negociarlo con sus socios. Esa es la llave de paso del primer Ejecutivo bicolor en ocho décadas en España.
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