Unidas Podemos lleva varios pulsos ganados al Partido Socialista en lo que va de legislatura. La subida del salario mínimo o las medidas para frenar la subida de la factura de la luz son algunos de los puntos donde la formación morada ha izado la bandera de la victoria. La última ofensiva que ha tragado el PSOE es la propuesta de trámite de la Ley de Salud Mental, algo que ha generado oposiciones importantes en el seno del partido, como apuntan fuentes internas a Vozpópuli.
El área sanitaria del PSOE califica de "pobre", "insustancial", "vaga" y "genérica", la propuesta legislativa de Podemos. Afirman que es un collage de medidas que ya están presentes en otras normativas, como la Ley General de Sanidad, la de Autonomía del Paciente, o la de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia.
Este sector considera, además, que la normativa de Podemos comete importantes errores, como calificar de "atención fragmentada, insuficiente, biologicista y centrada en la reducción sintomatológica" a la asistencia sanitaria que ofrecen los psiquiatras y psicólogos españoles, una ofensa a estos profesionales.
También consideran fallido y poco realista imponer una ratio mínima de psicólogos y psiquiatras en un documento legislativo. Según la propuesta de Podemos, el Consejo Interterritorial de Salud debe aprobar, como mínimo, una ratio de 18 psiquiatras, 18 psicólogas y psicólogos clínicos y 23 enfermeros y enfermeras especialistas de salud mental por cada 100.000 habitantes.
El sector sanitario del PSOE consultado por este diario explica que imponer una ratio en el sector de la Salud Mental carece de sentido, pues no hay ninguna ratio homologada a nivel internacional, ya que el contexto varía mucho. Además, la imposición de una ratio a nivel central supone entrar en las competencias sanitarias de las comunidades autónomas.
Finalmente, consideran "oportunista" la constante inclusión de elementos de perspectiva de género y, sobre todo, de la pandemia de coronavirus. Y es que Podemos dedica un capítulo entero a las patologías mentales que puedan haber surgido en la pandemia.
A pesar de las múltiples objeciones al proyecto desde el seno del PSOE, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se empeñó en que el partido se mostrase públicamente a favor de la tramitación de dicha ley. La falta de apoyos del ala sanitaria se mostró públicamente cuando la persona que defendió la tramitación de la ley no forma parte de la primera línea de portavoces socialistas de la Comisión de Sanidad.
Se trata de Carmen Andrés Añón, diputada y portavoz adjunta del PSOE en dicha comisión, cuya defensa de la tramitación de esta ley fue su primera intervención en la sala grande del Congreso para un tema sanitario. Además, Añón es abogada de formación y carece de estudios sanitarios.
Podemos le come la tostada a Darias
En el partido empieza a sonar un run run, y es que el abandono de Carolina Darias de los temas sanitarios más allá de la covid están ayudando a Podemos a agenciarse de temas clave para el sector, como la Salud Mental.
Es más, la tramitación de la ley de Podemos ensombrece la Estrategia Nacional de Salud Mental, un proyecto que nació en la etapa de María Luisa Carcedo y que está cerca de convertirse en realidad tras la revisión de cientos de alegaciones de las sociedades científicas y las comunidades autónomas en el penúltimo borrador. Se trata de un documento de consenso que marcará las líneas estratégicas en ámbitos como el suicidio y otros aspectos, sin imponer ratios de profesionales a las CCAA.
Junto a Podemos, Más País lleva meses liderando el discurso de la Salud Mental en el Congreso de los Diputados. Íñigo Errejón propuso la tramitación de una Ley de Salud Mental hace meses, y ha registrado una propuesta de ley sobre el consumo de cannabis, que aspira a ser otro de los grandes debates de los próximos meses.
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