Podemos se opondrá a la reforma de la 'Ley del solo sí es sí', que ya ha conseguido que más de 700 agresores sexuales vean reducidas sus condenas. En cambio, en aras de la igualdad, el partido morado recuerda a su socio de Gobierno el acuerdo de gobernanza que firmaron en 2019, donde Pedro Sánchez se comprometió a modificar la Ley Electoral para imponer normativamente la paridad en las listas electorales. De esta forma, el 50% de los candidatos de cada partido serán hombres y, la otra mitad, mujeres. Podemos ha insistido en la propuesta en una Proposición No de Ley registrada en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.
En el escrito, al que ha accedido Vozpópuli, se insta al Gobierno a "realizar cambios normativos que garanticen la presencia paritaria de mujeres y hombres en las listas electorales, a través del establecimiento legal de fórmulas que respondan a la dinámica conocida como de cremallera". Las listas 'cremallera' consisten en la intercalación de hombres y mujeres de manera sucesiva en las papeletas.
Se acercan las elecciones municipales y autonómicas del 28-M y Podemos quiere que su propuesta esté vigente antes de la lista electoral. Además, recuerdan que el PSOE ya se comprometió a ello hace 4 años, aunque no se ha dado ningún paso al respecto. Se agota la legislatura, las elecciones se acercan, Podemos ve cómo este compromiso sigue sin adoptarse.
Como se recuerda en la exposición de motivos, en 2007, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dio un primer paso hacia la paridad electoral por medio de las disposiciones adicionales primera y segunda de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. En esta ley se establecían ratios mínimas en cuotas de participación que no superen la proporción 40/60 de cualquiera de los dos sexos.
Quince años después, Podemos cree que es el momento de continuar "por la senda" de la igualdad. "Debemos ir más allá impulsando medidas legislativas que garanticen las mismas oportunidades de participación en las instituciones y que rompan con los denominados techos de cristal", manifiestan.
Como se dispone en la PNL, "los poderes públicos tienen la obligación de garantizar una representación equitativa en las listas electorales, estableciendo cuotas de representación al cincuenta por ciento, con un método 'cremallera' que intercale mujeres y hombres. Estas fórmulas, que alternan las posiciones entre sexos, garantizan que exista una representación equitativa".
Acuerdo de Gobierno
En diciembre de 2019, el PSOE y Unidas Podemos firmaron un acuerdo para conformar el actual Gobierno de coalición progresista sellado por el famoso abrazo entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el omnipresente Pablo Iglesias. En el capítulo 5, relativo a nuevos derechos y memoria democrática, concretamente en su apartado 7, el PSOE se comprometía a establecer "listas cremallera en todos los procesos para garantizar la presencia de mujeres en las instituciones".
Cambio en la Ley Electoral
No es el único cambio en la Ley Electoral que plantea Unidas Podemos en su PNL. El partido hace referencia a otro de los compromisos adquiridos por Sánchez en 2019, la modificación de la Ley Electoral para conseguir una distribución más justa de los escaños. La norma, explica Podemos, ha favorecido hasta ahora, de manera descarada, al bipartidismo. Este es un punto en el que podrían estar de acuerdo otros partidos distantes de la cuerda morada, como Ciudadanos, que lleva años reivindicando la necesidad de cambiar una norma que favorece a los dos principales partidos, PSOE y PP, así como a las formaciones regionales e independentistas.
Podemos insta al Ejecutivo a "cumplir el acuerdo de Gobierno de 2019 elaborando un proyecto de ley de reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General que contemple cambios en el sistema electoral orientados a una mejor y más proporcional distribución de los escaños".
El socio del PSOE en el Gobierno considera que esta Ley, en la práctica, "se ha traducido en un fomento del bipartidismo, bonificando sistemáticamente a las dos opciones más votadas con una proporción de escaños en las Cortes muy superior a la proporción de votos obtenidos, en detrimento de otras fuerzas políticas de ámbito estatal". Al mismo tiempo, "ello implica que los votos de las personas residentes en unas circunscripciones conllevan un peso mucho mayor que las de otras, y que en algunas de estas circunscripciones el ejercicio pluralidad política se ve comprometido".
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