Un sector de Podemos pide cambios en la candidatura madrileña para el 4 de mayo para intentar salvar los muebles a la desesperada. En 2019, la candidata Isa Serra cosechó 181.000 votos, lo que permitió a Unidas Podemos superar por un puñado de papeletas la barrera electoral del 5%. El adelanto anunciado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso el pasado miércoles ha sorprendido a los morados, que desconocían el pacto entre el PSOE y Ciudadanos de Murcia. Ahora intentarán salvar los muebles en Madrid, pero varias fuentes de Podemos sostienen que si el partido no entra en la Asamblea será el "fin" del proyecto político que nació en 2014.
Por ello internamente se ha abierto un debate sobre el candidato. Podemos teme quedarse fuera de la Asamblea. Algunos sondeos ya dibujan ese escenario y los datos demoscópicos circulan de móvil en móvil entre los miembros de la formación. Podemos nació con una enorme tracción madrileña, y el hecho de que Ayuso polariza mucho puede mover votos hacia el PSOE y convertir a Madrid en otra región sin diputados autonómicos de Podemos, al igual que ocurrió en Galicia en 2020.
Serra ha comunicado su disposición a ser la candidata para las elecciones. Sin embargo, algunos dirigentes intentan ampliar in extremis el abanico de nombres. Circula, por ejemplo, el de Jesús Santos, hombre fuerte de la dirección nacional y activo en Alcorcón. Y también el de Rafa Mayoral, actual miembro de la cúpula nacional encargado de capitanear los movimientos sociales. Actualmente forma parte del tándem con Serra en la portavocía nacional del partido morado.
Campaña encubierta para unir la izquierda
Mayoral es un dirigente que proviene de las filas de las juventudes comunistas de Izquierda Unida. Es uno de los pretorianos de Iglesias, que ganó peso en el partido tras el enfrentamiento con Íñigo Errejón en el congreso de Vistalegre II (2017). Ya en 2019 la dirección le pidió entrar en la candidatura, pero rechazó la propuesta de Pablo Iglesias. De hecho, según varias fuentes de Podemos el propio Mayoral ya ha expresado sus dudas ante esta opción. "Están intentando convencerle", explican desde la formación.
En Izquierda Unida, partido hermano de Unidas Podemos, también crece la preocupación. IU es hoy en día una organización "intervenida" por Iglesias y el jefe de la corriente del PCE, Enrique Santiago. Aun así, algunos en ese partido insisten en pedir una candidatura conjunta con Más Madrid para evitar un naufragio, como reveló Vozpópuli. Para miembros de Podemos también se ha movido algo en el partido morado: "Han lanzado la campaña por la unidad de la izquierda pero sin dar la cara", explican.
La situación es tan alarmante que también se ha propuesto el nombre de Irene Montero. Para el grueso de las fuentes consultadas las posibilidades de que Montero renuncie al Ministerio de Igualdad son irrisorias. "Es casi imposible", zanjan varias fuentes. Pero es cierto que internamente existe una reflexión sobre el hecho de que si Más Madrid no acepta trabajar en una candidatura conjunta, el perfil de Montero puede ser útil para enfrentarse a Ayuso. "Es el único movimiento que puede volver a meter a Unidas Podemos en la campaña polarizando el feminismo contra Ayuso", sostienen.
Un silencio que "clama al cielo"
Otro problema añadido para Serra es que, además de tener un perfil cuestionable como candidata a la luz del resultado de 2019, también está esperando la resolución definitiva del Supremo sobre su condena del TSJM por la participación en un desahucio. En juego está su inhabilitación. Además, algunos sostienen que el cabeza de lista se enfrentará al riesgo de convertirse en el político que ha hundido la formación en Madrid. Es decir, que "su figura se quemará", por lo que argumentan que incluso a Serra puede convenir mantenerse al margen. Entre otras porque a nivel estatutario la legislatura no durará más de dos años, ya que automáticamente se repetirán las elecciones en 2023.
El tiempo corre rápido y la dirección de Podemos necesita resolver las dudas cuanto antes. "Este silencio clama al cielo", revelan miembros del partido. Más aún porque el PSOE ha anunciado la candidatura de Ángel Gabilondo y en Más Madrid están trabajando en proponer a Mónica García como cabeza de lista.
Más Madrid, por otro lado, también vive con enorme preocupación el comienzo de la campaña electoral. El partido de Errejón tiene como principal ancla de salvación su presencia en la Asamblea madrileña. De desplomarse, la huida general de sus cuadros se daría casi por descontada. Así que vuelven a sonar hipótesis de reencuentro en ese espacio con Podemos. Aunque resolver tantos años de rencor y desprecio personal en tal solo 60 días resulta bastante improbable. Para algunos en Podemos debería mover ficha Iglesias apelando a un frente amplio contra el PP y Vox. Pero admiten que va a ser difícil que eso ocurra.
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